Josu iba tan tranquilo por una calle Urduliz, en Vizcaya, cuando nos chicas se le acercaron visiblemente nerviosas. Le pidieron ayuda, porque un grupo de seis jóvenes las estaban acosando.
Dos costillas rotas, cinco puntos de sutura y “muchas contusiones” fue el resultado del ataque recibido por este joven, precisamente por querer poner a salvo a las mujeres.
Todo ocurrió el pasado 1 de septiembre, a las siete de la mañana, durante la celebración de las fiestas de San Antolín, de Plencia. “Había terminado el turno en la ‘txosna’ del club de fútbol en el que juega mi hijo y cuando estaba en la zona del Hotel Palas, se me acercaron dos chicas de unos 20 años. Estaban muy nerviosas y me pidieron ayuda porque las seguían varios hombres. Les dije que era el hermano de una de las mujeres y que las dejaran en paz. Entonces aparecieron cuatro más y empezaron a golpearme. Cuando me desperté estaba en la ambulancia camino del Hospital de Urduliz”, asegura.
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