la palma

Mr. Sabas y Sultán: una historia más allá de la tragedia circense

La nueva obra de Anelio Rodríguez narra la muerte de una fiera y su domador, siguiendo la pista a una familia yugoslava que dejó huella en el Archipiélago
La presentación contó con la participación de Jerónimo Saavedra y Juan Capote. DA

Es enero de 1935. En la capital palmera, la habitual tranquilidad se ve perturbada por un extraordinario suceso, motivado por la visita del Gran Circo Yugoslavo. Una de las fieras del espectáculo se fuga, sembrando el caos entre la población. Se escuchan rumores, impera la histeria colectiva. Mientras, Mr. Sabas, el domador de leones, perteneciente a una familia de larga tradición circense, emprende una apresurada búsqueda del animal. A ambos, al experto amaestrador y al temido rey de la selva, les aguardaba un mismo final: la muerte. Uno, tras recibir disparos de las autoridades locales; el otro, de un infarto.

Este episodio, que aún pervive en la memoria de algunos habitantes de la Isla Bonita que escucharon a sus padres y abuelos hablar sobre el desafortunado suceso, ahora está, más que nunca, al alcance de cualquier ávido lector. El escritor palmero Anelio Rodríguez Concepción, autor de obras como ‘El perro y los demás’ (2004) o ‘La abuela de Caperucita’ (2008), presentó el pasado viernes su nuevo libro: ‘Historia de Mr. Sabas, domador de leones, y de su admirable familia del Circo’, de la editorial Pre-Textos. En él, relata con ciertas dosis de estilo novelesco -pero siempre fiel a la realidad de los hechos-, ya no solo el incidente del que DIARIO DE AVISOS informó por aquellos años. Muestra, además, la crónica de una familia que, casi accidentalmente, dejó una huella afectiva en la sociedad canaria. Y lo hizo con distintos nombres, entre los cuales quizá el más conocido haya sido ‘Circo Toti’.

Cuestionado por la relación entre nuestro archipiélago y esa última denominación empleada por los descendientes del ‘capo’ de la familia Djordjevic, Anelio Rodríguez afirma que “ofrecía un punto de magia, de libertad, de fantasía”. Elementos de los que, bajo su punto de vista, “estaba muy necesitada la población”. Asimismo, indica que el mundo de la farándula era idealizado por los isleños, dado que representaba sus aspiraciones, aunque también hacía que la gente de a pie se sintiera representada con la precariedad que vivían, dentro de un contexto de posguerra civil.

Sobre la viuda de Mr. Sabas y sus hijos, se sabe que decidieron trasladarse a la Península. Los demás, optaron por quedarse en Canarias, siendo artífices del espectáculo ya citado. El clímax de la obra, explica su autor, se da prácticamente al final, cuando el narrador conoce a un personaje clave, del cual puede extraer un relato en primera persona sobre qué camino siguió una familia marcada por la tragedia. Durante el recorrido literario, se mantiene la intriga para explicar el por qué de contar la historia; el motivo de plasmar en papel los acontecimientos que rodearon la vida del adiestrador yugoslavo. Algunos de estos aspectos, fueron dados a conocer en el marco de la presentación del libro, que contó con la participación del expresidente y exministro canario, Jerónimo Saavedra, y el veterinario e investigador Juan Capote.

MR SABAS Y SULTÁN REAL CLUB NÁUTICO LA PALMA
El acto tuvo lugar en el Real Club Náutico de Santa Cruz de La Palma. DA

En un abarrotado salón del Real Club Náutico de Santa Cruz de La Palma, Saavedra aseguró haberse sentido afortunado al trasladarse, por medio de la obra, a “aquella época de los años 40, de mi adolescencia”, en la que “recuerdo haber ido a ver a Toti montar el circo, en un barrio de Tafira Baja, una parte de Las Palmas de Gran Canaria”, así como a Cañadulce, tierno personaje que anunciaba la llegada del espectáculo. “Se trata de una crónica que no se limita a contar la historia de la muerte del león y de su domador, sino se transparenta la vida social que, a lo largo de esa evolución del circo, también hemos vivido en nuestro país”, señaló.

Por su parte, Juan Capote, relató la aventura en la que tanto Anelio Rodríguez como él se embarcaron para dar con los descendientes vivos de Mr. Sabas. En un inicio, explicó que su trabajo iba a consistir en estudiar las armas de la época o cómo atacaba ese tipo de leones. Sin embargo, tiempo más tarde, viajaría a Galicia junto al autor para hablar con los responsables del Circo Coliseo, heredero de la familia Djordjevic, e indagar en busca de la ansiada historia.

EL DIARIO ESTUVO ALLÍ

Sultán, que así se llamaba el león, “era el que mayor coraje demostraba en las exhibiciones”, señalaba este periódico el 22 de enero de 1935. El Decano, narró con sumo detalle lo ocurrido, explicando que el animal tenía apenas dos años de edad y era procedente de la Selva Negra. Tras ser abatido a tiros -cuyo instante posterior fue inmortalizado por una cámara e ilustra la portada del libro-, una pareja de la Guardia Civil, otra de asalto, cuatro soldados y un cabo del ejército, vigilaron el entorno del circo para prevenir que pudieran repetirse los hechos.

Del mismo modo, en la hemeroteca del DIARIO se recogen las circunstancias en las que se produjo la fuga. Por la tarde, los responsables de la compañía habían pasado a los “bichos” a una jaula que estaba cubierta en la parte alta por una red. Uno de los empleados de Mr. Sabas, quiso invitar a su jefe a tomar un aperitivo en la ciudad, sin sospechar que los animales pudieran escaparse. Ya en el café, recibieron la noticia, pensando en un primer momento que se trataba de una broma. Sin embargo, lo que parecía improbable se convirtió en realidad, y el miedo se apoderó de los viandantes. “Parece ser que la fiera subió sobre la jaula y de allí, después de ojear bien los alrededores, se lanzó en prodigioso salto”.

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