la casa blanca

Crecen los problemas para Trump en todos los frentes

Investigaciones, impuestos y la amenaza a la paz mundial... La relación con Rusia
Trump vetoes Congressional Resolution on National Emergency
Trump vetoes Congressional Resolution on National Emergency
Donald Trump en su declaración. / EP

El líder ruso y exoficial de la KGB no pudo resistirse a algunas bromas sardónicas durante la visita del secretario de Estado Mike Pompeo a su país.

“A pesar de la naturaleza exótica del trabajo del asesor especial Mueller, debemos darle crédito”, dijo Putin durante una visita de Pompeo, en Sochi, al Mar Negro, en lo que los representantes de ambas naciones coincidieron en declarar como un intento de mejorar las relaciones entre sus respectivas naciones.

Putin, emulando el lenguaje del presidente norteamericano, dijo que el informe de Mueller mostraba que las afirmaciones de conspiración eran “tonterías”, mostrando al mismo tiempo una alegría casi excesiva al echar leña al fuego de la controversia que surgió sobre las conclusiones del ex director del FBI.

Investigación, impuestos y conflictos

Trump afirma que fue “exonerado” por Mueller, pero aunque el fiscal especial no estableció una conspiración entre el equipo de Trump y Rusia, sí reveló múltiples contactos entre las dos partes en su informe, y pese a decantarse -muy a disgusto de los demócratas- por no tomar una decisión sobre si el mandatario obstruyó la justicia, acumuló pruebas de que más de 800 exfiscales federales imputarían a Trump, de no ser presidente.

A unos 9.000 kilómetros al oeste de Putin, las reverberaciones todavía amargas de ese sufragio nacional divisorio endurecieron su control corrosivo sobre las instituciones de la vida política de los Estados Unidos.

Washington aprovechó para tomarse un descanso en la preocupación sobre la guerra comercial con China y una posible guerra con Irán, y Washington volvió a caer en las disputas que se desataron tras el final de la investigación de Mueller. Sin embargo, al cabo de ese corto receso, cunde la sospecha de que nos encaminamos sin remedio a un conflicto armado en Oriente Medio mientras la guerra de aranceles cobra fuerza; el apoyo republicano al presidente parece polarizarse entre los conservadores, poniendo a la administración en una difícil situación.

El equipo de Trump y los demócratas ahora están librando una guerra de desgaste por las finanzas personales, la campaña y una presidencia que nació de la intriga de Rusia y pondrá a prueba la unidad nacional. Trump, quien se ha jactado de ser un magnate de las finanzas, aparece como un perdedor absoluto, según los informes tributarios revelados por el New York Times en los que el presidente habría perdido más de mil millones de dólares en los últimos años en sus empresas.

Aquellos ávidos de aplaudir las gracias de Trump dicen que lo que tiene es muy buenos abogados para pagar lo menos posible en impuestos, en otras palabras, “estafar legalmente” al pueblo norteamericano. Digno de admiración, sin duda.

Un gobierno sin dirigentes

En uno de los acontecimientos más sorprendentes de esta semana, algunas fuentes dijeron a los medios que el procurador general, William Barr, está trabajando con los líderes de la CIA y el FBI para investigar los orígenes de la vigilancia del FBI contra la campaña de Trump. También se está llevando a cabo una investigación en la misma área por parte del inspector general del Departamento de Justicia. Muchos demócratas están convencidos de que Barr, quien presentó el informe Mueller de manera favorable para Trump, está actuando menos como el principal oficial de la ley de Estados Unidos y más como abogado personal del presidente.
No es de extrañar la actuación del Fiscal general, Trump ha ido quemando la jerarquía de los principales funcionarios del Departamento de Justicia a un ritmo alarmante, y esta semana hay nuevas señales de que el director del FBI, Christopher Wray, podría estar en la cuerda floja.

El problema de Donald Trump Jr.

En otro frente amargo del drama de Rusia, hubo un avance tentativo. Trump Jr. y el Comité de Inteligencia del Senado negociaron un acuerdo para que el hijo del presidente testifique a puerta cerrada a mediados de junio.
El acuerdo se produce después de que el comité emitiera una citación el mes pasado que provocó un intenso golpe de estado conservador contra el presidente del comité republicano, el senador Richard Burr de Carolina del Norte. La comparecencia tiene previsto durar entre dos y cuatro horas y tendrá un alcance limitado a cinco o seis temas. Pero las preguntas sobre la reunión de Trump Tower en junio de 2016 y el proyecto de Trump Tower en Moscú no estarían fuera de los límites del interrogatorio.
Este acuerdo supone un compromiso favorable para ambos bandos y una rara excepción en el Washington de hoy. El presidente se había quejado anteriormente de que su hijo estaba siendo victimizado por un comité inusual encabezado por un republicano para presionar a su círculo íntimo..

Los límites de Trump

Otro avance en el drama de Rusia trajo presagios potencialmente preocupantes para la administración.
Un juez federal en Washington puso en duda la idea de que los tribunales podrían limitar la capacidad del Congreso para investigar a Trump, en la primera audiencia importante sobre citaciones del Congreso para los registros de la firma de responsabilidad del Presidente.
El juez a cargo, Amit Mehta, dijo que el Congreso ha hecho un trabajo históricamente importante con investigaciones en el pasado, como en Watergate y Whitewater. Sus comentarios son una señal precursora de que el poder judicial podría tratar de ponerse del lado del legislativo, ya que enfrenta múltiples demandas para arbitrar el enfrentamiento del Congreso con la Casa Blanca.

Cuenta atrás para las elecciones 2020

Mientras tanto, continúa la cuenta atrás hacia las elecciones generales de 2020, y el candidato demócrata a las primarias y exvicepresidente del Gobierno Joe Biden, tendrá que buscar la manera de contrarrestar los efectos de su rival más fuerte en estos momentos, Bernie Sanders, si quiere ser él quien se enfrente a Trump en unas elecciones en las que Estados Unidos tendrá que decidir si aspira a recuperar su credibilidad a nivel mundial.

TE PUEDE INTERESAR