superconfidencial

Vaya lío, ¿no creen?

Un tipo de Vox ha llamado puta a la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Van a intervenir los colegas de Dolores, los fiscales, y me parece bien, porque no es cosa de andar insultando por ahí. Hace algunos años, un tribunal laboral catalán, si no recuerdo mal, declaró el despido improcedente de un individuo que llamó a su jefe hijoputa. Estimaba el juez que hijoputa puede ser parte del lenguaje coloquial y, la verdad, yo creo que lo es. Ahora, todo depende de la entonación. No es lo mismo decir “no seas hijoputa y pásame el balón” que “usted es un hijoputa”. Es cuestión de matices y, sobre todo, de rotundidad. La muestra de que el mundo se ha trastornado está en que ahora se insulta a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. El presidente de Irán, un señor con turbante y cara de serio, ha afirmado que Trump es un retrasado mental. Posiblemente tenga razón, pero esto no se había dicho nunca en público. Claro que, ¿cómo definir a un tipo que levanta un muro para aislar USA de México? Y es sólo un ejemplo. Por otra parte, las cotas de prosperidad que con el mentado retrasado mental han conseguido los Estados Unidos son impensables en estos tiempos. ¿Qué nivel tiene un país que permite que Zapatero y Sánchez lleguen a la Presidencia del Gobierno? Ya digo que el mundo se ha vuelto majareta, hasta el punto de que una profesora catalana zarandea a una niñita que dibujó en su cuaderno escolar la bandera de España. Idi Amín se comía a sus enemigos y regalaba anillos de diamantes a Giscard, pero yo pensé que la cosa había cambiado a mejor; parece que no. El otro día me enteré, por la televisión, de que Joyce era coprófago. Pobre Ulises.

TE PUEDE INTERESAR