En solo diez días de confinamiento no se rehace una vida, pero aparecen rutinas y lugares nuevos a poquito que haya algo de espacio. Como la azotea de las casas. Desde la mía se veía ayer a un viejito y a su hijo tomando una cerveza antes del almuerzo, sobre la una de la tarde. Y allí me subo yo a veces, cosa inaudita, a hacer ejercicio con mi hija de cuatro años, que ya empieza a estar inquieta por el confinamiento. Estoy pensando en hacer una barbacoa de verano cuando todo esto acabe e invitar a los amigos y vecinos de los edificios de enfrente, que son a quienes veo a la hora del aplauso de las siete.
En una azotea rodó el director francés Laurent Cantet gran parte de ‘Regreso a Ítaca’, película con guión del escritor cubano Leonardo Padura que hace un retrato durísimo de la generación rota por la emigración y el Periodo Especial, la etapa que se abrió en la isla después de la caída de la URSS. En ese espacio pequeño, con La Habana de fondo y la bebida en las manos, se reencuentra, muchos años después, un grupo de amigos quebrado, entre quienes se fueron buscando sueños en la emigración y casi nunca los cumplieron, los que se quedaron para servir al país, y quienes se convirtieron, adaptándose a las circunstancias, en trapichosos de alma enturbiada. Ninguno, completamente culpable, nadie, completamente inocente. Y en medio, la vida, el alcohol, la literatura, el tabaco, que es lo que le gusta a los románticos como Padura, que fumaba con parsimonia, una vez que lo entrevisté, cigarrillos ‘Popular’, de denso aroma a tabaco negro.
En una azotea de Madrid pasé muchas tardes con mi amigo Sergio, que ahora vive en Tejina, cuando él quería hacerse ingeniero y yo soñaba con ser periodista, allá por el año 2002. Aquel era otro mundo, y nunca imaginamos dos crisis de caballo -la de 2008 y la que se nos viene encima-. No hemos tenido Período Especial, pero mi generación, nacida en la seguridad, se está requemando en la precariedad y la incertidumbre. “A ver cómo acaba esto”, me decía ayer Sergio, añorando esos años de Madrid.