Vuelve la sangrienta tradición popular a las Islas Feroe. El ritual centenario se ha vuelto a celebrar esta semana en la bahía de Torshavn, y en esta ocasión han sido 250 cetáceos los sacrificados, llegando incluso a teñir el mar de rojo.
El portavoz del gobierno de las Islas Feroe ha asegurado que “aunque la visión es dramática para los forasteros la carne y grasa de ballena son una parte muy valiosa de la dieta nacional de las Islas Feroe”.
La caza de cetáceos está regulada por la legislación de las Islas Feroe, incluyendo los métodos utilizados para su muerte, y desde las islas, como cada año, defienden esta práctica alegando que forma parte de su sustento.
Las imágenes han dado de nuevo la vuelta al mundo por lo impactante de ver el mar teñido de sangre de delfines y ballenas, y a raíz de ellas muchas organizaciones animalistas han iniciado campañas para tratar de nuevo de prohibir esta práctica.
We can all play our part in the #StopTheHunt campaign. 🐬🐋https://t.co/Sa5m5R2ITO @LewisCapaldi @FatboySlim #whales #dolphins
— Blue Planet Society (@Seasaver) 31 de mayo de 2019
A través de las redes sociales, la campaña de voluntarios Blue Planet Society ha denunciado la matanza. La organización la tilda de “ataque brutal y cruel”, y además
asegura que “cerca de 500 cetáceos ya han sido asesinados para ser consumidos en estas islas desde principios de 2019”.
Hasta ahora, más de 260.000 personas han firmado ya su petición online para prohibir la caza de delfines ballenas en Japón y las Islas Feroe.