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Sito Simancas: “Me gustaría que en mi epitafio se me recordara como la voz de La Gomera”

"Los gomeros fuimos los primeros que inventamos la telefonía sin hilo y el teléfono móvil, con el silbo”, afirma el veterano director de Onda Tagoror, la emisora que creó en 1956: "No vivo de la radio, vivo para la radio".

Jesús Simancas Megolla (San Sebastián de La Gomera, 1933), Sito para todo el mundo, es desde hace medio siglo la voz de La Gomera y Medalla de Oro del Gobierno de Canarias en 2015, el mismo año que ese Gobierno le cerró la emisora de radio y trató de imponerle una cuantiosa multa, aunque hoy la mantiene digitalmente y la multa no tuvo que pagarla. Incluso entonces Casimiro Curbelo le cedió el dial de la emisora del Cabildo. Desde Onda Tagoror ha sido capaz de introducir a la Isla en las casas de medio Archipiélago y, además, se siente orgulloso de no tener competencia: “A los compañeros de la radio no solo les ayudo en todo lo que necesiten, sino incluso les doy primicias antes de largarlas yo, porque me interesa que La Gomera se escuche en emisoras más potentes”. Recuerda que desde 1956 está pegado a un micrófono, cuando desde la Costanera de Tecina, en la empresa de Álvaro Rodríguez López, se comunicaba con los barcos que llegaban a la playa de Tapahuga a través de lanchones para cargar plátanos, tomates y conservas marinas.

-¿Qué edad tiene usted?
“Si te digo la verdad, te lo voy a decir de distinta manera. Yo tengo 26 años de edad y 60 de experiencia”.

-¿Hasta ahora ha sido la vida justa con usted?
“La vida no ha sido muy justa conmigo, me he llevado muchos palos, quizás por llevar el nombre de Jesús, aunque todos me conocen por Sito, el diminutivo de Jesusito que me puso mi abuela”.

Nació en San Sebastián, ha pasado casi toda su vida en Playa Santiago, pero usted se considera un gomero universal. ¿O me equivoco?
“Nací en San Sebastián y vine con cinco años a Playa Santiago y este es mi pueblo, pero tiene razón, yo me considero un gomero universal, porque La Gomera para mí es lo principal: su gente, sus barrancos, su pesca. Tenemos muy buena gente en La Gomera, con ganas de que la Isla prospere y donde ante cualquier problema que exista aquí somos uno solo”.

-¿Es tan importante la figura de Casimiro Curbelo para La Gomera?
“Claro que es importante para La Gomera, por la sencilla razón de que cuando la gente recibe algo de las instituciones, no se da por dar, sino por necesidad. La gente no le vota solo por la ayuda, sino porque Casimiro es cercano al pueblo”.

-¿Pero no sería conveniente para el futuro de la Isla no depender tanto de ayudas y subvenciones del Cabildo, por ejemplo?
“Vamos a aclarar esto. Las necesidades no entienden de clientelismo, porque las ayudas no se dan a todas las personas, sino a aquellas que no tienen medios. Ayudar a alguien que necesita una cama articulada o un transporte a Tenerife, no es clientelismo, sino ser humano. Y yo lo viví en propia carne. Necesité una cama articulada y a la hora allí estaba, como puede ocurrir ahora con una hija que tengo con alzhéimer. No es clientelismo, no es comprar, solo saber llegar a la gente. Y a eso hay que añadir que las carreteras están muy bien y el monte de El Cedro bien cuidado”.

-¿Y si La Gomera está muy bien, por qué la gente sigue marchándose de la Isla?
“No sé porque se van de La Gomera. Ahora si hay gente que tiene que irse de la Isla es por cuestiones de sus hijos que tienen que estudiar fuera, pero ahora son muchos mayores los que regresan a La Gomera, porque las casas que estaban vacías ya se están pintando, y son muchos los que regresan para vivir la jubilación en la isla de la tranquilidad, en donde todavía dejamos las llaves en el coche, aunque por la noche lo cerramos también”.

-¿Qué significa que la Agrupación Socialista Gomera esté en el Gobierno de Canarias, con Yaiza Castilla de consejera de Turismo, Comercio e Industria?
“Eso es importantísimo para La Gomera. Tu sabes lo que significa tener una llave que puedas abrir y cerrar para pedir cosas para La Gomera, porque todavía faltan en la Isla muchas inversiones y ahora hay que aprovechar esa oportunidad en el Gobierno de Canarias”.

-Se cumplen ahora 45 años del ferry Benchijigua de Fred. Olsen, que unió La Gomera con Los Cristianos. ¿Para usted qué ha significa este hito?
“Hombre, yo me acuerdo perfectamente bien. Aquel 8 de julio de 1974 Fred. Olsen fue el pionero en llegar al sur de Tenerife, aunque antes había barcos, como el Junonia o Alcora, o falúas, como Santa Elena, Santa Rosa, Santa Eulalia, o las de Ramón Padilla o la de Mendoza, que traían tinerfeños a la fabrica de conservas de Rodríguez López o trasladaba a gomeros al sur para la zafra de los tomates en las décadas de los cuarenta, cincuenta y sesenta. Aquí en Playa Santiago hay muchos Rodríguez que provienen del sur de Tenerife, como allí hay muchos descendientes de gomeros. El gomero siempre ha sido muy trabajador allí donde ha ido. Sabiendo la dificultad que ha tenido para sacar fincas de plátanos con los bancales, imagínate lo que fue capaz de hacer en esas inmensas llanuras de Venezuela, por ejemplo”.

