sociedad

Los microplásticos llegan a Canarias con altos índices de contaminantes químicos

Un estudio de la ULPGC revela que las partículas que alcanzan las costas del Archipiélago absorben del agua hasta 81 sustancias diferentes, incluidos hidrocarburos y pesticidas agrícolas
Un estudio de la Ulpgc revela que las partículas que alcanzan las costas del Archipiélago absorben del agua hasta 81 sustancias diferentes, incluidos hidrocarburos y pesticidas agrícolas.

La situación geográfica de Canarias en pleno paso de una de las corrientes principales que conforman el giro oceánico del Atlántico Norte exponen a las Islas a una de las lacras medioambientales que amenazan los mares del planeta: los microplásticos.

Recientemente, un estudio realizado por siete investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) reveló que las diminutas partículas de basura que el Océano Atlántico arrastra hasta las costas del Archipiélago llegan con hasta 81 contaminantes químicos diferentes que han absorbido del agua.

Lo más preocupante es que se han registrado concentraciones miles de veces superiores a las de su entorno y, lo que es más grave, pueden afectar a la cadena alimentaria. El artículo, firmado por María Camacho y Alicia Herrera, entre otros investigadores, y que publicó el mes pasado la revista Science of the total environment, advierte no solo del peligro que comportan los plásticos por su propia composición, sino sobre todo por su capacidad para absorber y acumular otros contaminantes, desde hidrocarburos hasta pesticidas, entre ellos el clorpirifos, un plaguicida agrícola que los principales grupos ecologistas europeos llevan años pidiendo su prohibición.

fragmentación

Se calcula que cada año se arrojan al mar más de 12 millones de toneladas de plásticos que no se degradan, sino que se van fragmentando progresivamente con el paso del tiempo hasta quedar reducidos a partículas milimétricas, susceptibles de ser ingeridas por el plancton (conjunto de organismos que flotan y arrastran las corrientes) y los peces, como ya se ha demostrado. Según el estudio de la universidad grancanaria, en el caso concreto del Archipiélago cada marea deja un promedio de 120 gramos de microplásticos por metro cuadrado de arena en playas como Famara, en el norte de Lanzarote.

En Tenerife, la playa del Porís de Abona, a la que golpea de lleno la corriente oceánica del norte, se ha convertido en la puerta principal de de la Isla para los microplásticos. Sus niveles de contaminación alarman. El verano pasado la ONG Canarias Libre de Plásticos llegó a recoger hasta 50 kilos de residuos en apenas dos horas. Los componentes de la organización, que volverán a repetir la iniciativa el próximo domingo, están convencidos de que los microplásticos depositados en la orilla son el resultado de un proceso de desintegración superior a los 50 años. Semanas antes, un estudio realizado por el IES Los Cristianos en la misma zona de costa, presentado en el II Congreso de Proyectos Globe, detectó valores máximos de hasta 679 gramos por metro cuadrado de microplásticos (de menos de cinco milímetros) y 1.112 de macroplásticos, datos en ambos casos muy por encima de cualquier estudio realizado hasta ahora en el resto de las Islas.

El profesor Javier Reyes, impulsor de la iniciativa, explicó a este periódico que el muestreo se realizó en transectos de 50 metros en los límites de la marea baja, media y alta mediante el empleo de cuadrantes. “No estamos sólo ante un problema paisajístico o medioambiental, sino también ante un factor serio que afecta a la salud por la presencia de nanoplásticos (micropartículas inferiores a una micra) que ingieren los organismos marinos y que acabamos comiéndonos”, advirtió el docente.

“Nos estamos ahogando en plástico”

*Por Leticia Díaz

La contaminación por microplásticos en el mar preocupa cada vez más a nivel global. Se trata de un material dañino al que, además, se le adhieren toxinas mientras se desplaza por los océanos. En este sentido, Luis Valien, de la ONG Canarias Libre de Plásticos, indica que “estas partículas pueden trasladar a nuestras costas toxinas de otros entornos que perjudiquen a la fauna marina propia, ya sea matándola, adulterándola o transmitiéndolas, directamente, a los humanos a través del pescado que consumimos”. “Nos estamos ahogando en plástico”, sentencia. Asimismo alude a los preocupantes resultados de dos estudios elaborados por la asociación Microtrofic, centrada en el análisis de los microplásticos marinos y su incorporación a las redes tróficas (cadena alimentaria) en Canarias. El primero recogía que el 80% de las caballas pescadas en las Islas contienen microplásticos; el segundo, que entre diferentes playas de la provincia de Las Palmas, la más contaminada por este material era un arenal situado en La Graciosa, concretamente, la playa del Ámbar.“Es importante tener en cuenta que los microplásticos que vemos hoy en las costas fueron tirados al mar hace decenas de años”, lamenta Valien. “Lo más grave es que “la producción del plástico no solo no se ha reducido, sino que se ha duplicado en la última década”. Al activista le asusta pensar en las consecuencias que veremos dentro de unos años cuando “la isla de plástico que existe en el océano Pacífico comience a degradarse”. Aunque decide mostrarse proactivo cuando asegura que es necesario actuar: “existen dos posiciones: o eres parte del problema o de la solución”. El fundador de Canarias Libre de Plástico ya ha escogido.

TE PUEDE INTERESAR