
Clara Morell / A.M.S.
Fernando Clavijo (CC) y Asier Antona (PP), dos de los políticos más conocidos por la opinión pública de las Islas en los últimos años, fueron designados ayer senadores autonómicos por el Parlamento de Canarias, en una suerte de exilio madrileño tras años de política en el Archipiélago. Los dos eran, hasta ayer, líderes de la oposición en el Parlamento. Su marcha a Madrid ha provocado un gran desconcierto político en las Islas.
Pero todo es más sencillo de lo que parece. Clavijo, en realidad, busca aforarse en la Cámara Alta, acuciado por el caso Grúas, en el que está imputado, y por el caso Reparos, que le persigue. Y Antona no se va por voluntad propia, sino por la de la dirección nacional de su partido, que lo aparta de Canarias (ayer dimitió como presidente regional del PP en una junta directiva celebrada en Santa Cruz de Tenerife) por haber cuestionado el pacto de centroderecha auspiciado por CC. Antona renunció a ser presidente títere de un Gobierno manejado por los nacionalistas, y Génova no se lo perdonó.
Son dos vidas políticas paralelas que nunca se encontraron. Ahora, ambos representarán a la comunidad autónoma en el Senado; Clavijo ganará la condición de aforado y Antona la de secretario general de Política Autonómica del PP nacional, incorporándose, bien es cierto, a la máxima dirección de su partido, tras los cambios efectuados ayer por su líder, Pablo Casado. Uno busca refugio creyéndose más seguro a la sombra del Supremo y el otro recibe compensaciones tras ser forzado a apartarse.
Dos biografías. Clavijo inició pronto su andadura en la política. Con tan solo 21 años se unió a las juventudes de Coalición Canaria, y en 2008 se convirtió en el alcalde lagunero más joven, a la edad de 37. En 2014, y tras ganar a Paulino Rivero en una tensa sesión del Consejo Político de CC, Clavijo se posicionó como el candidato de los nacionalistas a la presidencia del Gobierno de Canarias en las elecciones autonómicas de 2015.
De aquellos comicios, CC salió vencedora y Clavijo fue investido presidente del Gobierno canario, confirmando la apariencia de ser la esperanza blanca de su partido; gobernó al principio con un acuerdo con el PSOE, y el pasado 12 de julio dijo adiós, en el día en el que el socialista Ángel Víctor Torres tomaba el relevo. Antes, su gobierno no fue un camino de rosas. En diciembre de 2016 se produjo la ruptura del acuerdo entre CC y PSOE, que dio como resultado la expulsión de los socialistas del Gobierno de Canarias, mientras que los nacionalistas permanecieron en minoría gracias a los acuerdos puntuales con el Partido Popular.
Asier Antona (PP), por entonces, se negó a entrar en el Ejecutivo regional tras la salida del PSOE. Y eso que Fernando Clavijo lo trató de atraer con artes de seducción. Fue la primera señal de que Asier Antona no estaba por la labor y le costó una dura reprimenda de los medios afines al presidente. Durante los años de gobierno de Clavijo, la sombra del caso Grúas siempre estuvo presente. Entre fotografías por fuera del Juzgado en La Laguna y las declaraciones de los testigos, las noticias que embarraban su imagen se iban sucediendo.
La reciente activación del caso Reparos, junto al largo recorrido del citado caso Grúas, precipitaron la decisión del nacionalista de evadirse al Senado, donde adquirirá la condición de aforado, ya que esta no es posible en Canarias tras la aprobación del Estatuto de Autonomía.
La trayectoria de Antona se inició en La Palma, donde ocupó diferentes cargos, como teniente de alcalde y concejal del Ayuntamiento santacrucero, y consejero del Cabildo. Desde 2016, presidía el Partido Popular en las Islas, tras la marcha de José Manuel Soria para ser ministro con Rajoy.
Respecto a CC, como se dijo, Antona ha preferido mantener una prudente distancia, ya que siempre consideró que su competidor en el espacio electoral era Coalición; en La Palma se decantó por el PSOE e infligió un duro revés a CC en el Cabildo mediante una censura conjunta con el PSOE de Anselmo Pestana. Estos antecedentes generaron el malestar en CC, que en la última etapa ha preferido mantener hilo directo con la dirección nacional del PP a la hora de negociar acuerdos, tratando como “medianeros” a Antona y compañía.
Pacto frustrado
El detonante de la ríspida relación Clavijo-Antona se produjo durante la búsqueda de un pacto de centroderecha tras las pasadas elecciones autonómicas. CC llegó a ofrecerle a Antona, inicialmente, la jefatura del Gobierno, en lo que fue calificado de presidencia-florero, lo que provocó la negativa del líder de los conservadores. Desde Coalición anunciaron, entonces, la retirada de Clavijo a cambio de que tampoco estuviera al frente del Ejecutivo Antona, sino la número dos de los populares, Australia Navarro, que es la persona que ahora coge la riendas del partido tras su renuncia. Como ya es sabido, aquella oferta envenenada de CC acabó, finalmente, con toda posibilidad de acuerdo. Y con el liderazgo de Antona en Canarias, que en lo sucesivo tropezará con Clavijo en los pasillos del Senado, sin poder evitar culparse mutuamente de estar allí.