-Hablemos de usted. ¿Cuál fue su primer trabajo?
“Mi primer trabajo fue en la fabrica de conservas de Álvaro Rodríguez López, con 14 años, llevando subproductos para hacer harina de pescado. Luego me pasaron al reparto del aceite, luego al empaquetado de hojalata. Yo tenía una buena caligrafía y en el año 1947 don Álvaro, el viejo, como le llamábamos, vio mi letra y le dijo a mi tío Antonio que me pasaran a la oficina y que escribiera todos los partes que se le entregaban cada ocho días”.

-Ha dicho que todo lo que ha sido usted se lo debe a Álvaro Rodríguez López.
“Si soy algo se lo debo a don Álvaro Rodríguez López. En la empresa llegué a gerente y apoderado. Me pagó los estudios para ser controlador aéreo, radiotécnico en aquella época, y luego pasé a los transistores y circuitos cerrados. Cuando Rodríguez López ya no estaba me liquidaron, me indemnizaron con el local del restaurante Tagoror que hoy tengo en Tecina, y cuando se fue Violeta, Miss Tecina, me dieron la casa donde vivo desde 1961, aunque seguí trabajando por toda la Isla arreglando lavadoras y televisores, pero hoy ya es más barato comprar una nueva que arreglarlas. Pero que quede claro, todo lo que soy se lo debo a Rodríguez López”.

-Y de los Rodríguez López a Fred. Olsen. ¿Qué ha significado la familia noruega para la Isla?
“Rodríguez López tuvo mucho que ver también en el primer ferry que vino. La prosperidad que hoy tiene esta comarca de Tecina se debe al hotel y a ese campo de golf, y a toda la familia de Fred Olsen, cuyo abuelo (Thomas Olsen) vino cuatro años después (1909) de que su pariente Otto Thoresen llegara a la playa de Tapahuga. Hay que recordar que entonces un extranjero no podía comprar más del 18% del terreno y siendo don Álvaro, que lo era por entonces, cónsul de Noruega, compraba para los Olsen, que tengo entendido que ya están pensando en construir un nuevo hotel, con lo que eso significa para el trabajo y porvenir de esta comarca de la Isla, porque, lamentablemente, hoy casi toda la economía se basa en el turismo, ya que se ha abandonado el sector primario pese a tener en la Isla grandes presas y canales de agua, y una tierra tan rica donde se puede plantar cualquier cosa”.

-Está jubilado, pero sigue siendo la voz de La Gomera. ¿Cómo surgió su idilio con la radio?
“Llevo más de 20 años jubilado, pero nunca dejaré la radio, que es mi vida, yo pongo la voz en todo lo que sea. En los años sesenta había dos chicos discapacitados en Playa Santiago y, cuando todavía estaba estudiando con Radio Maymo, monté una pequeña emisora en el cine Tecina con una sola válvula, para recaudar fondos para comprar las sillas, que se oyó en todo el pueblo, con la gente colaborando para oír la radio. Y así hasta ahora, en plena etapa digital. Yo no vivo de la radio, vivo para la radio, no entiendo la vida sin ella. Los comienzos fueron duros porque había que ir a comprar el material a la Península o a donde Pedro, en Tenerife, y las comunicaciones eran delicadas, tanto por correo certificado como por teléfono, cuando antes solo había dos líneas y tenías que esperar”.

-Usted ha sido el ángel de la guarda de muchos compañeros de la radio.
“No soy ningún ángel de la guarda. A mí siempre me ha gustado ayudar, no entiendo de competencias y, además, sé que también lo dices por el incidente de cuando se cayó la avioneta de Rodríguez López y pudimos salvar a aquellas cuatro personas que viajaban desde Tenerife hasta el aeródromo de El Revolcadero, en la avioneta Miss Tecina, y amerizaron cerca de Puntallana, o las conexiones con Venezuela, con muchos emigrantes de los que no se sabía nada, a través de mi estación de radioaficionado EcoAlfa8KiloTango. Entonces no había teléfonos móviles, no había nada”.

-¿Pero cómo que no, no dice usted que los gomeros inventaron el teléfono móvil?
“Nosotros inventamos el teléfono sin hilo y la telefonía móvil, fuimos los gomeros los primeros, ¿o no es así? De montaña a montaña, gracias al silbo. Ese ha sido nuestro teléfono móvil”.

-Tiene usted 86 años y goza de una salud envidiable. ¿Ha pensado qué le gustaría que dijera su epitafio?
“No quiero ser presuntuoso, pero tú mismo lo has dicho, me gustaría que que me recordaran como la voz de La Gomera”. [Señala mientras esboza una sonrisa y evita alguna lagrima recordando los recientes dramas familiares, como la muerte de su hija Merci].

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