política

Más que un debate, un mitin a seis voces

Todos los candidatos, menos Oramas (CC), coinciden en los graves problemas de Canarias y prometen grandes mejores si salen elegidos
Los representantes de cada partido, antes del debate| SERGIO MÉNDEZ
Los representantes de cada partido, antes del debate| SERGIO MÉNDEZ
Los representantes de cada partido, antes del debate| SERGIO MÉNDEZ

Más que un debate, la cita con seis de los candidatos a ser elegidos como diputados por alguna de las dos provincias del Archipiélago que respondieron ayer a la convocatoria de la Radio Televisión Canaria (RTVC) resultó ser un mitin electoral a seis voces en el que se echó de menos más libertad para la confrontación de ideas. Allí hicieron acto de presencia cinco de los que se presentan por la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Alberto Rodríguez, de Unidas Podemos; Ana Oramas, de CC; Ana Zurita, del PP: Héctor Gómez, del PSOE; y Melisa Rodríguez, de Ciudadanos), mientras que el sexto convidado fue Pedro Quevedo (Nueva Canarias), que se presenta por Las Palmas.

Dado lo encorsetado del modelo, con varios bloques temáticos que más de uno de los intervinientes acabó ignorando para elegir el tema que prefería tratar, lo cierto es que pocas conclusiones se pueden sacar, más allá de que todos (salvo Oramas) coincidieron en retratar a Canarias como una comunidad autónoma con gravísimos problemas y que no se gestiona bien, a la par que se amontonaron una batería de mejoras y parabienes para las Islas cuya materialización, claro está, dependerá de que salgan elegidos los respectivos aspirantes a entrar en la Cámara Baja tras las generales, previstas para este domingo 28 de abril.

De los intercambios de pareceres, más escasos de lo que cabría esperarse en un debate, hubo fuego cruzado generalizado entre Oramas y Gómez, pero también con Zurita, y a su vez entre los representantes de PP y PSOE. El tono de Quevedo fue más constructivo respecto a las relaciones Canarias-Estado, mientras que los representantes de Unidas Podemos (UP) y Ciudadanos repartieron críticas entre sus oponentes. Es de alabar que los seis candidatos tuvieran palabras de consternación y repulsa para el presunto doble crimen que ha tenido lugar en Adeje, donde un alemán está detenido como presunto responsable del fallecimiento de su mujer y su hijo de 10 años.

Empezó la cita de ayer en RTVC hablando de políticas de empleo, y sirvieron las exposiciones para comprobar las líneas maestras de las seis formaciones políticas. Así, mientras Alberto Rodríguez optó por mostrar su rechazo a “la subcontratación, la temporalidad y la precariedad en el empleo”, y aprovechó para proponer un cambio fiscal radical en el que “los bancos, las entidades financieras, paguen el 20%, entre otras cosas para que nos devuelvan los 60.000 millones del rescate, y las grandes empresas el 15%”. Zurita presumió de que “lo que sabe hacer bien el PP es crear empleo, y seguiremos creando 500.000 puestos de trabajo al año”, para lo cual propuso “más tarifa plana para los autónomos” y, ojo, cambios en la reciente reforma laboral, un objetivo compartido por los otros cinco partidos. Por supuesto, la política fiscal del PP es contraria a la de UP y pasa, básicamente, por una reducción de impuestos e “incentivos vinculados a la vivienda y el empleo”. Para Gómez, “es inadmisible el paro estructural existente en Canarias” , y para combatirlo el PSOE propone un “plan de formación de modernización para adaptar la formación al empleo”, idea que, en general, repitieron casi todos los candidatos. Otra promesa que también se oyó varias veces fue la de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Sobre impuestos, Gómez recordó que “no se puede renunciar a los ingresos que se necesitan para combatir la desigualdad social”. Explicó Pedro Quevedo que “tenemos un motor económico que va bien, [el turismo], pero que no se traduce en empleos de calidad. Nuestra renta per cápita ha bajado del 97% de la media nacional al 82. Algo terrible está pasando”, concluyó el de Nueva Canarias. Respecto a Oramas, también hizo énfasis en los efectos nocivos de la precariedad y la temporalidad laboral, pero pronto se enredó en las críticas a Madrid, comparando los logros obtenidos con el PP y los problemas que dice sufrir desde la llegada del PSOE a La Moncloa. “Los canarios tenemos que pelear por cada medida”, sostuvo la de Coalición. En su línea habitual, Melisa Rodríguez cargó contra la burocracia (“prometemos que nadie tenga que volver a presentar en ventanilla un documento que ya ha presentado antes”, dijo) y “contra los chiringuitos políticos, que a los canarios nos cuestan 200 millones de euros al año, cuando en dependencia gastamos 170 millones”.

