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Inma Évora, activista antidesahucios: “El Santander se ha portado con mala fe en Añaza ante la pasividad de las Administraciones”

La activista antidesahucios Inma Évora ha sido fundamental para llevar a buen puerto el caso de Añaza
La activista Inma Évora alerta de que la vivienda está quedando en manos de los especuladores. Fran Pallero

Hasta el Gobierno regional ha necesitado de sus servicios, dado el nivel de conocimiento adquirido durante tantos años como activista frente a los desahucios, un drama social que no solo dista mucho de remitir, sino que, como el acceso a la vivienda en general, cada vez aumenta la gravedad de sus efectos en Canarias. Ahora, todo el proceso de las 358 viviendas protegidas en Añaza la devuelve al primer plano, dado el loable protagonismo de Inma Évora, tanto a la hora de la denuncia sobre lo que sucedía como para buscar algún tipo de solución a estos vecinos.

-¿Cómo valora el anuncio de la compra de las 358 viviendas de Añaza por el Gobierno de Canarias?

“Es positivo por los vecinos, que así podrán dormir tranquilos. Las Administraciones tienen que estar ahí, ese es su papel”.

-¿Entiende que es un éxito de los vecinos y de los activistas, que han denunciado adecuadamente lo que sucedía con el apoyo de los medios?

“Por supuesto. Esto es fruto del trabajo de muchos años, a pesar de que no hemos avanzado lo suficiente. Al menos, las Administraciones han ido aceptando algunas propuestas, por mucho que se siga sin llegar al fondo de esta problemática. Y como no se actúa en el fondo del problema, seguimos parcheando. El panorama cambia, pero sigue habiendo falta de vivienda, porque sencillamente no hay”.

-¿Le llama la atención que en la tasación oficial de las viviendas no hayan contado en demasía los desperfectos denunciados por los vecinos?

“Es verdad que no hay desperfectos estructurales, pero sí hay una falta de mantenimiento clara. Lo peor son las deficiencias en asuntos como las tomas de agua, que con el paso del tiempo han provocado grietas e incluso caída de techos, etc.”.

-No deja de llamar la atención que hayan tenido que ser activistas como usted quienes hayan sido fundamentales, tanto como nexo con los vecinos como en la recopilación de datos, a pesar de los recursos públicos existentes.

“Siempre he sentido que mi lugar está con los vecinos, y cuando voy a un sitio hablo en su nombre si así lo han querido. Supongo que se debe a que necesitan sentirse escuchados. Hay que prestar atención a las personas que te cuentan sus problemas y el porqué de los mismos. Procuro no juzgar, y mi objetivo siempre es parar los desahucios”.

-Unos desahucios provocados en estas viviendas de Añaza impidiendo la renovación de alquileres, lo que a su vez no dejaba a los vecinos solicitar las ayudas para abonarlos…

“Para mí la gestión del Santander ha sido pésima y con mala fe. Desde 2012 ya teníamos noticias de lo que pasaba en Añaza a raíz de un desahucio. Tenían que haberles abierto un expediente administrativo porque han incumplido el decreto desde el principio, porque hay viviendas vacías, han impuesto cláusulas abusivas, incluso pidiendo seis meses de alquiler como fianza a unos beneficiarios de pisos protegidos…”.

La activista antidesahucios Inma Évora. Fran Pallero

-¿Y las autoridades no tenían que vigilar cualquier modificación de los alquileres?

“Claro. Pero es que llevamos con una gestión pésima de las viviendas desde hace años. Han pasado consejeros, directores, y al final se ha desconectado con la fiscalización de esos pisos protegidos. Hemos reivindicado durante mucho tiempo crear una suerte de policía de la vivienda que evite estos abusos, en vez de ir a criminizalizar la pobreza. La mayoría de los okupas que conozco han terminado así después de recorrer todos los servicios sociales y, sin embargo, acabar en la calle, muchas veces con menores. Yo haría lo mismo, así que no seré yo quien criminalice a esas familias, por mucho que haya algunos casos en los que sí se trate de unos aprovechados”.

-¿Han bajado los desahucios o simplemente ahora no son tan noticiables?

“Han dejado de estar en boca de todos, pero en todos los municipios seguimos teniendo desahucios. Es normal, dados los niveles de pobreza que tenemos, los salarios tan bajos, con trabajadores que no llegan a fin de mes… Eso repercute en la vivienda, que es lo más caro. No podemos obviar esa realidad”.

-¿Es la vivienda hoy el principal problema social?

“Es lo primero que se resiente con economías tan precarias, porque además es objeto de especulación. Si no tenemos parque público, en el régimen que sea, es imposible. Hace falta vivienda pública, a pesar de que hay muchas de protección oficial en la actualidad vacías que se podrían recuperar sin tener que volver a construir”.

-¿Hay más factores que agravan el problema de la vivienda en Canarias?

“Sí. Estamos dejando que nuestro parque de viviendas, a nivel privado y a nivel público, caiga en manos de especuladores. Y cuando los canarios vamos a acceder a una vivienda cada vez nos va a resultar más difícil, porque nos van a imponer los precios y las condiciones. Están acaparando el mercado, mientras nosotros no regulamos bien, no recuperamos parque de viviendas y, al final, las entidades financieras que se quedaron con tantas viviendas las están vendiendo a bajo coste en vez de dar una segunda oportunidad a las familias”.

-Por último, ¿le han propuesto presentarse a las próximas elecciones?

“Sí, y más de un partido. Pero les he dicho a todos que no, porque con la experiencia sé que para hacer política no hace falta estar en un partido”.

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