La patronal palmera se agrupa para pedir que no se precipite la suspensión de la Bajada de la Virgen

El Organismo Autónomo Bajada de la Virgen y su Concejal Delegado, el nacionalista Antonio Acosta, ha comenzado a analizar con las dos federaciones empresariales de la Isla Fedepalma y Faep, además de la Asociación para el Desarrollo Turísico de La Palma y la delegación palmera de la Cámara de Comercio, la posibilidad de suspensión de la Fiestas Lustrales 2020. Así lo asegura en un comunicado la patronal representada por estas organizaciones, cuyos responsables han transmitido al responsable de la Bajada de La Virgen el apoyo al Ayuntamiento en lo que denominan como “excepcional esfuerzo” para garantizar el cumplimiento del decreto de alarma nacional y en segundo lugar, la conveniencia de retrasar la toma de decisión sobre la celebración de la Bajada de La Virgen 2020.

En el mismo comunicado, se señala que “el futuro de la capital palmera pasa por la tan esperada Bajada de La Virgen de las Nieves 2020, más aún después de las medidas decretadas en el RD 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaraba el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, medida que ha supuesto la paralización de la actividad comercial del municipio y que en la mayoría del tejido empresarial y profesional de Santa Cruz de La Palma hace que miren hacia el evento lustral como una medida de reactivación económica”. Los empresarios no tomarán ninguna decisión sin contar con la aprobación del Obispado de la Diócesis Nivariense, y lo que es lo mismo, de Bernardo Álvarez. En última instancia, la suspensión o no de la Bajada de la Virgen no va a depender ni de la decisión de la patronal ni del Ayuntamiento capitalino ni del Obispado, sino de cómo avance la emergencia sanitaria. Eso sí, la suspensión de la Bajada, dicen los empresarios agrupados en estas federaciones y en la Cámara de Comercio, “puede suponer la destrucción de más empleos, el cierre de comercios y el cese de muchos autónomos”. En definitiva la decisión se tomará, en función de las instrucciones del Ministerio y de la Consejería de Sanidad, en la primera semana de abril.