superconfidencial

Memorias de Prado

Acabo de leer, de un tirón, las memorias de Manuel de Prado y Colón de Carvajal, el fallecido amigo del rey Juan Carlos. Las titula: Una lealtad real (Almuzara). La vida está llena de luces y de sombras y este hombre las gozó y las sufrió. Incluso pasó un breve tiempo en prisión. Con este libro intenta reivindicarse ante su familia y ante la sociedad española y explicar las insidias que rodearon a su vida y a su persona, perpetradas por personajes de desigual pelaje. A uno de los amigos de verdad que cita es a Andrés Bardeau, hijo del fallecido conde Jorge Bardeau, que casualmente vive en Tenerife. (No busquen más, la cita está en la página 14 del libro). A mí Manuel de Prado, embajador de España por decisión real, siempre me cayó bien. En el libro cuenta algunas de las misiones que le encomendó el rey. Recuerdo que una vez le pedí una foto dedicada de los reyes (hoy eméritos), a través de un amigo, foto dedicada de puño y letra, y puntualmente la tuve en mi casa. Prado realizó importantes trabajos para España y durante la fatídica noche del 23F estuvo junto al rey, al lado de su amigo Sabino Fernández Campo, a quien pondera mucho en su relato, que es también la crónica de la bendita Transición. No dejan de surgir en él personajes como Mario Conde, el príncipe Tchokotúa, Javier de la Rosa y todos esos protagonistas, para bien y para mal, de unos años claves en la historia de la España contemporánea. Dedica un capítulo a la gran desconocida de la historia, la reina Sofía, y a algunas de sus lágrimas –pocas, la verdad-. Les recomiendo el libro, que aclara muchos episodios que nos han contado al revés, ahora en versión del famoso manco.

TE PUEDE INTERESAR