
No son buenos tiempos para el turismo en Canarias. Según los últimos datos conocidos ayer de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur) y la del Gasto Turístico (Egatur) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y hechas públicas ayer, el número de turistas internacionales cayó un 7,9% en las Islas el pasado mes de julio con respecto al mismo mes del año anterior, rondando el millón de visitantes. Además, gastaron un 2,5% menos hasta quedarse en los 1.489 millones.
Esta situación de caída no es nueva. Las Islas llevan soportando descensos en el número de turistas extranjeros desde principios de año. De hecho, en los siete primeros meses del año, los extranjeros han caído en casi 280.000 personas (un 3,5%) en Canarias hasta un total de 7,6 millones. La apertura de mercados competidores como Egipto, Túnez o Turquía, que estaban absortos en una situación política difícil, hicieron bastante daño a la marca Canarias a principios de año.
El Archipiélago pasa así a situarse como la tercera comunidad de destino en los primeros siete meses del año por detrás de Cataluña (con casi 11,3 millones y un aumento del 1,5% respecto al mismo periodo de 2018) y Baleares (con casi 7,9 millones y un incremento del 0,2%).
Esta caída que la patronal lleva anunciando desde principios de año debido a la bajada de reservas, se origina por varios motivos. La recesión económica que atraviesa Alemania, principal mercado emisor de la provincia oriental y la Isla de La Palma, así como la cada vez más previsible inminencia de un brexit duro, que haría caer el mercado británico, principal emisor de la provincia occidental, están entre las principales causas de esta tendencia.
Pero es que, además, la convulsa situación que vive el transporte aéreo con la quiebra de importantes compañías aéreas y el cierre de bases en las Islas, como la de Ryanair; así como el nuevo movimiento denominado vergüenza a volar que está haciendo retroceder al mercado nórdico, también están contribuyendo a que esta caída empiece a ser preocupante.
La temporada alta en las Islas empieza el próximo mes de octubre y, previsiblemente, las cifras mejorarán, pero el cierre del año en cuanto a número de visitantes estará muy por debajo de los 15,9 millones de 2018.
La patronal turística esperaba que la buena marcha del mercado nacional salvara un verano bajo en reservas, sin embargo, la amenaza también de una ralentización económica en España está haciendo que los turistas contengan sus bolsillos.
El presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Pedro Martín, declaró ayer a la salida del Congreso Internacional de Calidad Turística celebrado en el Puerto de la Cruz que la corporación prepara un programa de contingencia que contempla medidas como incrementar la promoción, mejorar la conectividad, “porque si no hay vuelos, no hay turistas”; y buscar mercados alternativos. “No se trata de cantidad, sino de solventar la caída de otros destinos”. Para Martín, la posibilidad de que en los próximos meses se produzca un brexit duro “va a influir mucho en nuestro principal cliente como es el turismo británico. Vamos a poner empeño en conseguir que los británicos sigan viniendo a las Islas porque ha sido un mercado muy positivo para Tenerife. La situación de compañías clave, como Ryanair, también influye”.
Hay que recordar que la compañía aérea ha anunciado el cierre de sus bases de invierno en las Islas, lo que provocará despidos y reorganización de vuelos, ya que los aviones de la aerolínea no dormirán en aeropuertos canarios.
Ryanair se enfrentó ayer a la segunda de las diez jornadas de huelga convocadas por los sindicatos USO y Sitcpla para los tripulantes de cabina (TCP) de la aerolínea contra el cierre el próximo enero de las bases de Tenerife Sur, Gran Canaria, Lanzarote y Girona. La compañía anunció la cancelación de ocho vuelos ayer lunes, que, en concreto y según han registrado en un buscador en su página web, cubren las rutas Barcelona-Sevilla, Barcelona-Milán Bérgamo, Barcelona-Roma Fiumicino y Madrid-Santiago de Compostela, así como los de vuelta.
Durante el pasado domingo, primer día de huelga, la compañía canceló seis vuelos que no estaban sujetos a servicios mínimos y que cubrían las rutas Barelona-Milán Bérgamo, Barcelona-Sevilla y Madrid-Santiago de Compostela, además de los de vuelta.
Para la huelga, convocada para los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre, Fomento ha fijado unos servicios mínimos con los que Ryanair está obligada a garantizar el 100% de los vuelos no peninsulares, el 60% de los peninsulares e internacionales con desplazamiento igual o superior a cinco horas y el 35% de los vuelos peninsulares con tiempo de desplazamiento inferior a cinco horas. Los sindicatos han catalogado estos servicios mínimos de “abusivos” y han criticado que el Gobierno se “ponga de perfil”, motivo por lo que hoy martes han convocado a los trabajadores de Ryanair frente al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social para protestar.
Los trabajadores, como queda dicho, han convocado en total once días de huelga, de forma que las próximas jornadas de paro serán el 6 y el 8 de septiembre, mientras que el 19 del mismo mes la llevarán a cabo los pilotos y al día siguiente ambos colectivos.
Desde USO han insistido en que los trabajadores no saben con qué ayuda institucional pueden contar, por lo que “parece que estamos solos”. Son 300 los afectados en Canarias por los cierres de 512 en total.