el charco hondo

Kinder Sorpresa

Los pactos, como la vida según la madre de Forrest Gump, son una caja de bombones, nunca sabes lo que va a pasar; y si en los acuerdos asoma la anarquía sinfónica de Ciudadanos -en cualquiera de sus infinitas facciones, versiones y corrientes- los pactos adoptan la forma de los Kinder Sorpresa, esos huevos de chocolate que llevan dentro un regalo que no se deja ver (con sus instrucciones, eso sí). La balacera de querellas, expedientes de expulsión, amenazas, desmentidos y acusaciones que están protagonizando estos días los responsables de Ciudadanos, a raíz de lo vivido el sábado en el Ayuntamiento de Santa Cruz, deja muy tocados a los de Rivera a ojos de otros partidos. La acumulación de liderazgos desemboca en la ausencia de liderazgo, provocando que una formación política emerja como una pandilla desafinada. Para quienes se sientan con Cs en las mesas de negociación, los últimos acontecimientos apuntalan la sospecha de que en Ciudadanos pesa más la desorganización que la Organización. Esa debilidad anima a los demás a cerrar acuerdos con quienes sí garantizan su cumplimiento, no vaya a ser qué. O, dicho de otra forma, los demás partidos han empezado la semana procurándose pactos en los que Cs sume pero sin ser decisivo, por si acaso. ¿Y los cabildos? El futuro inmediato de las corporaciones insulares, en general, y del Cabildo de Tenerife, en particular, se juega en el escenario parlamentario. Si CC logra un acuerdo con el PP (con Cs ocupando alguna consejería), Coalición mantendrá la presidencia del Cabildo; pero si Cs no está en el Gobierno con CC, no habrá que esperar a septiembre para la moción de censura a Coalición en el Cabildo tinerfeño. Con los socialistas en la convicción de que cierran ya su pacto o se les pasa el arroz, Coalición sólo mantendrá su propuesta de que Asier Antona ocupe la Presidencia del Gobierno si el PP convence a Ciudadanos de que cambie de parecer respecto a Fernando Clavijo (o, en otras palabras, que se abra Cs a que el todavía presidente se siente en el Consejo de Gobierno). No parece que Cs vaya a cambiar de opinión. Claro que, como decía la madre de Forrest Gump, la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que va a pasar. Y si la desorganización de Ciudadanos vuelve a florecer, la realidad adoptará la forma de un Kinder Sorpresa, con un regalo en su interior que no se deja ver hasta el momento de la votación.

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