A partir de aquí, y tras todos garantizar que pelearán por unas pensiones mejores para nuestros mayores (han sido incapaces de llegar a un acuerdo en el Pacto de Toledo) y la educación gratuita de 0 a 3 años (Canarias está a la cola de todo el Estado), se entró de lleno en el tema social, sin duda el de mayor interés dadas las características de las Islas. Oramas sorprendió prometiendo que trabajará “para igualar las pensiones no contributivas al Salario Mínimo Interprofesional”. Zurita prefirió apostar por “la educación concertada desde el bachillerato” y “subir las pensiones del 2 al 15% para las madres trabajadoras con hijos”. Desde Unidas Podemos, Alberto Rodríguez abogó “por recuperar la jubilación a los 65 años y que las personas que, cumplidos los 61 años, tengan 35 años cotizados, puedan jubilarse”. Tanto Gómez (PSOE) como Zurita (PP) presumieron de los logros alcanzados por sus respectivos partidos en los temas sociales. El socialista criticó los malos datos en lista de espera sanitarias en Canarias, y pidió “más diálogo y menos confrontación para mejorarlos”. Quevedo (NC), siempre en un tono distendido pero serio, no dudó en recordar que “si alguien está hablando de privatizar servicios, que lo diga”, a modo de réplica de las promesas sobre reducir la presión fiscal. Uno de los pocos momentos memorables de la noche llegó cuando Alberto Rodríguez recordó que “las pensiones no las ha subido ningún partido, sino las movilizaciones sociales”.

En el bloque destinado a la política territorial, el de Unidas Podemos aprovechó para seguir hablando de temas sociales porque “de Cataluña ya se ha hablado lo suficiente”. Fue aquí cuando desapareció Canarias del debate, con críticas cruzadas en relación a los pactos de Pedro Sánchez con fuerzas como ERC y PdCAT (Héctor Gómez negó su existencia) y, más allá de las consabidas llamadas al diálogo, apenas se tradujo en una repetición de los conocidos mensajes electorales de los partidos estatales.

Distinto fue cuando llegó el turno del encaje de Canarias en España, si bien el debate se deslució en parte por un fallo en los cronómetros que provocó algún despiste a los candidatos a la hora de ajustar sus intervenciones al tiempo prefijado. Para Quevedo, “el gran problema de Canarias en España es la incomprensión”, y dio la voz de alarma contra la “recentralización, que traerá de nuevos los agravios a esta tierra”, cuando “nuestro objetivo es que Canarias esté, como mínimo, en la media nacional”. Ana Zurita entiende que hay que elegir entre dos bloques, “uno que es letal para Canarias y otro, con el PP al frente, que generará empleo y riqueza”. Entiende Alberto Rodríguez que “hay que conseguir la igualdad en los servicios públicos, cueste lo que cueste, porque más nos cuesta la corrupción”, y pidió “que se cubran las plazas que siguen sin cubrirse en las Islas”, tras lo cual citó desde médicos a policías. Melisa Rodríguez entiende que “se debe convertir nuestras debilidades en fortalezas”, además de “trabajar para que Canarias sea un referente en energías renovables y apostar por una economía circular real”; también pidió la candidata de Ciudadanos “un trato específico para las Islas en asuntos como las costas”. Héctor Gómez tiene claro que lo importante es “el diálogo, que es obligado para los responsables políticos”, y lamentó que “los nacionalistas se inclinen hacia la línea dura, aunque nunca antes hubo tantos ataques pero el Gobierno de España ha salido bien valorado en estos diez meses”. Oramas negó la premisa socialista a su manera, explicando que “en CC no estamos por la confrontación, pero no vamos a estar callados cuando tenemos que defender a nuestra tierra, a la par que acusó en un par de ocasiones a los socialistas de “darle a Cataluña dineros que estaban comprometidos con Canarias”.

Aunque hubo tiempo de acordarse de otros temas como los atascos, el debate terminó con los candidatos solicitando el voto para sus propios partidos.

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