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Pedro Martín: “Lo primero que haré es buscar solución a las carreteras; es la prioridad”

El nuevo presidente del Cabildo tinerfeño valora el hecho de que su partido gobierna ahora en la Isla y en Canarias para resolver el problema de los atascos. En una entrevista con el DIARIO afirma: “Soy de pueblo, nací en una casa pequeña de Guía de Isora"

Apenas 24 horas después de asumir el bastón de mando de la primera Corporación insular, Pedro Martín (53 años) nos recibe en su nuevo despacho, aún desangelado, con vistas a la plaza de España y al mar. Acaba de activar las contraseñas de su nueva cuenta de correo y la del portafirmas electrónico. La melodía del tema de los Beatles Here comes the sun suena a cada momento en su teléfono móvil, que sigue echando humo desde que este miércoles, a las tres en punto de la tarde, fuera proclamado presidente del Cabildo Insular de Tenerife. Llega a la entrevista con la emoción a flor de piel después de presentar la dimisión como alcalde de su pueblo, Guía de Isora, en un pleno en el que no pudo reprimir las lágrimas después de 24 años al frente del municipio. “Cuando se vive tan intensamente un trabajo tan cercano a los vecinos durante tanto tiempo y, de repente, te das cuenta de que se ha acabado y que ha llegado el día que te vas, sientes un desgarro”, confiesa. El actual secretario general del PSOE tinerfeño, licenciado en Psicología por la Universidad Central de Barcelona, asume el cargo consciente de que hay “mucha faena” por delante y anuncia su vocación de consenso, pero advierte de que no rehuirá el debate para que Tenerife deje de ser una isla “compartimentada en trozos” y se convierta en una “casa única” con mayor equilibrio social.

-¿Cómo ha vivido desde el plano personal todo el proceso transcurrido entre el 26 de mayo, día de las elecciones, y el pasado miércoles, fecha en la que tomó posesión como presidente del Cabildo?
“Una de las cosas más curiosas que destacaría es que, de repente, te reconocen en cualquier lugar de la Isla. Te paran en una gasolinera y personas que no había visto en mi vida te preguntan qué tal va todo y cuándo va a salir la censura. Hace unos días estuve en urgencias en el Hospital de la Candelaria y vino una mujer que no conocía, se acercó, me abrazó y me dio ánimos. Esa ilusión se respiraba también en el pleno entre los compañeros y compañeras después de tantos años sin un presidente del Partido Socialista”.

-¿Qué sensaciones le dejaron las tres horas del pleno de investidura?
“Las propias de un proceso de muchas semanas de negociaciones y de búsqueda de acuerdos, que finalmente se plasmaron a pesar de los intentos de CC por saltarse las reglas del juego e impedir que se celebrara la sesión”.

-¿Llegó a pensar que el pleno se aplazaría finalmente después de que CC denunciara la supuesta incompatibilidad de un consejero de Sí Podemos?
“A mí me parece legítimo que CC presente cualquier tipo de alegación o reclamación que crea oportuna, pero lo que no puede hacer es doblegar o retorcer la ley. El secretario indicaba una y otra vez que la sesión se podía celebrar y, sin embargo, la presidenta de la mesa, de CC, se empeñaba en que no se celebrara el pleno. Me pareció absurdo que tomara una decisión para la que no tenía competencias, ella no puede suspender un pleno y posponerlo para cinco días más tarde. En segundo lugar, utilizó un órgano colegiado, que requiere la opinión del resto de miembros de la mesa antes de tomar decisiones, y lo más grave es que el secretario quería hablar y no solo no le dejaba, sino que cuestionaba sus argumentos jurídicos”.

-Algunos de sus compañeros se han quejado de que no les dieron facilidades para asistir al pleno. ¿Qué ocurrió?
“No fue fácil, porque pedimos que se nos habilitara un espacio donde se pudiera asistir al acto, aunque fuera por circuito cerrado, y no hubo manera. La televisión del Cabildo se fue a negro, con lo cual tampoco se podía seguir la retransmisión salvo por alguna televisión privada. Se limitó el acceso al salón de plenos, que me parece razonable siempre y cuando no sea para un partido político y no para otro. En cualquier caso, lo importante es que imperó la cordura y se pudo celebrar el pleno”.

