Agustín es el Sombrerero Loco o, el Sombrerero Loco es Agustín. Tratándose del Carnaval casi que da lo mismo, lo importante es que la gran fiesta capitalina sigue nutriéndose de personajes como este, nacido de las entrañas de la imaginación de Lewis Carroll y adaptado por Agustín para el Carnaval santacrucero.
Nacido con el Carnaval metido en la sangre y con la referencia del primer disfraz que lució en su infancia, de pera, Agustín creció con la imagen de los históricos personajes del Carnaval, Harpo Marx, Fidel Castro, Cantinflas y todo ese elenco al que se ha unido el Sombrerero Loco para darle frescura y renovación a la fiesta.
“He vivido el Carnaval de forma más intensa desde los 13 o 14 años. Aún eras pequeño, pero salía con mis padres y me entusiasmaba la fiesta en la calle”, relataba este tinerfeño, que luego hizo un paréntesis porque la vida lo llevo hasta Galicia.
“Allí veía con algo de tristeza las imágenes que llegaban del Carnaval de Tenerife, pensando en volver a disfrutarlo algún día”, explicaba con añoranza aún teniendo algunos grupos del Carnaval chicharrero presentes en la fiesta gallega, algo que “nunca es lo mismo”, pero servía un poco de consuelo.
De vuelta a su casa, Agustín fue dándole vueltas a la idea de “vivir el Carnaval año por año” y recuperar los cinco años que estuvo fuera. “Quería ser parte del Carnaval y mi amigo Iván, Jack Sparrow, fue el que me impulsó a empezar a formar parte del grupo de personajes del Carnaval, un colectivo al que agradeceré siempre lo bien que me acogieron y me trataron”.
De ahí nació el Sombrerero Loco. “Buscaba un personaje que no existiera en el Carnaval de Santa Cruz y coincidió con el año del Carnaval de la Fantasía. Entonces encontré uno de los personajes más complicados, pero que tienen una chispa muy especial”, confesaba el joven.
El primer disfraz se lo hizo su madre. Ambientar el personaje que tuneara Tim Burton para su versión moderna de Alicia en el País de las Maravillas no fue fácil por la complejidad de la interpretación de un personaje que cada vez es más famoso en el Carnaval. “El Sombrerero Loco tiene esa parte de locura de meterse con el público, para hacer sonreír a los niños”, esa chispa que hace falta en la fiesta chicharrera por excelencia.