carnaval 2019

Las murguitas dan protagonismo al humor en la segunda fase

Sube el nivel de las actuaciones en el ecuador del concurso, en el que participaron Los Rebeldes, Los Lenguas Largas, Frikywiky’s, El Cabito, Guachipanduzy, Los Castorcitos y Los Redoblones
Castorcitos. / SERGIO MÉNDEZ

El Concurso de Murgas Infantiles del Carnaval continuó anoche con su segunda fase, que subió el nivel del certamen y en la que las murguitas dieron protagonismo al humor y a temas más acordes a su edad, en un Recinto Ferial que tampoco se llenó de público en esta ocasión.

La noche arrancó fuerte con las buenas voces y letras de Los Rebeldes, que ofrecieron un gran espectáculo con temas divertidos a la par que reivindicativos. Los 50 componentes empezaron con el tema Siempre que puedo, pido un deseo, en el que lanzaron divertidos deseos y otros más serios, así como poder “cumplir 50 años en mi fiesta”. En su segundo tema, Las niñas ya no quieren ser princesas, criticaron con mucho humor e ironía los juguetes sexistas o que “antes de nacer ya tenía todo rosa”, mientras “mi hermano no ordena porque se roza”, denunciaron. “Queremos el rosa y el azul unidos porque somos iguales”, reivindicaron junto con un gran lazo de ambos colores, a la vez que culparon a los padres de consentir determinadas actitudes machistas en los niños.

Les siguieron Los Lenguas Largas, que también realizaron una gran actuación que hizo disfrutar al público. Con su primer tema, Nuestro reloj de arena, volvieron al pasado para “recuperar cosas que ya se han olvidado”, con cariñosas palabras hacia sus abuelos también y finalizando con un recuerdo a las “murgas de antaño”. En su segunda canción, hicieron un divertido relato de Un día de clase, en el que pidieron que se recuperen los recreos de antes, terminando con un intercambio de frases en silbo gomero con una persona del público, reivindicando así su enseñanza.

Los terceros de la noche fueron Frikywiky’s, que en su primer tema, Las ventajas de no ser canario, reivindicaron el campo y el fomento de las energías renovables, para acabar recordando a quienes vienen en patera buscando un futuro mejor. En su segunda canción, De hobbie en hobbie, y así suelto el móvil, hicieron un repaso por diferentes aficiones, a la vez que incluyeron críticas al poco cuidado de los mares, por ejemplo, o la falta de opciones culturales.

Con los 34 componentes de El Cabito se alcanzó el ecuador del concurso. Su primer tema, Entre Facebook y Iphone, tiro porque me toca, fue ganando según avanzaba y en él hablaron con humor de los recreos y del uso de los móviles y las redes sociales, abogando por la recuperación de los juegos de antes. En su segunda canción, Un niño, historias de ayer y hoy, trasladaron al público a un futuro dominado por las tecnologías, en el que hicieron un divertido relato de una familia absorbida por los móviles y las tabletas.

Los quintos en subir al escenario fueron Guachipanduzy, que dieron un gran espectáculo con sus alegres temas. En su primero, Mucho más que un regalo, reivindicaron los juegos de antes en la calle con los amigos, frente a las nuevas tecnologías. Un tema muy recurrente en esta segunda fase. En su segunda canción, Como mi pandilla solo hay una, abogaron por la inclusión y la integración social, a través de una clase en la que conviven niños de diferentes países o con alguna discapacidad.

Ya en la recta final, los sextos de la noche fueron Castorcitos, que demostraron una gran calidad de voces y actuación. En su primera canción, Para hacer el tema perfecto debo hacer todo correcto, fueron de los más críticos de la noche con los políticos y con que no se permita subir al escenario a los menores de tres años. En su segunda canción se convirtieron en espectadores, intercalando críticas y lamentando la falta de componentes en los grupos. Acabaron con la implicación de la afición, que en un momento dado se dirigió al jurado interpretando como si fuera la propia murga.

Los últimos de la noche fueron Redoblones, que sorprendieron con la puesta en escena más llamativa, con elementos fluorescentes en sus fantasías, que se iluminaron en la oscuridad. Los 48 componentes dieron un espectáculo de gran calidad con dos de los temas más divertidos de la noche. En su primera canción hicieron una divertida competición entre Padreras y Madreros en la que implicaron también al público. Para su segundo tema montaron una floristería en pleno escenario, derrochando humor y originalidad, a la par que crítica hacia la concejal de Fiestas o el jurado, acabando con un homenaje al resto de grupos y personajes del Carnaval. “Un jardín de flores será que solo hay que cuidar”, concluyeron.

Hoy, a las 19.00 horas, se celebra la última fase del concurso, tras la que el jurado nombrará a las murguitas ganadoras de este año.

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