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Basilio Valladares: “Yo soy muy crítico cuando la industria farmacéutica utiliza la salud y el miedo para enriquecerse”

Basilio Valladares Hernández (Tacoronte, 1947) es uno de los más reputados científicos que han dado las Islas Canarias
Basilio Valladares. | FOTO: Sergio Méndez

Basilio Valladares Hernández (Tacoronte, 1947) es uno de los más reputados científicos que han dado las Islas Canarias. Catedrático de Parasitología de la Universidad de La Laguna hasta su jubilación, fundó y dirigió el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, dependiente de dicha universidad. Ahora, tras su jubilación, colabora activamente con esta institución. Está considerado como una autoridad mundial en parasitología y enfermedades tropicales. Se licenció en Farmacia en Granada, se doctoró con premio extraordinario en La Laguna y trabajó en el Instituto López Neyra granadino (dependiente del CSIC) y en la Universidad de Grenoble. Obtuvo, como he dicho, la cátedra de Parasitología de la Universidad de La Laguna, que ocupó hasta su jubilación. Ha dirigido más de 30 tesis doctorales y ha publicado artículos científicos en revistas de primera línea mundial sobre temas de su especialidad. Es cercano, modesto y didáctico. Amigo, defensor y colaborador de científicos de primera categoría mundial, como el doctor Manuel Patarroyo, premio Príncipe de Asturias, que sigue trabajando, en medio de grandes dificultades, en su vacuna contra la malaria, que puede salvar millones de vidas; y tiene palabras de elogio para quienes ponen en peligro sus vidas en países de riesgo para vacunar a comunidades enteras y evitarles diversas enfermedades que han acabado con tantos seres humanos a lo largo de la historia. Estamos en Los Limoneros, hablando, cómo no, de la gripe de Wuhan, que ha acabado con miles de personas enfermas en China y de erradicación por ahora incierta.

“Pues todavía se sabe poco de ella. Tenemos que fijarnos mucho en la casuística. Hay cuatro o cinco virus en nuestro entorno que siempre nos alertan y nos preocupan. Por ejemplo, en Cabo Verde hay uno que afecta a la mortalidad de los niños y que estamos investigando. Yo acabo de llegar de allí”.

-Ya han averiguado de dónde procede el nuevo virus llamado de Wuhan, ¿no?
“Hasta el momento se desconoce su fuente concreta, y existen dudas sobre la transmisión y la gravedad exactas. Los primeros casos denunciadas por la autoridad sanitaria de Wuhan, en China, el 31 de diciembre de 2019, procedían de un mercado mayorista que vendía animales vivos, mariscos y pescado, pero no se pudo identificar la fuente concreta del brote”.

-¿Y la transmisión?
“Pues, en principio, además de por la ingesta de esos productos contaminados, por el aire, a través de la saliva que se emite al hablar, toser o respirar, con un periodo de incubación que al principio se estimaba entre dos y 14 días. Virus similares también se pueden transmitir por picaduras de insectos”.

-Hubo otros antecedentes de este virus de Wuhan, como el SARS y el MERS. ¿Es este el más letal?
“Por ahora, no. En el momento en que hablamos, la letalidad de este virus supera el 3%, mientras que el SARS llegó a presentar un 22% y el MERS un 30%”.

-¿Está nuestro Instituto de Enfermedades Tropicales en condiciones de detectar el virus de Wuhan en un enfermo potencial?
“Por supuesto y lo saben las autoridades sanitarias españolas y la muy competente Dirección de la Oficina de Alertas Sanitarias de nuestro país. Existen sistemas de diagnóstico que te permiten detectar hasta 44 patógenos en una sola intervención, sean pulmonares o intestinales, incluido un panel respiratorio de cuatro coronavirus”.

-¿Podemos estar tranquilos en Canarias, en donde ya fue detectado un caso positivo de la neumonía de Wuhan?
“Además de la labor que pueda llevar a cabo el Instituto, aquí ejercen grandes especialistas en Epidemiología, dirigidos desde la Consejería de Sanidad por el doctor Domingo Núñez, con una amplísima experiencia y una competencia demostrada. Podemos decir que estamos en buenas manos, desde luego. Pero no se puede bajar la guardia”.

-Tú eres amigo del doctor Patarroyo, que en cierta manera ha sido maltratado por una parte de la comunidad científica internacional, y muy ensalzado por otra, por su vacuna contra la malaria.
“El profesor Patarroyo es un científico colombiano situado en la primera línea mundial de los investigadores, que busca la vacuna perfecta contra la malaria en una sola dosis y que va a ser probada en humanos. Se trata de un logro científico para la historia, que le ha costado la salud. Él no quiere que la industria farmacéutica, que es muy poderosa, se quede con los beneficios y esto le ha traído multitud de problemas. Pero ahora lo que me preocupa es la salud del profesor Patarroyo”.

Basilio Valladares. | FOTO: Sergio Méndez

-¿Se acabará pronto la sicosis del nuevo coronavirus, como se acabó la del ébola y del sida?
“El ébola sigue existiendo, pero el sistema de transmisión es distinto del de la gripe. Para contagiarte por ébola tienes que tocar a un afectado, tiene que haber contacto físico. Para la gripe, no”.

