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CC quiere unir Tenerife y Gran Canaria con ‘barcos que vuelan’

Ante el insólito anuncio electoralista del vicepresidente Pablo Rodríguez, la oposición reacciona con estupefacción y habla de “ocurrencia”, mientras el cachondeo predomina en las redes sociales
Hasta ahora, esta tecnología solo está regularizada en Rusia, China y Corea. DA
Hasta ahora, esta tecnología solo está regularizada en Rusia, China y Corea. DA
Hasta ahora, esta tecnología solo está regularizada en Rusia, China y Corea. / DA

El vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez (Coalición Canaria), anunció ayer la intención de conectar las dos capitales canarias con las llamadas naves de vuelo rasante (NVR), que, en resumidas cuentas, son barcos que vuelan muy bajo gracias al colchón de aire que generan. Dicho anuncio, realizado en una comunicación oficial del Ejecutivo autonómico, fue acogido ayer con estupefacción por parte de partidos de la oposición como el PSOE y Nueva Canarias, mientras que en redes sociales predominó el cachondeo.
Respecto a tan electoralista iniciativa (que se produce al día siguiente de convocarse las próximas elecciones), Rodríguez reconoció que se trabaja en este proyecto desde 2017, si bien fue el pasado 6 de febrero cuando se validó “una propuesta definitiva de normativa para naves de vuelo rasante (NVR), que ahora debe iniciar su tramitación para ser aprobada como norma legal”, para lo cual ha contado con la Dirección General de la Marina Mercante, con cuyo principal responsable, Benito Núñez, se reunió ayer Rodríguez.

Actualmente solo Rusia, Corea y China disponen de una regulación nacional específica para este tipo de naves que permita la explotación de los llamados ekranoplanos, que avanzan sobre un colchón de aire sin contacto con el agua. Aunque parezca un avión, legalmente son barcos. Además, Rodríguez afirma que son capaces de recorrer la distancia entre ambas capitales canarias en media hora. Es decir, la mitad de tiempo del antiguo jet-foil. Como era de esperar, la oposición mostró ayer su sorpresa sobre este anuncio del Gobierno autonómico que, a juicio del presidente de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, se trata de “una ocurrencia”. “Reconozco que hablar a estas alturas de barcos que vuelan para unir las islas me causa estupefacción, porque precisamente no tenemos ningún tipo de problema en el transporte interinsular, y más ahora que hemos logrado las bonificaciones al 75%”, reflexiona el expresidente del Gobierno regional, para quien “el vicepresidente debería dedicarse en cuerpo y alma a solucionar los problemas que tenemos, que son gravísimos, en el territorio, y hacer todo lo posible para completar las redes viarias de Tenerife y Gran Canaria, cuyos vecinos sufren todos los días atascos que son ya crónicos”. “De verdad que no necesitamos barcos voladores”, reiteró Román Rodríguez, para quien el anuncio “parece una cantamañanada, porque insisto en que nuestras comunicaciones por mar y aire están al mejor nivel hoy en día”, recalcó.

Cuestionado igualmente sobre esta cuestión, el portavoz parlamentario del PSOE Iñaki Lavandera consideró que “lo que es una realidad es que Coalición Canaria necesita fabricar algún titular de cara a la campaña electoral, porque este asunto está muy verde y le queda mucho recorrido para convertirse en una realidad”. El socialista no ve con malos ojos que “el Gobierno de España desarrolle una normativa o que haya más competencia en materia de transporte, pero este anuncio vale lo mismo que si dicen que la tecnología 5G y los coches autónomos posiblemente solventarán el problema de los atascos en las carreteras de Tenerife y Gran Canaria. Otra cosa es cuándo, claro está. Es obvio que se trata de mero electoralismo”.
Mientras tanto, en las redes sociales no faltó el cachondeo a la hora de valorar la propuesta de Rodríguez, pero también hubo críticas y, directamente, burlas. No fueron pocos los que señalaron que el éxito del proyecto dependerá exclusivamente de si se reparten ambrosías por el camino, pero no faltaron epítetos como “patético” y hasta hubo quien, finalmente, se lamentó: “Mira que se le ocurren estupideces”.

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