teatro

Mariano Peña: “Hemos puesto todo de nuestra parte para enamorar al público canario”

La sombre del personaje Mauricio Colmenero es alargada pero Peña no quiere olvidarlo; el actor estará este lunes en el Auditorio Teobaldo Power con la obra clásica de Charles Dickens ‘Cuento de Navidad’
Mariano Peña

Por Laura Coello

En una época tan señalada como ésta, nuestras ganas de sentir lo que denominamos como ‘espíritu navideño’ van en aumento. En este caso, y de la mano del actor Mariano Peña, más conocido por ser el Mauricio Colmenero de la serie Aída, la propuesta de Cuento de Navidad, obra clásica del escritor Charles Dickens, promete envolvernos con ese espíritu y, como el propio actor indica “emocionar y no dejar indiferente a nadie”. En el marco de su gira por todas las islas, y de la mano de Acelera Producciones, este lunes representará la obra junto al resto del elenco en el Teatro Leal lagunero y el viernes, en el Teobaldo Power, La Orotava.

– Suponemos que no habrá sido difícil persuadirle para venir a Canarias en pleno invierno. Sin embargo ¿qué fue lo que más le atrajo para aceptar este proyecto?

“Pues es cierto que no supuso ningún sacrificio dejar la península para venir a las Islas Canarias (risas). Cuando me hablaron del proyecto y de la función, con un personaje tan potente como el señor Scrooge, no tuve duda alguna. Es un personaje clásico de novela que para todo actor que se precie es un honor interpretar. Estoy encantado, aunque me esté especializando cada vez más en interpretar a malos gruñones (risas)”.

-Parece que la marca de la casa es el personaje gamberro…

“Pues sí, me dan muchos papeles en esta línea. Puede que algo tenga, para que me atraigan este tipo de personajes. Un amigo mío siempre dice que cuando el río suena… (risas)”.

– ¿Aún se pone nervioso al subir al escenario?

“Siempre me ha puesto nervioso el escenario. Es un tópico, pero es verdad, y el día que se me quiten los nervios dejo de actuar”.

– ¿Prefiere las tablas del escenario o los focos de la televisión?

“Yo me formé como actor en un escenario, y continuamente estoy volviendo al él. La televisión es más cómoda que el teatro, porque es un medio en el que, a pesar de los madrugones, siempre se puede adaptar todo y repetirse las escenas. En el teatro, estás solo en el ruedo, ante la gente y en directo. Creo que el teatro es más vivo e intenso y la preparación mucho más concienzuda”.

– Un texto universal y una historia que lleva casi dos siglos contándose ¿Qué destacaría de esta historia?

“En esta obra lo más importante son los valores. Es un canto a la generosidad, al amor y a la entrega a los que te rodean. Y lo mejor es que puede enseñarse tanto a niños como a adultos. Realmente lo hemos querido transmitir con esta obra es ‘cuídate, cuida tu entorno y se una buena persona’”.

– ¿Qué le atrajo de Ebenezer Scrooge, su personaje en la obra?

“Pues todo lo que hay debajo de él y en un principio no se ve. Cuando preparo un personaje, me gusta investigarlo y descubrir por qué es como es. Muchas veces en los guiones, el autor lo obvia y me da mucha rabia porque esa es la diferencia entre un personaje vacío y uno con sentimientos. En mi caso, se trata de un personaje al que la vida no le ha tratado bien, pero si ahondamos un poco más, no es tan malo como aparenta, sino que, simplemente, no se ha reconciliado con sus fantasmas”.

-Hablando de fantasmas… ¿Tiene usted alguno?

“Mi fantasma más temido es el del olvido. Es algo que tememos todos los actores”.

– Y en el caso de antiguos personajes, ¿alguno que le persiga como a los fantasmas de Scrooge?

“Yo siempre digo que todos los personajes que interpreta un actor son como sus hijos, porque los creas, te acompañan, forman parte de tu vida y al final, todos tienen algo de ti. En mi caso, la sombra de Mauricio Colmenero es alargada, pero no quiero olvidarlo, porque mucho de lo que soy ahora se lo debo a él. Mauricio ha pasado a la historia de la televisión. Tenía muchas papeletas para ser el villano odiado por España, y sin embargo la gente lo adora”.

-A la hora de elegir un papel ¿En qué suele fijarse?

“Normalmente, el argumento y el guion es lo que tiene más peso. Para elegir personaje nuevo, siempre pido que haya buen texto, porque si no, mal vamos (risas). Pero sobre todo pido que la obra tenga sentimiento y que me emocione. Por ejemplo, con Cuento de Navidad mucha gente que ha ido a los ensayos, se ha emocionado, y eso es una maravilla. También es cierto que el ambiente navideño ayuda (risas)”.

– ¿Qué le diría a todos aquellos que están leyendo estas líneas para animarles a ver Cuento de Navidad?

“Que no se lo piensen, que se pongan guapos y vayan con su familia al teatro, para dejar volar la imaginación y para pasar un buen rato. Todos hemos puesto de nuestra parte para enamorar al público canario y emocionarlos, y creo que no pasaremos desapercibidos”.

– Tras despedirse hace no mucho de la serie de televisión Allí abajo, ahora continúa con Pequeñas coincidencias. ¿Hay nuevos proyectos a la vista?

“Bueno, no puedo adelantar mucho pero sí te puedo decir que hay varias tentaciones a la vista, y aunque está todo muy en el aire, hay alguna que otra cosa en Canarias, para lo que seguro, no opondré resistencia (risas)”.

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