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Cuando la política canaria gira en torno a dos mujeres

Mientras Carolina Darias se ha convertido en la primera ministra nacida en las Islas, Ana Oramas también capta todos los focos por desobedecer las órdenes de su partido
La diputada de Coalición Canaria Ana Oramas. / DA

Por muchos progresos que se han logrado por la igualdad, no deja de resultar una novedad que dos mujeres sean las indiscutibles protagonistas de la política canaria en lo que va de este 2020. Ambas lo son por méritos propios, por mucho que unos sean más discutibles que otros, pero es indudable que la socialista Carolina Darias y la coalicionera Ana Oramas han logrado eclipsar en este arranque de año al resto de los dirigentes isleños, bien es cierto que por motivos muy distintos.

La cara amable, sin lugar a dudas, es la de la socialista grancanaria Carolina Darias, nombrada el pasado lunes ministra de Política Territorial y Función Pública por Sánchez, no solo es la primera mujer nacida en las Islas que se sienta en el Consejo de Ministros, sino que, además, lo ha conseguido sin valerse de las influencias propias del que está en los cenáculos madrileños del poder, como sí ocurrió en los nombramientos de sus antecesores del Archipiélago, los también grancanarios Luis Carlos Croissier, Jerónimo Saavedra, Juan Fernando López Aguilar y José Manuel Soria.

Precisamente, se cuenta en los mentideros que fueron sus excelentes relaciones con Jerónimo Saavedra y con la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega (cada vez más habitual por estos lares) lo que puso el nombre de Darias en la agenda de los ministrables. El evidente deseo de Sánchez de contar con una ministra de Política Territorial libre de pasado respecto al conflicto catalán, la experiencia de la propia Darias en tareas administrativas complejas (crisis de los cayucos, parlamentarismo regional europeo…) y el reconocimiento a la apabullante reconquista institucional del PSOE canario hicieron el resto.

La ministra de Política Territorial, Carolina Darias. DA

La biografía de Oramas coincide con la de Darias en que ambas políticas atesoran una notable experiencia en las administraciones públicas. Si Darias (54 años) ha sido concejal en Las Palmas de Gran Canaria, consejera del Cabildo de Gran Canaria, presidenta del Parlamento autonómico, delegada del Gobierno y consejera autonómica, el expediente de Oramas (60 años) también es notable: concejal en Santa Cruz de Tenerife, alcaldesa de La Laguna, viceconsejera regional y diputada autonómica y estatal.

Mas ahí terminan las similitudes, porque si todos los focos se han posado también en la coalicionera es por su indisciplina en la votación de la investidura de Sánchez, dado que votó negativamente a pesar de las órdenes de su partido. Coalición Canaria, eran de que optase por la abstención. Esta suerte de traición a su propia formación política tuvo lugar, además, ocultando hasta el último momento sus intenciones al máximo responsable orgánico de CC, José Miguel Barragán, en lo que no pocos apuntan a una deliberada maniobra para reforzar el peso de Coalición en Tenerife con vistas al congreso previsto para el próximo mayo. De la mano del hoy senador Fernando Clavijo, Oramas sabe que dicho cónclave será de todo menos pacífico, por cuanto CC afronta una profunda crisis interna tras la debacle que supuso pasar a la oposición en, prácticamente, todas las instituciones de mayor relevancia en las Islas.

Mientras Oramas (junto a Clavijo) se prepara para la guerra de mantener unida a Coalición Canaria sin que la organización tinerfeña pierda el control que siempre ha ejercido sobre partidos como Asamblea Majorera o la Agrupación Herreña Independiente (hoy favorables de cambiar los equilibrios de fuerzas dentro de CC y buscar un nuevo entendimiento con otras fuerzas nacionalistas como Nueva Canarias), a Darias le espera el reto de lidiar con una cartera tan polémica actualmente en España como es la de Política Territorial, y más teniendo en cuenta que trabajará codo con codo con el propio presidente Sánchez y la vicepresidenta Carmen Calvo en dar con una solución política a la brecha abierta por los independentistas catalanes. A buen seguro que los cambios en la financiación autonómica será otro de sus principales retos.
Son, acorde con los tiempos, los dos rostros que hoy polarizan la atención en la política canaria y, aunque en menor medida pero a nivel nada desdeñable, en la estatal. Dos rostros de mujer: los de Carolina y Ana.

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