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Mayca Coello: “Candelaria, como todo el sureste de Tenerife, es tratada por el área metropolitana como si fuera de tercera categoría”

Es, junto al lagunero Rubens Ascanio, la gran baza de Alternativa Sí se puede para llegar al poder municipal en las elecciones del próximo 26 de mayo con su candidatura en Candelaria. Forjada en el activismo solidario y feminista, es la socióloga de referencia para gestionar el Parque Natural de Anaga y lleva como concejala desde 2011 en la Villa Mariana, donde ha sabido labrarse una excelente reputación de política preparada y con vocación de poder, a tal punto de que los últimos presupuestos municipales salieron adelante gracias a la negociación con el PSOE que lideró Mayca Coello (Santa Cruz de Tenerife, 1969).
Mayca Coello
Mayca Coello
Mayca Coello

-Antes de entrar en el meollo electoral, ¿cómo acabó una socióloga siendo técnico de gestión del Medio Ambiente para el Cabildo de Tenerife?
“Cuando se creó el equipo para gestionar el Parque Natural de Anaga, al estar poblado se entendió que se debía contar con una socióloga, lo cual por aquel entonces era muy novedoso en el Área del Medio Ambiente. Fue una decisión valiente, pero se acertó. También hay que tener en cuenta que, por aquel entonces, había en Anaga un conflicto social importante, y hacía falta contar con alguien que supiera afrontar el tema desde la perspectiva sociológica”.

-¿Ya sabe si va a presentarse a las elecciones de mayo?
“La verdad es que sí.Cuento con el respaldo de la Asamblea Local del partido, aunque si le digo la verdad no se había hecho público aún”.

-Pues ya es público y notorio desde esta entrevista. ¿Me podría confirmar que Alternativa Sí se puede irá finalmente en solitario al 26 de mayo por lo que respecta a las urnas municipales de Candelaria?
“Así será, iremos en solitario”.


-¿Por qué motivo?

“Porque no se dan las condiciones para una confluencia, para una candidatura unitaria de los partidos de izquierda. Hemos tenido negociaciones, pero al final la Asamblea Local de Candelaria ha decidido que estos cuatro años de trabajo han reforzado bastante a Sí se puede en Candelaria, donde contamos ahora con una organización más eficiente y consolidada. Entendemos que la posibilidad de ir con otras fuerzas tendría que ser el fruto de un trabajo conjunto que, lamentablemente, no se ha producido”.

-Más allá del caso de Candelaria, ¿es partidaria a priori de las confluencias con otros partidos de izquierda?
“Cuando se dan las condiciones, claro que sí. Cuanto más unidas vayan las fuerzas de izquierdas y con ámbito popular, mejor. Así no se divide el voto”.

-¿Se presenta en Candelaria Sí se puede con vocación de gobernar?

“Por supuesto que sí. Nos presentamos porque queremos gobernar en el Ayuntamiento de Candelaria, y además entendemos que se dan las condiciones para ello”.

-Pero para eso, visto lo fragmentado que está el voto en la actualidad, lo previsible es que tengan que buscar acuerdos tras las urnas.
“Bueno, lo que pasa es que nosotros somos partidarios de que eso se haga después de las elecciones. Cuando la ciudadanía se pronuncie veremos en qué términos lo hace y será entonces el momento de analizar si buscamos algún acuerdo o no. También lo hicimos así en pasadas elecciones”.

-Siendo una fuerza ecosocialista de corte nacionalista, ¿por qué Sí se puede tiende a buscar aliados en la izquierda más que entre los nacionalistas?
“Las alianzas son muy diversas porque dependen de las condiciones que se den. Insisto en que será tras las elecciones cuando se estudiará si hacen falta aliados y cuáles son los más adecuados”.

-¿Se cierra alguna puerta?
“No. Siempre y cuando se tenga como base el programa electoral, claro. Por eso, con nuestro programa, es normal que se lleguen a más acuerdos con fuerzas de izquierda que con los de derechas”.

-¿Qué necesita Candelaria?
“Candelaria necesita un ayuntamiento que funcione, una administración eficaz y eficiente, porque actualmente no lo es. Muchas de las cuestiones fundamentales para este municipio no se pueden abordar porque el Ayuntamiento no funciona, donde no hay suficiente personal y sus trabajadores tienen unas condiciones más precarias que en el resto de instituciones de la Isla. Bastante hacen, a pesar de todo”.

