Olvídense del equipo ramplón que vimos fuera de casa durante toda la primera vuelta. El nuevo Tenerife también es otro equipo lejos del Heliodoro y ayer lo demostró ante el Deportivo de La Coruña en Riazor. Los blanquiazules no pudieron pasar del empate a cero, sencillamente porque siguen sin tener gol, pero completaron el mejor partido foráneo de la temporada. Demostraron una solidez defensiva inquebrantable y unas hechuras de equipo rocoso nunca antes vistas esta temporada.
No hizo grandes inventos José Luis Oltra en el once inicial. Entró Montañés en el extremo zurdo, por lo que Naranjo, que fue titular el pasado fin de semana, fue suplente, mientras que el descartado fue Javi Alonso. El resto fue lo esperado.
Los visitantes saltaron al campo con confianza, a pesar de que delante tenían a un claro candidato al ascenso que no ha perdido ni un partido en lo que va de liga en su feudo.
De hecho la primera ocasión clara de gol correspondió al equipo de José Luis Oltra. A los ocho minutos de juego remató de cabeza Jorge Sáenz y milagrosamente desvió a córner con un paradón Dani Giménez.
Al Deportivo le sobresaltó la oportunidad de su rival y, con algo de timidez, empezó a acercarse a la portería blanquiazul, pero se encontró con un equipo muy sólido y mejor plantado en defensa, un muro muy difícil de sortear.
Aún así, el Depor intentó sorprender a Dani Hernández con sus jugadores de ataque. Probó fortuna a los 23 minutos Christian Santos con un disparo alto y lejano y a los 35 Borja Valle con un lanzamiento que se marchó a córner. A esas alturas el Tenerife estaba desconectado en ataque, pero atrás se mostraba como un equipo sólido, todo lo que no había demostrado durante toda la primera vuelta.
La segunda mitad arrancó con un cambio de José Luis Oltra. Se quedó en la caseta, de nuevo lesionado, Paco Montañés y entró José Naranjo. Buen partido del onubense.
Este cambio ofensivo no trastocó al equipo, bien posicionado en el césped de Riazor, con Malbasic como referencia de su juego ofensivo, aunque sin efectividad en el área.
Con el paso de los minutos el Deportivo demostró que el partido se le hacía cada vez más cuesta arriba, mientras que el Tenerife crecía y crecía capitaneados por los serbios Racic y Malbasic. Llegó el punto en que Riazor criticó el juego de su equipo con algunos silbidos, por lo que el técnico local tuvo que replicar haciendo cambios: dio entrada a Fede Cartabia a falta de 20 minutos e hizo debutar al argentino Nahuel Leiva para pasar de tres delanteros a dos extremos, con Quique en punta. Así mejoró el Depor.
Oltra también movió su banco con la intención de darle más mordiente ofensiva al equipo. Sentó al capitán, Suso, y le ofreció minutos a un Coniglio que sigue sin demostrar mucho.
Las mejores ocasiones de la segunda mitad llegaron muy al final y correspondieron al equipo local. Quique, en una clara oportunidad, pudo marcar en el minuto 82 ante Dani Hernández, pero cruzó en exceso desde el interior del área pequeña. Peor lo pasó el meta hispanovenezolano, que ya suma tres jornadas consecutivas imbatido, en la última jugada del partido: Fede Cartabia, máximo goleador del Deportivo, pudo desequilibrar el choque en el descuento. Una falta suya la atajó con problemas el meta blanquiazul. Ahí murió el partido y el Tenerife sumó un buen punto en una cancha siempre complicada. Aún así, se le sigue resistiendo la primera victoria foránea de la temporada.
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