política

El ‘búnker’ dejó de ser inexpugnable para los ‘rojos’

El ambiente en la sede de Presidencia del Gobierno fue de júbilo, aunque no faltó cierta desorientación en algún socialista que nunca se había visto en primera fila
Imagen de la toma de posesión de Torres como presidente de Canarias. S. M.
Imagen de la toma de posesión de Torres como presidente de Canarias. S. M.
Imagen de la toma de posesión de Torres como presidente de Canarias. S. M.

La sede de Presidencia del Gobierno en la capital tinerfeña, conocida coloquialmente como el búnker (también la Casa de la Piedra), se tiñó ayer de rojo por la toma de posesión del nuevo presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE). Después de 26 años de presidentes nacionalistas, tras la moción de censura de Manuel Hermoso (AIC) a Jerónimo Saavedra, se volvió a empuñar la rosa roja en una sede oficial del Ejecutivo autonómico.

La citada edificación es obra de los arquitectos Felipe Artengo Rufino, Fernando Martín Menis y José María Rodríguez Pastrana y se inauguró en el año 2000, por lo que nunca había tenido un inquilino socialista como presidente, aunque Patricia Hernández, hay que precisar, la ocupó por su maternidad cuando ostentaba la Vicepresidencia del Gobierno en el Ejecutivo que capitaneaba Fernando Clavijo (CC) en la extinta legislatura. Hernández, por cierto, que siempre lanza mensajes con su vestimenta, ayer iba impecable, conjunto rojo, a juego con sus zapatos y sus labios pintados del mismo color. Si tirásemos del refranero popular, podríamos decir que la alcaldesa chicharrera “nunca da puntada sin hilo”. Por el contrario, ellos apostaron por tonalidades menos reivindicativas que la alcaldesa y entre los protagonistas triunfó el azul celeste en sus corbatas.

Esas casi tres décadas sin un presidente ‘rojo’ en las Islas se notaban en el ambiente. Varios socialistas e integrantes del resto de formaciones que conforman el Pacto de Progreso (Nueva Canarias, Sí Podemos Canarias y la Agrupación Socialista Gomera) ocupaban las primeras filas, junto al ministro José Luis Ábalos. Algunos de ellos miraron varias veces su ubicación tan próxima a la tarima donde Torres emitió su discurso, poco acostumbrados a las mieles de esos emplazamientos de privilegio. A los nacionalistas se les notaba incómodos, acostumbrados, precisamente, a estar en esos lugares del que nunca creyeron verse desbancados. De hecho, al que más se le notó el desasosiego fue al expresidente Fernando Clavijo, que ayer, a pesar de su sonrisa de catálogo, se mostró inquieto (solo basta leer la página 3 sobre la ya famosa foto en que le da la espalda a Paulino Rivero) y rehuyó a los periodistas que intentaban conocer su opinión por el acto y, sobre todo, su parecer sobre las explosivas declaraciones del expresidente Paulino Rivero a DIARIO DE AVISOS en las que le señalaba como uno de los responsables del “descalabro” de los nacionalistas en las principales instituciones del Archipiélago. Además, Clavijo echó alguna ‘reprimenda’ visual a alguno de los suyos por hablar más de la cuenta con varios cargos socialistas.

En lo que respecta a los asistentes, los colectivos del tercer sector fueron los principales protagonistas, poco acostumbrados a moverse en este tipo de actos institucionales. ONG, plataformas feministas, colectivos LGTBI o los representantes de Demócratas para el cambio estaban entre los presentes más nóveles. En cuanto a los que están más acostumbrados a estas lides, no faltó nadie ni en la representación empresarial, ni sindical, ni religiosa.

Los ‘rojos’ lograron lo más difícil, conquistar el búnker nacionalista, y, sin embargo, las expectativas son muy altas y ahora falta que las cumplan, tarea nada fácil.

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