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Quejas vecinales por el ruido de la terraza de verano de Cabo Llanos

Los vecinos de la zona se han reunido con el edil de Medio Ambiente, Florentino Guzmán, para expresar su preocupación por el botellón
Quejas vecinales por el ruido de la terraza de verano de Cabo Llanos. DA
Quejas vecinales por el ruido de la terraza de verano de Cabo Llanos. DA
Quejas vecinales por el ruido de la terraza de verano de Cabo Llanos. DA

Las primeras quejas vecinales no se han hecho esperar después de que la terraza de verano Isla del Mar haya puesto en marcha las primeras fiestas de verano; concretamente, las que se vienen celebrando los jueves por la noche, dedicadas a los más jóvenes, y que según los vecinos de la zona están superando todos los límites de decibelios que marca la ley, haciendo imposible el descanso. También se quejan del estado en el que quedan los alrededores de la terraza tras una de estas fiestas, zona, por otra parte, en la que se suele hacer el conocido como botellón.

Así se lo hicieron llegar al concejal de Medio Ambiente, Florentino Guzmán Plasencia, en una reunión mantenida recientemente con el edil.
Fuentes de la Concejalía que dirige Guzmán explicaron a DIARIO DE AVISOS que los vecinos están muy preocupados por el ruido y la falta de limpieza que se está generando en la zona. Según las mismas fuentes, desde Medio Ambiente se indicó a los vecinos que presentaran formalmente las quejas pertinentes para que la concejalía pueda activar los protocolos técnicos que permitan enviar a los inspectores a la zona a medir el nivel de ruido.

En la actualización del decreto del límite máximo de decibelios para los actos en la zona, concretamente en el Recinto Ferial, este se situó en 96 decibelios. De superarse, el área de Medio Ambiente, en aplicación de la normativa en vigor, podría imponer multas que pueden llegar e incluso superar los 15.000 euros en algunos casos.

Según los vecinos, ya no solo se trata del excesivo ruido, sino también del lamentable estado de limpieza en el que queda la zona a la mañana siguiente. Situación esta por la que también se han dirigido al área de Servicios Públicos quejándose por el botellón que se practica en los alrededores, pero también por el excesivo número de actos en la zona en cualquier época del año sin tener en cuenta la limitación del sonido a la que están obligados. De momento, mientras llega una nueva ordenanza, la que está en vigor establece que el ruido exterior que puede generar una industria es de 70 decibelios de día y 55 de noche. En el caso de los servicios urbanos, estos números se mueven entre 65 y 55; las actividades comerciales, entre 65 y 55; el equipamiento no sanitario, entre 55 y 45, y el sanitario, entre 45 y 35. Límites que solo pueden ser superados mediante decreto del alcalde.

La misma ordenanza establece que se prohíbe el trabajo nocturno y la actividad de maquinarias o equipos a partir de las 22.00 horas y hasta las 08.00 horas, en los establecimientos ubicados en edificios de viviendas cuando el nivel sonoro transmitido a estas, o a edificios colindantes, exceda de un conjunto de 30 decibelios. Los recintos interiores de los establecimientos abiertos al público están obligados a tomar medidas de insonorización en sus locales.

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