-En los días previos surgieron sospechas de que algunos empresarios intentaron cambiar la posición de algún consejero censurante. ¿Llegó a temer que se truncara el cambio político?
“Uno nunca está seguro en un proceso de negociación, pero yo les decía a mis compañeros que no nos iba la vida en esto y que lo importante era ser consecuente con lo que habíamos anunciado. Dijimos que gobernaríamos o estaríamos en la oposición. A partir de ahí teníamos muy claro que no íbamos a defraudar a nadie, porque nuestro planteamiento no era gobernar a cualquier precio y de cualquier manera”.

-¿Cómo ha encajado las críticas de CC, que ha hablado de “falta de ética” a la hora de explicar la censura y ha criticado abiertamente la actitud de los dos consejeros de Ciudadanos?
“Ciudadanos ha sido muy coherente desde el primer momento y ha mantenido su palabra. Resulta curioso que CC haya cuestionado la ética, precisamente un partido con tantas experiencias en presentar mociones de censura que nunca se ha planteado la ética como un motivo fundamental a la hora de tomar esta decisión. Sin embargo, cuestiona a un partido como Ciudadanos, que en todas sus declaraciones públicas dejó bien claro que estaba por un cambio y que no llegó a firmar ningún documento comprometiéndose a acuerdo alguno con CC. Creo que más allá de las diferencias internas en Cs, entre la dirección nacional y la de Tenerife, las descalificaciones han estado fuera de tono”.

-Usted encabeza un vuelco político histórico en un Cabildo presidido desde hace 32 años por CC. La pregunta está en la calle: ¿van a levantar alfombras?
“No vengo con un planteamiento inquisitorial pensando a ver de qué manera podemos buscar culpas. Realizaremos los análisis pertinentes en las empresas en las que podamos entender que hay dudas, en las que creamos que existe falta de información o en aquellas en situación precaria. Mi intención es aclarar y que las empresas sean lo más transparentes posibles, pero no lo hago con un afán revanchista ni a ver a quién le puedo hacer daño. El tiempo nos irá diciendo cuál es el camino que debemos seguir en beneficio de una entidad más transparente y, sobre todo, que los ciudadanos de Tenerife tengan claro que sabemos gestionar el dinero de todos”.

-¿Cuál será la impronta, el sello que le quiere imprimir Pedro Martín al día a día de su gestión desde la Presidencia?
“Soy una persona que tiene muy claros sus orígenes. Soy de pueblo, nací en la calle Abajo, en una casa pequeña de Guía de Isora. Las personas no las hacen los cargos. La impronta es llegar al final del mandato y, si no hemos sido capaces de cumplir todas las expectativas, al menos le aseguro que habremos trabajado hasta el último minuto para conseguirlo. El resultado final debe ser dejar una isla mejor que la que encontramos. Si en ese proceso, además de Cs y Sí Podemos, nos encontramos con acuerdos con Partido Popular y Coalición Canaria, creo que estaremos acertando. Esa será mi vocación, pero no significa que vaya a rehuir el debate ni variar criterios a la hora de cambiar algunas políticas que se han realizado en los últimos años”.

-¿Cómo cuáles?
“Políticas de dependencia, la relación con el Gobierno de Canarias, la manera en la que se distribuyen subvenciones y apoyos a terceros, entre otras muchas. Debemos cambiar gran parte de los modos de trabajar que no compartimos”.

-Habla de dejar a Tenerife en mejor situación que la actual. ¿Qué isla se encuentra?
“Mi sensación es que tenemos una isla compartimentada en trozos: el Norte, el Sur, la Isla Baja, zona metropolitana… Yo aspiro a que Tenerife esté mejor conectado, comunicado y relacionado. Eso significa no solo carreteras y movilidad, significa planificar una política cultural que pueda vertebrar la Isla en su conjunto y desarrollar inversiones en equipamientos públicos que vayan mucho más allá de obedecer a un criterio partidista. Entiendo Tenerife como una casa única”.

