El activismo en redes sociales en apoyo al párroco que será desterrado de La Palma por decisión del obispo de la Diócesis Nivariense, el palmero Bernardo Álvarez, se ha extendido como la pólvora más allá de las fronteras de Canarias y ha llegado hasta León, su tierra natal, donde varios periódicos se hacen eco del malestar de los vecinos del norte de la Isla Bonita por el desplazamiento forzoso de este párroco de 40 años de edad.
Ayer mismo arrancó una campaña de recogida de firmas en el portal change.org que en apenas unas horas sumó más de 2.000 apoyos. Algunos de los respaldos que el sacerdote ha recibido son singulares, como el llevado a cabo de forma sistemática, desde hace algunos días, por parte del alcalde de Tijarafe, Marcos Lorenzo, que con una frecuencia diaria, comparte en redes sociales versículos de las sagradas escrituras con claros mensajes al obispo, entre los que cita a Mateo: “Bienventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados”, o aquella otra cita bíblica en la que el apóstol decía “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; tocad y se os abrirá”, o la sentencia de Lucas en la que se afirma que “Os digo que si éstos callan gritarán las piedras”.
La visita del obispo
El Vicario Episcopal de la isla de La Palma, confirmó a este periódico que el obispo asistirá a las confirmaciones que se celebran a mediados de este mes de julio en la Isla, el día 13 en el término municipal de Breña Baja, en la parroquia de San José, mientras que el día 14 presidirá las confirmaciones en Barlovento, donde los vecinos tienen previsto mostrar, de modo “respetuoso y cariñoso”, su afecto y su apoyo al cura Rubén Gallego, quien no ha hecho ni un solo comentario al respecto de esta situación, que según han revelado personas muy cercanas a su círculo, le ha sobrepasado. Pese a todo, y desde un profundo respeto por su obispo, mantiene su convicción de que la fe no está reñida con el buen humor, la proximidad con los vecinos, la diversión y la tolerancia.
Mientras tanto, el alcalde del municipio de Barlovento, Jacob Qadri, ha manifestado su total apoyo al sacerdote Rubén Gallego para evitar su traslado, poniéndose desde el primer momento del lado de los vecinos tanto de esta localidad norteña como de Garafía, a los que se han hido sumado en redes sociales fieles de varios puntos del territorio palmero. El alcalde asegura que “la iglesia tiene que darse cuenta de que los tiempos van cambiando y evolucionando y que hay que escuchar; sino es así, cada vez serán menos las personas que se acerquen a las parroquias”. “Rubén ha sabido atender, responder y estar cerca de los fieles, de quienes más lo necesitan y al mismo tiempo mantener su carácter dviertido y su alegría”, indicó a este periódico días atrás.
Desde la Diócesis Nivariénse se señalan dos circunstancias. Una de ellas es que el obispo está “fuera”, aunque no se precisa dónde, la segunda que “no se van a hacer declaraciones de ningún tipo” en referencia a un asunto en el que solo tiene competencias el obispado.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas