el charco hondo

Río abajo

En los sitios pequeños lo importante son las personas. La sentencia, poco original pero bastante geopolítica, la firma Teodoro García Egea, secretario general del PP. A su juicio, ¿qué es pequeño o cuándo deja de serlo?, ¿dónde dibuja la línea que separa lo pequeño de lo tirando a grande o rayando lo mediano?, ¿dónde pinta el secretario general del PP el corte? A ojos de García Egea, ¿el tamaño importa? Obviamente, el segundo de a bordo de Pablo Casado aludía a que han dado libertad a los populares de las Islas de pactar como consideren, pero solo en sitios pequeños; espacio acotado que, traducido al canario, se reduce a ayuntamientos y cabildos. Su afirmación atiende a que en ocasiones los pueblos pequeños dan forma a infiernos grandes, o enormes, hogueras en las que las enemistades y antipatías pesan más que la política -y qué decir de las ideologías-; por eso García Egea cree que en los sitios pequeños lo importante son las personas. Pero, ¿y qué pasa en los grandes?, ¿acaso en los que no son pequeños las personas, cargos orgánicos o militantes no le merecen tal consideración? El secretario general del PP básica, lisa y llanamente ha querido recordar que en las Islas el PP puede hacer y deshacer en todas partes menos con el PSOE en el ámbito parlamentario, ahí no, un posible pacto de Gobierno con el PSOE les queda fuera del tablero que el secretario general ha bautizado como sitios pequeños. Claro que eso en el PP de las Islas lo han sabido desde pequeñitos, luego difícilmente se habrán sorprendido con lo de Egea o raro sería que caigan ahora en que tarde o temprano iban a darse de narices con ese muro, con la evidencia de que sentarse con los socialistas en el Consejo de Gobierno de Canarias nunca ha sido una hipótesis de trabajo real. Como era de cajón, en este tramo de las negociaciones han subido a escena los órdagos, dudas, presiones, reuniones no confesadas, cambios de opinión, declaraciones de amor a los socios alternativos para subir el precio del pescado a los socios anunciados, conversaciones a dos o tres bandas y, sobre todas las cosas, esa creciente convicción de que cuando se cierre un acuerdo en el Parlamento el agua arrastrará río abajo los huevos municipales e insulares que los salmones están llevando estos días río arriba. Según Asier Antona, ayer Coalición ofreció al PP la Presidencia del Gobierno. Son horas de órdagos. El de CC, ayer, no será el último; si acaso el penúltimo (o ya antepenúltimo).

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