política

Cuando las caras lo dicen todo

Los semblantes de los nueve concejales de Coalición Canaria en el Consistorio lagunero se ‘momificaron’ cuando estalló la ‘bomba’ de Patricia Hernández en el Ayuntamiento de Santa Cruz
emocionado, Gustavo Matos (PSOE). S. M.
 emocionado, Gustavo Matos (PSOE). S. M.
emocionado, Gustavo Matos (PSOE). S. M.

La Laguna se despertó ayer con tiempo lagunero, podríamos decir que azorrado. Sin embargo, según iban pasando las horas, los claros se impusieron a las nubes y soplaba algo de viento. En el tránsito entre La Concepción y el Ayuntamiento lagunero, la Ciudad de los Adelantados parecía que vivía de espaldas a la cita histórica que iba a tener lugar en el Consistorio de Aguere a las 12.00 horas.

La cola de ciudadanos que ansiaban acceder al salón de plenos ya llegaba hasta la plaza del Adelantado desde la puerta principal del Ayuntamiento una hora y media antes del comienzo. Unos pasos antes, dirección al Consistorio, en la calle Viana, nueve coches patrulla de la Policía Local eran estacionados, por si los ánimos se caldeaban. También había varios de la Policía Nacional.

Las caras de los concejales electos eran de tensión en la sala anexa al salón de plenos, lugar habilitado para los medios de comunicación, antes de comenzar la sesión. De hecho, algunos reían, pero los nacionalistas eran los más serios. Por el contrario, al portavoz de Avante La Laguna y socialista, Santiago Pérez, se le veía exultante, llevaba muchos años esperando este momento.

Los 27 concejales esperaban en fila en la citada sala para que la jefa de protocolo les diera el visto bueno para dar comienzo el partido, si hacemos uso del símil futbolístico. La secretaria de Organización insular de CC y exconcejala del Consistorio lagunero Flora Marrero utilizaba sus auriculares para escuchar el Tiempo de juego en otros campos, pero, ya resuelto el pacto de progreso en La Laguna, los focos se centraban en Santa Cruz.

Santiago Pérez, Luis Yeray Gutiérrez y Rubens Ascanio. S. M
Santiago Pérez, Luis Yeray Gutiérrez y Rubens Ascanio. S. M

Faltando poco para que arrancara el choque y cuando todos estaban dispuestos a realizar el paseíllo hasta el salón de plenos, abarrotado de público, se escuchó un grito sordo entre los asistentes: “Sííííí”. Había gol, pero no en el Heliodoro, sino en la Casa de los Dragos. Los concejales de Ciudadanos en Santa Cruz, con Matilde Zambudio a la cabeza, habían apoyado a la candidata socialista a la Alcaldía chicharrera, Patricia Hernández, que se convertía en la primera alcaldesa de la capital tinerfeña y, por ende, había logrado desbancar a CC de su principal feudo.

El diputado electo, y exportavoz socialista en La Laguna, Gustavo Matos, confirmaba la noticia. “Ha sido muy duro”, reconoció. Visión antagónica la de los nueve concejales nacionalistas en la Ciudad de los Adelantados, miradas perdidas, gestos serios, parecían momificados.

La jefa de protocolo dio orden a los 27 ediles para adentrarse en el salón de plenos. Todo parecía estar atado, no faltaba nadie, pero se captaban los nervios de unos y de otros.

En cuanto al desarrollo de la sesión plenaria, algunos gestos decían más que las palabras. Santiago Pérez, como presidente de la mesa de edad junto al portavoz de Ciudadanos, Juan Antonio Molina, recibió algunos a la hora de entregar las medallas a los 27 concejales. Se notó la tensión entre el alcalde saliente y el portavoz de Avante, no se saludaron. Otros dos concejales nacionalistas, el exdirector del Servicio Canario de Empleo y concejal electo, Sergio Alonso, y la exconcejala de Fiestas y otras áreas Atteneri Falero le dieron la mano al presidente de la mesa de edad, pero no permitieron que les colgara la medalla en el cuello.

A pesar de esos instantes, el público, tanto dentro como fuera del salón de plenos, se comportó con mucho respeto durante la sesión. Los vítores más significativos se los llevaron los tres líderes de los partidos de progreso, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), Rubens Ascanio (Unidas se puede) y el ya mencionado Santiago Pérez (Avante La Laguna), aunque también fue respaldado de manera destacada el alcalde saliente, José Alberto Díaz, que prometió que seguiría en el Ayuntamiento, pese a estar en la oposición.

José Alberto Díaz (CC). S. M.
José Alberto Díaz (CC). S. M.

Tras el pleno, tocaba salir al balcón con el bastón de mando. El nuevo alcalde y sus compañeros en el grupo de gobierno le acompañaron. En la plaza del Adelantado se escuchó: “Sí se puede”. 26 años después, La Laguna vuelve a ser gestionada por un alcalde socialista, precisamente el anterior, José Segura, también se encontraba entre los asistentes.

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