-Dígame otra mejora que considere fundamental para Candelaria.
“Tenemos problemas estructurales que hay que abordar con valentía, como por ejemplo la central eléctrica de Las Caletillas y las nuevas estructuras eléctricas en el municipio, que de alguna manera vienen a consolidar esa central”.

-¿Pero no estaba previsto suprimir la central eléctrica de Candelaria?
“Así estaba previsto para 2015 en el Plan General de Ordenación, pero la central sigue ahí cuatro años después. No solo no desaparece sino que es inminente que se sume una subestación eléctrica y un nuevo tendido que va a recorrer desde Las Caletillas a El Rosario sobrevolando Barranco Hondo, con el enorme perjuicio que tiene para la ciudadanía. Y el municipio ve estancado su desarrollo por la presencia de esta central en ámbitos como el turismo, por no hablar de sus efectos en la salud de las personas”.

-¿Me dice una tercera clave sobre lo que necesita Candelaria?
“Ese tercer asunto sería el de las aguas residuales. Sí se puede ha liderado el discurso a favor de la depuración de las aguas residuales incluso cuando nadie hablaba de este asunto. Antes se nos ignoraba, pero con el paso de los años se ha demostrado que es un problema importante en toda la Isla, pero especialmente en el Valle de Güímar y concretamente en Candelaria. Tanto por los vertidos de aguas residuales urbanas como el de las industriales. Para Sí se puede, resolver este problema en una prioridad absoluta”.


-¿Es un sufrimiento para el Valle de Güímar la vecindad del área metropolitana?

“Eso responde a la realidad de los hechos, y entiendo que no solo para el Valle de Güímar, sino para todo el sureste de Tenerife, porque siempre fue, desde la perspectiva del área metropolitana, ese espacio desconocido e ignorado en sus valores que podía soportar y acoger un montón actividades con enorme impacto, y la mayoría de las veces sin contar con el consenso de los vecinos residentes. Candelaria no se escapa a eso, porque lleva soportando la central eléctrica desde los años 70 a pesar de las continuas promesas de retirarlas. El sureste es tratado por el área metropolitana como si fuera de tercera categoría. Con la depuración de las aguas residuales ha pasado lo mismo”.

-En el caso de las aguas, ustedes han llevado el tema al juzgado. ¿Cómo marchan esas diligencias?

“Hacia adelante. El juez sigue recabando más pruebas, ahora mismo sobre los procedimientos que llevan a cabo los ayuntamientos implicados [Candelaria, Güímar y Arafo] para el control de los vertidos de las aguas residuales industriales. Entre nuestra denuncia y la sanción impuesta por la Unión Europea hemos conseguido que tanto los ayuntamientos como el Cabildo hayan comprendido al fin que hay que poner en marcha esa depuradora de aguas residuales industriales en el Polígono y que hay que controlar los vertidos que llevan a cabo las empresas del mismo. En eso Candelaria sí que ha hecho la tarea, porque ahora ya se lleva a cabo un control de esos vertidos de las empresas, y en algún caso ha ordenado su fin porque los análisis dieron resultados muy preocupantes, dada la cantidad de compuestos químicos detectados”.

-Ahora renace el proyecto del tren del Sur, que tanto impacto tiene en Candelaria. ¿Qué opinión le merece a Sí se puede?
“El tema del tren es como el Guadiana, sí. Ahora sale que se han encargado los proyectos de la fase que va desde el área metropolitana hasta los túneles de Güímar, y, como dice, el impacto sobre el municipio de Candelaria es muy fuerte. Desde un primer momento, Sí se puede movilizó a los vecinos y las vecinas que se iban a ver afectados por las expropiaciones. Porque el tren tiene una importante contestación ciudadana, ya que no solo son las viviendas a las que afecta, sino que también va a causar otra brecha en el territorio municipal, que ya sufre la presencia de la autopista. El tren va a dividir traumáticamente el municipio y a dificultar las relaciones entre la parte alta y la parte baja”.

-Pero algo habrá que hacerse con el transporte.
“Por supuesto, pero para mejorar el transporte público hay otras alternativas, mucho más baratas, más eficientes y con menor contestación ciudadana que el tren del Sur, que implica gastar muchísimo dinero, unos 3.700 millones de euros y un impacto enorme en el territorio y en un número de viviendas tal que no merece la pena vistos los beneficios que pudiera tener”.

-¿Me dice alguna alternativa?
“Abogamos por el transporte público, pero de calidad. Con esos 3.700 millones da de sobra para carriles exclusivos al transporte público o a la alta equipación, así como para mejorar las guaguas notablemente. Eso reducirá el transporte privado”.

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