-Se adquirieron grandes dosis de retrovirales, de Tamiflú, de Interferón, que se tiraron a la basura, o por ineficaces o por innecesarios. Algunos gobiernos se volvieron locos.
“Hay que andar con mucho tiento con los medicamentos, aunque no es malo prevenir, pero con cabeza. Para el ébola hay tratamiento, para la gripe de Wuhan todavía no se sabe. Pero la prevención es vital y, por supuesto, seguir investigando”.

-Ya nadie se muere de sida, ¿no?
“Si los enfermos están bien tratados, no. Esa batalla se ha ganado y la prevención se va consiguiendo a nivel mundial, aunque todavía queda mucho trabajo que hacer en materia de concienciación sobre todo”.

-¿Se alcanzará pronto un tratamiento para esta dichosa gripe? Y perdona por la insistencia.
“Yo no soy muy optimista en cuanto a los plazos que se han anunciado, pero claro que sí se alcanzará. Da la sensación de que los casos se van estabilizando, aun teniendo en cuenta el disparate en el manejo equívoco de las cifras de afectados. Estamos inmersos en datos pocos fiables. Pero vendrán otros virus, no te quepa duda, que también nos tendrán muy ocupados”.

-Basilio, yo no me fío de las multinacionales del medicamento. Todo eso es, al menos para mí, un negocio deplorable.
“Bueno, es un negocio, evidentemente, que tiene que existir pero que debe moderarse. Detrás de cada enfermedad, de cada epidemia, existe ese poder económico. Se compraron cantidades ingentes de Tamiflú para un tipo de gripe, que fue una epidemia que nunca llegó realmente como tal. Sucedió algo parecido con los medicamentos para tratar el mal de las vacas locas. También en los casos de la gripe A y la gripe del cerdo. Todo es cíclico. Y ahora, el negocio de los laboratorios está en las técnicas de diagnóstico. A mí todo eso me da miedo. Es preciso tener confianza en la actuación de las instituciones sanitarias, que en el caso de nuestro país son excelentes. Y a nivel mundial, muy eficaces. Y en cuanto a las investigaciones de las farmacéuticas, ¿por qué no incidir en el tratamiento y en la curación de las enfermedades coronarias o de tipo diabético? Sería mucho más eficaz, humanitaria y hasta rentable su actuación”.

-Parece como si se utilizara el miedo para enriquecerse.
“Desde luego, yo soy muy crítico cuando se utiliza la salud para el enriquecimiento. Es lícito ganar dinero, por supuesto, pero no se puede ganar dinero a fuerza de que la gente se asuste y utilizar para ello la táctica del miedo. Ni se pueden producir y comprar ingentes cantidades de medicamentos para prevenir lo que nunca va a llegar”.

-Aquí, en Canarias, siempre nos topamos con algo muy curioso. Tendemos a minimizar el efecto de ciertas enfermedades para no alarmar al turismo.
“Ha ocurrido, pero se trata de un disparate: la salud está por encima de todo, incluso del turismo y de la alarma que pueda producir en él. Nosotros logramos erradicar el Aedes Aegipty, un peligroso mosquito, localizado en una urbanización de clase media alta en Fuerteventura. Capturamos, además, 27 ejemplares vivos. Cuando lo logramos nadie vino a felicitarnos y vete tú a saber las vidas que se salvaron. Llegó, posiblemente en mercancías, procedente de Cabo Verde, se instaló en esa urbanización y fue erradicado totalmente”.

-¿Han sido eliminadas las enfermedades que asolaron al mundo, como la polio y la viruela?
“La viruela, por completo. De la polio queda algún brote en países de África, pero hay organizaciones como el Rotary Club Internacional que subvencionan proyectos para acabar con ella. En 2018 se dieron 20 casos, pero la barbarie en algunos países hizo que murieran, tiroteados, médicos y enfermeras que vacunaban a niños contra esta enfermedad. Se trabaja en condiciones muy precarias y peligrosas en algunos casos. Pero es absolutamente necesario que todo el mundo esté vacunado, para que esas enfermedades no regresen”.

(El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, con sede en la Universidad de La Laguna, trabaja sin descanso en asuntos sumamente importantes. Recibe ayudas de Europa. En su plantilla hay científicos de primera línea. El profesor Valladares cita, entre otros, a José María Fernández Palacios, a Jacob Lorenzo, a Pilar Foronda, que están publicando artículos científicos sobre sus investigaciones en revistas de primera línea mundial. Afirma Basilio Valladares que los dos mayores logros en materia de salud pública de todos los tiempos han sido las vacunas contra enfermedades que asolaban al mundo y las investigaciones para la potabilización de agua de consumo humano. Hablamos de los estragos de la polio en Canarias y de especialistas que la trataron, como el doctor don Miguel López, toda una autoridad en aquella época, con medios precarios, casi inexistentes. Disfruta mi interlocutor de una jubilación relativa, porque a Basilio Valladares lo solicitan y le consultan desde muchos países. Cada día acude a su Instituto y preside su Fundación. Es un hombre modesto, que se divierte con sus nietos a los que les permite todo, incluso que no le dejen ver el fútbol para que los niños tengan acceso a los dibujos animados de la tele. Ha sido todo un gusto charlar con él. Transmite serenidad y seguridad. Y lo hace desde la modestia. Ahora se irá a Granada, una ciudad a la que ama, a pasar una semana de descanso con su mujer, granadina, y con sus amigos y antiguos compañeros de universidad. Luego, otra vez a investigar lo que la naturaleza nos envía. Pues que sea leve la cosa).

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