
La carrera ya está en marcha. Mientras las principales empresas farmacéuticas del mundo buscan a toda prisa una vacuna que consiga poner freno a la pandemia del coronavirus, los centros hospitalarios no tienen margen de espera y han tomado la iniciativa de buscar una mezcla entre medicamentos que ayude a curar a los pacientes contagiados por este asesino que actúa en silencio.
Hay motivos para pensar en positivo. En Italia ya han empezado a dar buenos resultados los tratamientos experimentales iniciados casi a la desesperada y que se personalizan en la figura de Fausto Russo, un deportista de 38 años, entrenador personal y extrabajador de equipos de fútbol como Roma o Formia.
A Russo se le propuso entrar a formar parte de un programa de tratamiento experimental que se le propuso en el hospital de Nápoles donde permanecía ingresado tras serle diagnosticado el Covid-19. El ciudadano italiano espera que “en tres o cuatro días” le puedan dar el alta. ¿El culpable? El Tocilizumab, un fármaco que está indicado para pacientes con problemas de artritis y que en un corto espacio de tiempo ha permitido que Russo se haya recuperado en un 60 o 70%.
¿QUÉ ES El TOCILIZUMAB?
El Tocilizumab es un fármaco que es usado actualmente para tratar la inflamación en pacientes con artritis reumatoide y actúa bloqueando la producción de la molécula inflamatoria interleucina-6, que es producida por el sistema inmunitario en respuesta a una infección viral.
El Covid-19 provoca este tipo de reacción en los pulmones teniendo como consecuencia la neumonía. Los pacientes del tratamiento efectuado en Italia se dividieron en dos grupos de estudio, llamados fase 2 y estudio obervacional. De esta forma, recibieron una primera dosis de Tocilizumab (8mg/kg) con una segunda dosis a las 12 horas de administración de la primera en el caso de que la función respiratoria no se hubiera recuperado. Los especialistas italianos trabajaban con unos datos que estimaban que la tasa de mortalidad, sin el tratamiento y a un mes vista, era del 15%, valorando la hipótesis de poder reducir la tasa de mortalidad a la mitad (7,5%).
China fue el primer país donde se probó este tratamiento y de ahí se obtuvieron resultados positivos. La prueba se le realizó a 21 pacientes y, según los datos, 20 de ellos experimentaron una mejoría en unas 24/48 horas y no se encontraron efectos secundarios en estos pacientes.
MÁS ALTERNATIVAS
No es el Tocilizumab el único fármaco que está siendo probado para contener el Covid-19. En Estados Unidos se trabaja con La hidroxicloroquina y la azitromicina. El primero es un fármaco que se ha utilizado en tratamientos contra la malaria y también es usado para tratar el paludismo y la artritis severa.
Su mezcla con la azitromicina ha servido para bloquear la entrada de virus en las células y un estudio realizado por investigadores franceses de The Méditerranée Infection University Hospital Institute en Marseilla ha revelado su eficacia para reducir la carga viral en pacientes con Covid-19.
Esta combinación es la que ha importado Donald Trump en los Estados Unidos como “algo con resultados muy alentadores” que la industria farmacéutica norteamericana podría poner “de inmediato” a disposición del sistema de salud.
En Venezuela ya se ha anunciado que se empezará a medicar con cloroquina a los afectados por el coronavirus. Lo anunció el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, que señaló que la cifra oficial de afectados es de 77 y todavía no se han producido fallecimientos. Francia también apuesta por la cloroquina. Mientras, en España se ha producido un acelerón en la búsqueda de fármacos y en el mundo se trabaja en la vacuna.