María Nieves Rodríguez vive en la calle Juan Fernández y su vivienda está afectada por la plaga de Reticulitermes flavipes. Fue una de las primeras en exponerse al público y mostrar los daños que las termitas han dejado en su vivienda.
Hace cuarenta días, cuando este periódico visitó su casa por primera vez, la presencia de este insecto se podía ver en la ventana de la cocina, en el zócalo, en la parte inferior de la pared del cuarto anexo a la cocina, y debajo del poyo, que está todo roído.
Sin embargo, la situación se ha agravado y afecta a más muebles de la cocina y a la huerta que el matrimonio tiene anexa a su casa, ya que las termitas han empezado a contraatacar y a comer las viñas y parte de las higueras, donde también se pueden ver los pequeños nidos de barro, el rastro que dejan, y en dos postes de teléfono cercanos. Este fin de semana quieren coger las papas que tienen sembradas “pero hasta que no las cabemos no sabemos cómo estarán”, dice.
Fue el Domingo de Resurrección cuando descubrió que habían atacado a un aparador grande ubicado en la cocina y que el matrimonio compró con gran esfuerzo. “Era costumbre de mis padres no fregar el Jueves y el Viernes Santo, así que el domingo, cuando fui a rodarlo para echar un producto que las repele me encontré un camino de barro por encima de la cerámica que llegaba hasta una de las patas y comprobé que ya se lo estaban comiendo”, cuenta.
Nieves está desesperada y “con el miedo en el cuerpo” de que se pasen a las habitaciones y “sigan comiendo a sus anchas” como lo están haciendo en la huerta con las plantas vivas. Asegura que un biólogo de la Universidad de La Laguna (ULL) enviado por el que contrató el Ayuntamiento, David Hernández, comprobó los daños en su vivienda, le confirmó que era un “caso urgente” y que iba a pasar el escrito al Ayuntamiento “pero el alcalde sigue sin hacer nada”, lamenta.
El lunes fue al Consistorio con otra afectada a preguntar por los papeles que hacen falta para pedir las ayudas ya que en su caso le resulta imposible afrontar un tratamiento de más de 8.000 euros. Pero allí se encontraron con el mandatario, Álvaro Dávila, quien les dijo que “no pintaban nada allí” y que había que esperar a que la convocatoria saliera publicada.
Justamente ayer las ayudas salieron publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y en estos momentos está abierto el plazo para que la ciudadanía pueda hacer las alegaciones a las bases inicialmente aprobadas.
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