El pasado 2 de diciembre, en el Santiago Martín, la selección española de baloncesto se enfrentaba a la de Ucrania en partido clasificatorio para el próximo Mundial. En el intermedio del encuentro, Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), imponía la insignia de oro y brillantes a Manolo Gómez, que dejaba la presidencia federativa. Un mes después, el tinerfeño ha dado marcha atrás en su decisión: ¿cuáles son los motivos para ello?
Para entender el contexto es necesario saber que Manolo Gómez y Jorge Garbajosa son amigos. Se conocieron después de que el tinerfeño quisiera organizar en Canarias el Mundial Femenino. Cuando se esfumó la opción grancanaria, Gómez apostó por hacerlo solo en Tenerife, una idea que parecía descabellada, pero esa fue la clave para que Garbajosa quedara fascinado con él.
La capacidad de aunar voluntades, su talante conciliador y el que nunca tenga un no en los labios llevaron a Manolo Gómez a la vicepresidencia de la FEB. No era sencillo. La institución estaba obligada a renovarse, a dejar atrás vicios del pasado y a vender una nueva imagen tras su anterior presidencia y el tinerfeño, lejos de las Islas, no era una persona conocida, pero la organización de la Copa del Mundo disipó las posibles dudas. La labor económica de su equipo al frente de la Federación Canaria de Baloncesto (FCB) hizo el resto. La FEB necesitaba gestores y Manolo Gómez era una apuesta segura.
“Hay que convencerlo”
El desgaste del Mundial haría mella en un presidente de la FCB que tenía muy claro, antes de anunciarlo, que su etapa había terminado. En un encuentro con periodistas, Garbajosa pidió que estos convencieran al tinerfeño para que siguiera colaborando con él, pero cuestiones laborales y personales impulsaron a Manolo a dejar todos sus cargos. Hasta ayer, en Huelva.
La comisión ejecutiva de la FEB se reunió en la ciudad andaluza e insistió en que Manolo Gómez, allí presente, renovara su mandato pese a dejar atrás su andadura en la Federación Canaria, de la que es nuevo presidente Carlos Olano, una de las personas de su entera confianza. Gómez aceptó, conocedor de que en los próximos meses pueden haber novedades en la directiva de la FEB, teniendo un papel muy importante en la misma junto a José Antonio Montero, uno de sus grandes valedores y figura muy importante también con la FIBA.
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