-¿Cuáles son los motivos que le llevan a renunciar a la política?
“Renunciar es dejar las cosas a la mitad y no me lo planteo así. En realidad, es el fin de una etapa cuando acabe la legislatura. Ha sido un largo periodo de dedicación a las tareas públicas: seis años como consejero de Educación; otros seis como consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad, y ahora, culminaré estos ocho años en el Parlamento, los últimos cuatro como portavoz del Grupo Parlamentario. Para mí, el hito de aprobar el Estatuto de Autonomía, sobre el cual tuve responsabilidades desde 2004 hasta la última etapa de negociación con el Ministerio de Presidencia y Administraciones Territoriales, ha sido un hito muy importante en mi trayectoria política”.
-¿Qué hará ahora?
“Vuelvo a mi actividad profesional que es el Derecho, tanto en el ámbito de la Universidad, donde soy profesor de Constitucional, además de letrado en el Parlamento de Canarias, tarea en la que naturalmente, espero cumplir con mi deber”.
-¿Qué le ha dicho Clavijo?
“Desde el punto de vista político, era la primera persona con la que tenía que contactar. Antes de Navidad ya le había comunicado mi decisión, aunque me dijo que me tomara un tiempo para pensarlo mejor. Él intentaba que, de alguna manera, siguiera vinculado al proyecto político de CC. Considero que me voy en un buen momento para la organización política; en un buen momento personal y con la satisfacción del deber cumplido”.
-Hay quien asegura que sus relaciones con el presidente no eran buenas.
“Eso no es cierto. Con el presidente tengo una relación excelente. Al estar en minoría en el Parlamento, hemos tenido que estrechar la relación a la fuerza, porque la actividad del grupo necesitaba mucha coordinación con cualquiera del Gobierno, que yo llevaba directamente con él. La relación siempre fue directa y era, es y sigue siendo una relación excelente”.
-¿Va a seguir usted como militante de CC?
“Tengo que valorarlo, más que nada, en el ámbito profesional. Cuando regrese al Parlamento al servicio activo, por necesidades vinculadas a las normas de gobierno interior de la Cámara, no puedo tener ningún tipo de militancia activa, por tanto no la tendré. Pero eso no significa que no siga siendo una persona que, como nacionalista, considere que Canarias está por encima de todo”.
-¿Cómo ha vivido esta legislatura?
“La gestión de un Gobierno en minoría es la necesidad de estar en la continua búsqueda de acuerdos. Creo que esa tarea me ha tocado a mí liderarla dentro del grupo. He contado también en el grupo con gente que ha conformado un equipo y eso nos ha dado capacidad de diálogo y, sobre todo, lo que siempre yo preconizo: el consenso como método, el acuerdo como resultado. Hay que respetar al adversario para poder dialogar primero y, cuando se establecen condiciones de diálogo, muchas veces hay acuerdos. En otras no lo hay, pero el respeto no se pierde”.
-¿Respalda usted esa política tan beligerante con el Gobierno de España? ¿Es una nueva estrategia para recuperar diputados de cara a las elecciones de mayo?
“Desgraciadamente, el problema que hay ahora con el Gobierno de España no es un problema entre partidos, no es un problema entre el PSOE y CC. Es un problema de Canarias con el Gobierno de España. Pedro Sánchez ha priorizado los apoyos parlamentarios que le invistieron cuando prosperó la moción de censura, y, en este momento, esas parecen ser sus orientaciones desde el punto de vista territorial. Lo que no es presentable ni admisible es que los recursos que tienen que garantizar la inversión media estatal y derivados del REF se olviden en el primer presupuesto que pueden hacerlo”.
-¿Es, por tanto, su aportación al Estatuto lo más importante que ha hecho en política?
“Sin duda. Lógicamente, trabajar en un Estatuto de Autonomía es trabajar en una norma que estructura nuestro autogobierno. Para mí fue un trabajo que se inició en 2004, se recuperó con el Gobierno de Paulino Rivero, inicialmente con Fernando Ríos como Comisionado para el Autogobierno y se envió a la Cámara. En el Parlamento fui ponente, después defendí ese texto en Madrid en el Congreso de los Diputados. Luego tuve la oportunidad de hacer que el PP, que gobernaba en España entonces, se sumara al texto estatutario”.
-¿Y el momento más complicado?
“Cuando comencé tuve que resolver un problema grave que había en la Educación en el año 99, derivado de la gestión hasta ese momento. Al convocar las oposiciones para personal docente, que hacía ocho años que no se convocaban, fue un momento conflictivo con cuestiones de seguridad que fueron importantes y, afortunadamente, aquel primer tramo, que fue el más complicado, se superó”.
-Ha tenido usted la confianza de muchos presidentes.
“Hoy (por ayer) he agradecido expresamente a Román Rodríguez, que era nuestro presidente en CC; más tarde a quien ha sido un referente para mí en la política, y sigue siéndolo, Adán Martín; el propio Paulino Rivero, con quien tuve una relación excelente, pese a que al final tuvimos diferencias en torno a la orientación que debía tomar la política y, por supuesto, a Fernando Clavijo, que es la expresión de renovación del proyecto y que en estos cuatro años ha conducido bien los destinos de Canarias y esperemos, por tanto, que cuente después con la confianza necesaria para seguir haciéndolo”.
-¿Con cuál se quedaría?
“Yo no tengo dudas: Adán Martín. Tenía una proyección profunda de la orientación de Canarias en ese espacio del Atlántico Medio y creo que es la identificación de lo que tenemos que hacer. Un territorio dentro de Europa y de España, con una identidad diferenciada, al lado del territorio africano y creo que eso Adán lo tenía muy claro”.
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