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‘Un violador en tu camino’: de las plazas a la discoteca

Convertido en himno feminista, el tema se escuchó el viernes pasado en un club del sur de Tenerife, lo que ha provocado un debate sobre activismo y banalización

“Y la culpa no era mía ni dónde estaba ni cómo vestía. El violador eres tú”. Era 20 de noviembre y el colectivo feminista chileno Las Tesis hizo una intervención artística en Valparaíso interpretando el tema ‘Un violador en tu camino’, una denuncia contra las prácticas machistas del patriarcado y la culpabilización de las víctimas de una violación, que son cuestionadas por su vestimenta o su manera se ser. En unos pocos días, la canción de extendió de tal manera que se reunieron 10.000 mujeres en Santiago de Chile a hacer la ‘performance’. Y de ahí, a plazas de todo el mundo: México, Buenos Aires, Ecuador, Bogotá, Madrid, Nueva Delhi, Nueva York…

Era 20 de diciembre y el DJ Ricky Martínez pinchaba música en el Papagayo Club, en Playa de Las Américas . En el fragor de la noche, con una base electrónica de fondo, empieza a sonar ‘Un violador en tu camino’y la gente no para de bailar. Alguien decide grabarlo y colgarlo en twitter. Y así, una decisión en la ruidosa soledad de una mesa de mezclas trasciende y se convierte en motivo de debate: hay quienes lo defienden, porque creen que la igualdad se disputa en todos los rincones y bienvenida sea la reivindicación en medio de la noche, tan infectada de abusos y agresiones machistas; hay quienes creen que llevar una ‘performance’ feminista surgida en las calles de Chile a la pista de baile de un club, y más si el DJ es hombre, oscila entre la apropiación y la banalización. También hay algunos machistas en las redes que creyeron que Ricky Martínez se estaba riendo de la canción y le jalearon.

“Me encuentro abrumado. No me he querido pronunciar, pero al ver la repercusión que ha tenido, lo he visto necesario, afirma Ricky. “En ningún momento puse esa canción en tono de burla, todo lo contrario, lo hice como reivindicación, porque estoy completamente de acuerdo con ese mensaje y, sencillamente, quise ayudar”.

Natacha, su mujer, fue la primera que lo animó a que pusiera el tema una noche. Quería escucharlo en la discoteca. “La canción da un mensaje muy claro de que las mujeres están allí, vestidas como quieren, haciendo lo que quieren, y tú no tienes por qué venir a hacerme nada”, explica. Pero también se la pidieron otras mujeres que estaban aquella noche en Papagayo Club: “Me la pidieron varias veces, fundamentalmente grupos de chicas, y cuando la puse, la cantaron a pleno pulmón y con aplausos. No tuve ni una crítica en toda la noche ni ningún problema por ello”, afirma.

Ese camino largo de las calles de Valparaíso a Playa de Las Américas es también el tránsito del activismo sesudo de la antropóloga argentina Rita Segato -cuyas ideas sobre la estructura patriarcal que normaliza la violación inspiraron el tema-, a la cultura de masas, excesiva, voraz, con dificultad para dejar que se perfilen los matices. Y en ese terreno surge el debate.

Para Yolanda Domínguez, artista visual y experta en comunicación y género, “el hecho de que algo como la igualdad esté en los discursos populares es positivo, mientras no se haga un uso que lo tergiverse”. Domínguez rechaza que la crítica tenga que ser siempre solemne: “Que algo tenga un tinte divertido, positivo, incluso festivo, no me parece mal. Parece que todo lo que sea una crítica lo tenemos que unir a algo siempre dramático, serio o triste, y no necesariamente. Yo lo escucho y me remueve por dentro, pero en plan guay”. Tampoco le parece mal que sea un hombre quien haya llevado a cabo esa iniciativa. “Nosotras somos el sujeto político del feminismo, las que estamos en primera fila. Pero bueno, también hay hombres feministas. Y que estén activos yo no lo veo mal”. También hace una reflexión muy interesante sobre la importancia de disputarle el terreno al machismo en el ocio y el consumo: “A través del ocio, de las compras y del consumo, también se crean valores. Precisamente, es el formato en el que no te das cuenta de que te están metiendo esas ideas y valores, es donde bajamos la guardia. Y son los lugares más peligrosos, donde se cuelan tantas canciones sexistas. ¿Por qué no usar esos lugares también para lanzar mensajes diferentes?”, se pregunta.

Montse Delgado, activista feminista canaria de larga trayectoria, opina de manera muy diferente: “Cuando uno hace una performance de tipo social, lo que quiere es llamar la atención, pero no se queda en eso. También quiere que la gente reflexione sobre el asunto. Y una discoteca, de noche, con alcohol, no es el espacio para la reflexión. En ese sentido, es una apropiación de la lucha, porque esto viene de las mujeres chilenas y sus reivindicaciones, la descontextualiza y banaliza, se hace un poco desde la superficialidad”, afirma. “Si tú, como creador, como músico, como empresario de la noche, quieres hacer algo contra las agresiones, tienes muchas opciones, desde la música que pones hasta las cosas que pasan en los locales”.

“Que haya calado el tema hasta llegar a una discoteca y que se haga con intención de denuncia contra todas las agresiones sexuales, a mí me parece muy bien”, afirma Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad. “Lo que sí me parece fatal es la parodia y la ridiculización que también se ha hecho del tema de Las Tesis en las redes. Se trata de algo muy serio. Socialmente, se están legitimando agresiones sexuales muy graves, como hizo hace poco el fiscal Javier García Cabañas preguntando a una víctima si llevaba pantalón corto, ropa interior, si iba muy ceñida. El juez le tuvo que decir que parara”.

“Me puedo imaginar que alguien que ha sufrido una violación y se encuentre con esto pueda sentirse mal, explica Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres. “Pero si entendedemos este tema como un elemento que pretende una llamada de atención, llevarlo a entornos musicales o culturales, y no solamente a entornos estrictamente reivindicativos me parece bien”, afirma. “Denunciar las violaciones de las mujeres consiste también en construir el relato. Si a ese proceso muy compartido entre mujeres de todo el mundo se quieren unir los DJs, pues estupendo”.

En una entrevista en la web de la BBC, Las Tesis afirman: “Lo cierto es que la performance se nos escapó de las manos y lo hermoso es que fue apropiado por otras”. Habrá que preguntarles por este último vuelo.

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