la palma

María del Mar, una madre desesperada: “Busco a mi hijo en las cunetas, en los caminos, en cada cara…”

Dar voz a María del Mar Pérez, la madre del joven que desapareció con 26 años, es la única forma de acompañarla en la pena en que se sumerge cada día desde que, hace ya casi dos años, desapareció por razones ajenas a su voluntad
María del Mar busca de forma incansable a su hijo desde hace casi dos años, cuando desapareció en Los Llanos. | DA
María del Mar busca de forma incansable a su hijo desde hace casi dos años, cuando desapareció en Los Llanos. | DA

Dar voz a María del Mar es la única forma de acompañarla en la pena en la que se sumerge cada día desde que, hace ya casi dos años, desapareció por razones ajenas a su voluntad -según indican las pruebas del caso- su hijo Alejandro. María del Mar tiene ahora una sola motivación. Saber dónde está Alejandro, al que en un confesión dolorosa pero cargada de sinceridad supone fallecido. Necesita encontrarlo y despedirse en un rito que no existe para las familias de las personas desaparecidas. May mantiene su trabajo como auxiliar en una residencia de mayores para abrir pequeños espacios en su mente que le permitan seguir viva y no ceder ante el dolor. Necesita que la escuchen, que la investigación se reabra, que más allá del riguroso trabajo de la Policía Judicial se puedan contar con más medios, de los que la Isla carece frente a desapariciones como las de su hijo Alejandro.

– ¿Qué necesita decir María del Mar, a quién necesita dirigirse y pedir ayuda?
“Necesito que no se olvide la desaparición de mi hijo Alejandro, necesito que como ha hecho el Diputado del Común, que ha sido el único que dio un paso al frente para llamarme y ofrecerme ayuda, se me escuche y se muestre interés por solucionar casos como el mío, el de mi hijo Alejandro y su desaparición con medios que sí existen en otras partes de España y de Canarias y que no tenemos en La Palma. Por ponerte un ejemplo de cómo funcionan las cosas, en Canarias no hay datos del número de cuerpos hallados que siguen sin ser identificados por el Instituto Anatómico Forense, que depende del Gobierno de Canarias. En La Palma, en el año 2017 cuando desapareció mi hijo y en un período de tiempo de seis meses desaparecieron también otros dos hombres de Tazacorte y Garafía. Son tres casos sin resolver”.

Alejandro, deaparecido en mayo de 2017, es padre de un hijo de seis años que necesita respuestas. | DA

– Es un dato preocupante…
“En ninguno de los tres casos se desplazó a La Palma ningún equipo especializado en la búsqueda de personas desaparecidas, no contamos con unidades de perros para la búsqueda de cadáveres, y la búsqueda en el mar, en la costa frente a la que desapareció mi hijo Alejandro se comenzó cinco días después de que desapareciera y cuando ya se sabía que era una desaparición involuntaria, calificada de algo riesgo”.

– ¿Ha encontrado una escucha suficiente y útil en las instituciones?
“Solo le diré que habían transcurrido nueve meses cuando la alcaldesa del municipio donde vivía Alejandro, donde vivo yo, en Los Llanos de Aridane, me dijo que no sabía que el joven desaparecido fuera de Los Llanos. Sentí impotencia porque te das cuenta de que algo tan importante, que debe encender todas las alertas y ser de conocimiento de las autoridades pasa desapercibido y claro, la sensación de desamparo es muy grande. Acepté la ayuda de los servicios sociales del Ayuntamiento y de un psicólogo. además de eso aún hoy sigo esperando porque la consejera de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias me atienda, y sigo preguntándome por qué los voluntarios de entidades como Ayuda en Emergencia Anaga, Alfa Tango o Protección Civil en La Palma, a diferencia de lo que ocurre en otras islas, deben ceñirse a la orden de búsqueda que pueda dar en La Palma el Centro Coordinador de Emergencias, el Cecopin, que depende del Cabildo. En otras islas los voluntarios pueden empezar a buscar desde el primer momento o después de que termine la búsqueda oficial, con la familia. Eso no ocurre en La Palma”.

– Usted ha ido perdiendo la confianza en que Alejandro pueda seguir con vida.
“Creo que mi hijo no está vivo. Alejandro no desapareció por su voluntad, tengo su documentación, su coche apareció abierto en medio de un camino de la costa. Es comprobable que durante los primeros días, hasta que el teniente de la Guardia Civil no conoció el caso, se cometieron errores y se perdieron pruebas. En lugar de precintar el coche, de buscar medios para localizar pruebas, huellas, datos que pudieran dar a los investigadores una idea de qué había ocurrido, personas particulares entraron en el vehículo, allí entró todo el mundo”.

– ¿Qué crees que hay que hacer a partir de ahora?
“Necesito que se empiece de cero, que se estudie el expediente del caso, que se analicen las circunstancias con ayuda especializada y que podamos saber dónde está. Busco a Alejandro en las cunetas, en los caminos, en cada cara, en cada gesto. No puedo hacerlo sola. Todas mis fuerzas están puestas en conseguir que se le busque porque tengo que dar una respuesta a su hijo de seis años. Cuando hay un accidente, por trágico que sea, cuando hay una enfermedad, hay una respuesta pero esta situación es una constante agonía, un infierno que no puede terminar sin encontrarle”.

– Con la admisión a trámite de su queja ante el Diputado del Común y ahora ante el Defensor del Pueblo, que está a la espera de respuesta en la consulta a la Dirección General de la Guardia Civil, ¿tiene confianza en que el caso pueda avanzar?
“Creo que sí, que si antes no han habido medios ahora pueden compensarse los errores haciendo lo correcto, trabajando de forma rigurosa, reconstruyendo qué pasó y por qué y dónde está mi hijo. Nos merecemos, necesitamos respuestas”.

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