kick boxing

Moisés Ruibal, el forjador de la última generación de campeones

Del gimnasio Muiños al equipo Moi-Rui, Moisés Ruibal es un tinerfeño de adopción que se forjó a sí mismo, primero, y luego armó todo un ejército de campeones
José Bello, Maikel García, Moisés Baute, Moisés Ruibal, Susana Llarena, Cristian Rodríguez y Jonay Risco, con los cinturones profesionales del equipo. DA
José Bello, Maikel García, Moisés Baute, Moisés Ruibal, Susana Llarena, Cristian Rodríguez y Jonay Risco, con los cinturones profesionales del equipo. DA
José Bello, Maikel García, Moisés Baute, Moisés Ruibal, Susana Llarena, Cristian Rodríguez y Jonay Risco, con los cinturones profesionales del equipo. DA

La historia empezó en Galicia, pero se trasladó hasta Tenerife y aquí es donde ha terminado de labrarse. Del gimnasio Muiños al equipo Moi-Rui, Moisés Ruibal es un tinerfeño de adopción que se forjó a sí mismo, primero, y luego armó todo un ejército de campeones a los que ha ido inculcando dos cosas, el amor por el kick boxing y el trato de familia que le da a todo el que entra por la puerta de su gimnasio y que, habitualmente, acaba por quedarse.

En el Muiños aprendió el arte de la guerra bien pronto. “Allí no hacíamos ni paos ni manoplas, era puro sparring todos los días”, relataba entre risas el orgulloso padre de Andrea y, ahora, del pequeño Lucas.

En Tenerife armó un equipo competitivo desde el minuto uno. “Abraham el Niño, Jonay el Martillo, el Palli y Munir fueron los primeros peleadores que yo entrené”, recordaba antes de hacer mención a la siguiente hornada de guerrilleros, encabezada por Jonathan Padilla, Moisés Vera, Carlos Chiquitín, Johny el Lupa, Julio Escuela, la Cobra Calero “el gran Dani Montes de Oca y alguno más que seguro que me dejo y de los que guardo recuerdos muy especiales porque para mí es como si fueran mi familia”.

Ruibal no se atreve a señalar a ninguno de los antiguos o actuales miembros de su familia como el de mayor talento que ha podido entrenar. “Es una pregunta muy difícil de responder porque he tenido muchos, pero no puedo decir a ninguno en concreto porque creo que los de mayor talento que he tenido ya no están y los de ahora cuentan con el sacrificio, el esfuerzo y la dedicación que hay que tener por este deporte”, explicaba un hombre que también alcanzó la gloria mundialista en Tenerife venciendo al turco Muzzafer Gemici.

El primer título importante que sumó en la esquina de uno de sus pupilos fue el Campeonato de Europa ISKA de muay thai, que logró Jonathan Padilla un 19 de julio de 2008, noqueando en el primer asalto al inglés Gavin Sterrit, en el Pancho Camurria. A partir de ahí han sido once años de éxitos, uno detrás de otro, sobre todo desde que Jonay Risco se sumó a su equipo.

El sanmiguelero había sido campeón de España venciendo precisamente a un pupilo de Ruibal, Dani Montes de Oca, que le había ganado a Risco la final del K1 Canarias Max anteriormente. Luego Risco sería campeón mundial ante Arnaldo Silva y se uniría al equipo Moi-Rui. Ahí sumaría más galardones individuales, además de vencer a dos de los cuatro mejores de la historia, Andy Souwer y Buakaw Banchamek (antes Por Pramuk). Maikel García y Moisés Baute también le han dado títulos mundiales al equipo, mientras que José Bello ha sido campeón europeo y Cristian Rodríguez campeón de España de boxeo.

Colectivamente, Ruibal reconoce que “uno siempre sueña con conseguir grandes cosas, pero nunca pensé en llegar a lograr lo que he logrado, algo que no es mérito mío únicamente porque hay muchas personas que han ayudado a poder llegar hasta aquí”. Entre esa gente está su esposa, Susana Llarena, a la que también entrenó y con la que ahora forma un equipo técnico de altísimo nivel, amparado en lo que ha ido aprendiendo de otros grandísimos entrenadores y, en especial, de Lucien Carbin, el hombre que le cambió la visión del trabajo diario.

“Es una referencia, desde que lo vi por primera vez quise entrenar con él y eso fue lo que hice, a partir de ahí mi forma de entrenar cambió al cien por cien”, destacaba ayer antes de iniciar su clase habitual de las 19.00 horas, rodeado de esos 70 alumnos que son su gran satisfacción. “Estoy muy orgulloso de los campeones y no campeones del gimnasio, pero de lo que más orgulloso me siento es que, con más de 70 luchadores que tengo, todos son amigos, todos se respetan y se ayudan entre ellos. Eso es lo que me hace sentir más orgulloso, de tener una gran familia que se llama Moi-Rui”.

Bello y Baute, a sumar más gloria al Moi-Rui

Bello y Baute, a sumar más gloria al Moi-Rui

Ruibal organiza, el próximo 23 de noviembre en La Laguna, una nueva gran gala con tres campeonatos mundiales en juego. Dos de ellos los disputarán José Bello y Moisés Baute, que viene de ganar el cinturón Enfusion en Alemania. Será la oportunidad de volver a sumar títulos internacionales al gimnasio más laureado.

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