Aranceles

España tiene una relación ecuánime con EEUU a causa de su lugar en la OTAN, en Europa y en el mundo. Entre otras cosas, accedió (después de los provechosos Pactos de Madrid del año 1953 con Franco a la cabeza) a desplegar bases en nuestro territorio (las aéreas de Morón, Zaragoza y Torrejón de Ardoz y la naval de Rota). Con el tiempo, esas posiciones se vieron reforzadas hasta años más o menos recientes y en otros lugares del Estado: San Pablo de Sevilla, Reis de Tarragona, Ferrol y Estaca de Bares de La Coruña, Cartagena en Murcia, Puig Major en Mallorca, Guadamar de Segura y Sierra de la Aitana en Alicante, Sonseca de Toledo, Inoges y EL Fresno en Zaragoza, Humosa en Alcalá de Henares, Gorramandi y Elizondo en Navarra, L’Estarit en el Baix Empordá. Con el subterfugio de la dicha OTAN como garante, hoy continúa esa presencia infranqueable. Por ejemplo, los usos en guerra de Rota. Mas, por el espíritu nacionalista, al país preferente, el abyecto Donald Trump sube unilateralmente un 25% los aranceles a productos de aquí: aceite, jamón, queso… Lo que nos preguntamos los que por este suelo andamos es si el gobierno tendrá coraje para responder a la afrenta o nos quedaremos quietecitos por lo que somos.

Se corresponde rebatir la azas maniobra del mandatario en cuestión. No de igual modo sino con contundencia y en razón: si tú, nosotros también. De donde, o buscan acomodo en otro lugar o, si lo que proclama la gran potencia imperialista es contraponer cargas en su desmesura, la otra cara de la moneda acepta: si 100 antes, ahora 300; y ganamos.

Lo inopinado de ese sujeto (activista que fue de la tele basura y vino a presidir la nación más importante del planeta) es imponer la relación de su feudo con el resto del mundo sin correspondencia, solo la suya. De lo cual se deduce que si China ha sabido construirse como una potencia mundial habrá que poner remedio; si un país del Medio Oriente proclama su independencia, habrá que asfixiarlo; si conviene tener del lado a los kurdos en la guerra por valientes, los usan hasta que sea menester; después los abandonan a su suerte y a la suerte de las bombas del enemigo. De lo cual se deduce que en su pericia internacional ahora custodian la frontera un aliado de la Otan (Turquía) y un enemigo de la Otan (Rusia). España se encuentra en ese lugar de la madeja.
¿Qué nos queda? Hasta aquí llegaste, gigante.