Alguien me preguntó en cierta ocasión si era cierto que había intentando venderle al Gobierno el sistema de lucha contra los incendios forestales que había diseñado.
Le respondí que el sistema era gratuito, así lo había especificado desde el día en que lo hice público y que como jamás lo había patentado mal podría intentar vender aquello de lo que no poseía los derechos.
Lo cierto es que había diseñado el sistema debido a que los bosques continúan ardiendo, mueren inocentes, familias enteras pierden cuanto tienen y nuestro patrimonio desaparece porque continuamos sofocando los incendios forestales con ramas y mangueras.
Con lo que se gasta cada año en aviones, helicópteros y coches de bomberos se podrían evitar la mitad de los que ocurren.
En mayo del 2005 indiqué al Ministerio de Industria la conveniencia de aprovechar el mar con el fin de reciclar energía, y como resultado se realizó un estudio titulado:
Aprovechamiento hidroeléctrico con agua de mar por acumulación por bombeo.
Meses después tres ingenieros reconocieron que una Central de Bombeo de Agua de Mar produciría unos beneficios del 12%, incluida la amortización en catorce años.
Pese a estar diseñada para utilizar agua de mar, su funcionamiento es similar al de las Centrales Reversibles: bombea agua a lo alto de una montaña con molinos de viento y en Horas Valle con el fin de dejarla caer y devolver energía en Horas Punta.
Sus ventajas estriban en que el mar es inagotable, el depósito inferior gratuito y no se mantiene cautiva un agua potable cada vez más escasa.
En la Península existen ochenta montañas en cuyas cimas pueden instalarse Centrales de Bombeo de Agua de Mar y tanto en las Islas Canarias como en las Baleares abundan. Merced a los sistemas de control se pueden desviar los excedentes de potencia a dichas centrales por lo que Red Eléctrica Nacional señaló al respecto:
Tres son las áreas de beneficio que el sistema aporta a la mejora de la eficiencia:
1.-Capacidad de almacenamiento de energías fluyentes (eólicas y fotovoltaicas).
2.-Aplanamiento de la curva de demanda eléctrica.
3.-Provisión de servicios esenciales para la calidad del suministro, puesto que proporciona una inmejorable capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia.
Comprobado que desde el punto de vista económico el sistema resultaba rentable, llegó el momento de avanzar en el tema de los incendios teniendo en cuenta que una serie de depósitos de agua situados a diferentes alturas pueden apagar cualquier fuego que se inicie en un área de varios kilómetros a la redonda por medio de un sistema de tuberías dispuestas en forma de tela de araña.
En puntos clave de dicha tela de araña unas Torres Telescópicas que se elevan por la presión del agua hasta unos cinco metros por encima de las copas de los árboles.
En unos tiempos en que los satélites artificiales y los drones aéreos detectan cualquier señal de humo se puede enviar de inmediato una orden a la torre más próxima con el fin de que deje caer sobre las llamas una densa lluvia que apague el fuego, a semejanza de los sistemas contraincendios que existen en los grandes edificios.
No solo le está enviando el contenido del depósito de cabecera, sino toda el agua que simultáneamente se está bombeando desde el mar, ya que en caso de necesidad se utilizará energía de Hora Punta. Se pueden rociar miles de metros cúbicos sobre cualquier bosque, pueblo, fábrica o vivienda en llamas y poco importa que un incendio se apague con agua de mar; un único envío de agua salada no afecta ni a la tierra ni a los cultivos y de hecho ahora se está haciendo con aviones y helicópteros.
La ecuación es simple: sobra viento, energía nocturna y agua de mar; falta energía diurna y agua potable; siempre que exista una montaña cerca un problema resuelve el otro.