-Usted ha sido alcalde 24 años y ayer colgó las botas. ¿Aplicará durante su mandato la receta del nuevo presidente de Canarias, su compañero de partido Ángel Víctor Torres, de convertirse en un alcalde de los 88 municipios? ¿Lo será usted de los 31 municipios de Tenerife?
“Yo no me creo ahora mismo el alcalde de Tenerife, aunque sé que es una manera sencilla de explicar a alguien de fuera lo que significa ser presidente del Cabildo. No aspiro a suplantar a ninguno de los 31 alcaldes. Quiero ser una persona que pueda colaborar en hacer una isla más solidaria, un presidente que resuelva problemas. Esta es una labor de buscar soluciones, sobre todo en aquellos municipios con menos capacidad económica para igualar a sus ciudadanos en oportunidades respecto a los de otros municipios con más posibilidades. Y quiero municipios que resuelvan problemas de todos, como las carencias en dependencias, los residuos sólidos, los vertidos, la capacidad de coger un medio de transporte sin tener la sensación de ser un periférico permanente. Queda mucha faena por hacer”.

-En estos primeros días, ¿dónde va a centrar sus prioridades? ¿Qué tiene apuntado en lo más alto de la agenda?
“En la medida en que empecemos conformando los equipos de trabajo, las primeras reuniones serán con el consejero regional de Obras Públicas, para hablar de carreteras, y con el responsable de Hacienda, para analizar temas de financiación. Lo primordial es que ahora que gobernamos en la comunidad autónoma y en el Cabildo consigamos impulsar la solución de las carreteras en esta isla y que los hospitales del Norte y del Sur por fin sean de verdad, para que podamos mejorar la calidad también del Hospital de la Candelaria y del Universitario (HUC). Esa es en la isla que creo, en la que mejorar algo en un punto signifique mejorarla en el conjunto”.

-Se refiere a las carreteras como una de las grandes prioridades. Usted recibió el apoyo en las urnas de muchos electores descontentos con los atascos diarios que sufren tanto en el Norte como en el Sur. ¿Qué les dice hoy a esas personas?
“Decir que las colas se solucionarán en cuatro o cinco meses es mentirle a la gente. La cuestión no es esa, sino que nos dejemos de debates estériles y de echarle la culpa a otros y nos pongamos las pilas para resolver problemas. Los ciudadanos deben ser conscientes de que vamos dando pasos adelante en la búsqueda de soluciones. Me temo que el cierre del anillo insular no es el que quieren los ciudadanos, pero no quiero que se pare, quiero que arranque y al mismo tiempo estar trabajando ya en el verdadero cierre, de la misma manera que quiero hablar de proyectos para mejorar la autopista del Norte (TF-5), pero al mismo tiempo hay que darle solución a la conexión del Padre Anchieta y otros puntos negros”.

-¿Los proyectos de los trenes del Sur y del Norte están entre sus prioridades?
“No voy a perder tiempo ni esfuerzos en el tren del Norte y del Sur porque ahora esa no es la urgencia”.

-¿Y en materia de empleo, qué políticas impulsará?
“Eso requiere una entrevista monográfica. Hay líneas que se han venido trabajando que me parecen razonables, pero tenemos que hablar más de los emprendedores, de la formación en el sector servicios y en el primario. Alrededor del 90% de lo que consumimos viene de fuera y hay demasiadas fincas abandonadas. El turismo tampoco lo tiene todo seguro y más con la sensación de incertidumbre que nos está generando el brexit y el nombramiento de Boris Johnson como primer ministro británico. También deberíamos plantearnos qué ha pasado con el puerto de Granadilla, que iba a ser el gran impulsor de empleo y al final no ha sido así”.

-Ha sido usted investido antes que Pedro Sánchez, quién se lo iba a decir hace unos meses…
“Es un problema tremendo que no haya salido adelante la investidura, porque España está en una senda de recuperación económica y no puede seguir más tiempo en esta situación de interinidad. Lamento mucho esta situación, me preocupa muchísimo”.

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