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Torres: “Cesar a la consejera ha sido duro, pero lo hago por el bien general”

El presidente del Gobierno de Canarias dice que Cruz Oval “lo ha hecho de la mejor manera posible” y reconoce implícitamente que su adiós está relacionado con el nombramiento de Conrado Domínguez

 

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció ayer, durante una entrevista en la Televisión Canaria, que el cese de la consejera de Sanidad regional, María Teresa Cruz Oval, conocido minutos antes, “ha sido una decisión difícil, pero lo hago por el bien general, es lo mejor para todos”.

A preguntas del administrador único de Radio Televisión Canaria (RTVC), Francisco Moreno, Torres reconoció de forma implícita que la decisión de prescindir de Cruz Oval está relacionada con el nombramiento de Conrado Domínguez como coordinador del Comité de Gestión de la Emergencia Sanitaria, puesto que, normalmente, debería ser para la titular de la Consejería y que, al no ser así, Cruz Oval lo habría recibido con profundo malestar.

A este respecto, el presidente se limitó a explicar, en referencia a Domínguez, que “propuse la creación de un equipo de trabajo entre las distintas consejerías y buscamos a gente con experiencia, sea cual sea su ideología”, en alusión a los lazos de dicho político con gobiernos de Coalición Canaria, partido con el que llegó a dirigir el Servicio Canario de Salud durante la pasada legislatura. Conrado Domínguez ya estaba en el Ejecutivo de Torres en calidad de secretario general técnico de Obras Públicas, Transportes y Vivienda.

En cuanto al sustituto al frente de la Sanidad canaria en tiempos tan complejos como los de esta pandemia por coronavirus, Torres dijo del elegido, Julio Pérez (que ya es consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad y portavoz del Gobierno de Canarias) que “se trata de un político curtido, un veterano de mil batallas”, a la par que expresó su plena confianza en el jurista tinerfeño.

De cualquier modo, Torres no cargó las tintas contra Cruz Oval, sino más bien quiso tener buenas palabras para la cesante. “Lo ha hecho de la mejor manera posible -dijo- y ha sido muy duro, pero la situación actual es de absoluta excepcionalidad”. Eso sí, el presidente regional quiso dejar claro que él está al mando y asume que su obligación es ejercer el poder que le ha conferido la mayoría de los canarios: “Avisé que haría lo que hiciera falta, pero lo hago pensando que es la mejor decisión”, recalcó el político aruquense.

En cuanto a las posibilidades de que este cese se convierta en motivo de controversia política, fue claro al replicar que “se equivoca quien hace política con lo que está sucediendo; es absurdo porque el que está aquí en la oposición tiene el poder en otro lugar, así que…”.

Inmediatamente, el socialista añadió que “reconozco la lealtad de los partidos políticos de Canarias. Hablo a menudo con ellos y todos muestran su preocupación, hacen propuestas y aportan. Ya volverán los debates al Parlamento y ese será el tiempo en que se pidan y se den explicaciones, pero ahora mismo lo que quiere la gente es que colaboremos todos los responsables de los partidos políticos, y eso es lo que estamos haciendo”.

Sobre si las crisis que ha vivido en los ocho meses que lleva en el cargo le han servido para afrontar esta pandemia, el presidente negó la mayor: “Todo esto era inimaginable. Recuerdo perfectamente el 30 de enero, cuando se supo del positivo en La Gomera. Esa noche hablé con el presidente del Cabildo de La Gomera [Casimiro Curbelo] y del Gobierno de España [Pedro Sánchez], y seguro que ninguno de ellos se imaginaba tampoco lo que iba a pasar. ¿Que si hemos minusvalorado al coronavirus? Entiendo que la globalización nos ha dado una lección. Si hubiéramos confinado los pueblos italianos donde se le abrió la puerta a Europa… Pero está pasando lo mismo en otros continentes, en América, en África…”.

personal sanitario

Sobre los motivos por los que falta material sanitario en los hospitales de las Islas, Torres no dudó en afirmar que “estamos desbordados, como en todos sitios, y nos preocupa nuestro personal sanitario, porque un 12% se ha contagiado y estamos en sus manos, pero es igual de cierto que, con ellos, estamos en las mejores manos. Hemos pedido al Gobierno de España más medios porque se centralizaron las ventas, y hemos elevado el tono. Ahora hemos aprobado una compra de material por valor de cinco millones de euros, y empresarios de Canarias van a fletar un avión para ayudarnos a traerlo”, desveló el mandatario regional.

Detalló, además, que “hemos hecho una previsión, por si hay un repunte, para camas de intensivos. Además, tenemos hoteles por si hacen falta. Hay que tener en cuenta que en Canarias hemos demostrado saber hacer bien las cosas, como ocurrió con los primeros casos y con el hotel del sur de Tenerife y que, en hospitalizados, estamos mejor que otras comunidades. Si se mide según la población, estamos entre las menos castigadas, pero eso no tiene nada de autocomplacencia ni de que ahora nos vayamos a confiar”.

En cuanto a lo que nos espera, Torres desveló un dato: “Esta mañana [ayer para el lector] los expertos nos dijeron que en tres o cuatro días sabremos cuándo será el pico de mayor incidencia. Ojo, no es que vaya a ser dentro de tres o cuatro días, sino que lo sabremos entonces”.
Respondiendo a una notable batería de preguntas que le hizo Francisco Moreno, quien incluyó cuestiones propuestas por los ciudadanos, el presidente regional insistió en que “estoy orgulloso de cómo han respondido los canarios, a la par que advirtió de que “mientras no tengamos vacuna, que seguimos sin tenerla, lo único que podemos hacer es seguir quedándonos en casa. Se ha comprobado que en los espacios más aislados, la evolución del virus es más controlable”.

Aunque reconoció que los efectos inmediatos de la pandemia en la economía “serán terribles”. Ángel Víctor Torres quiso aclarar que “Europa, España, el Gobierno regional, los cabildos, todas las administraciones en suma tenemos que tener bien claro que todo nuestro presupuesto ha de dedicarse a que nadie se quede atrás como sí pasó en la crisis anterior”. También tuvo un guiño para nuestro motor económico: “El crecimiento turístico volverá y ayudaremos para volver a ser una potencia”.

Cuando la entrevista estaba muy avanzada, Moreno indagó en el territorio personal del presidente y le preguntó sobre cómo estaba viviendo la situación actual. “Asumo mi responsabilidad desde que tomé posesión del cargo y prometí cumplir con la Constitución y el Estatuto de Autonomía”, respondió en principio, pero pronto dejó atrás las distancias para reconocer que “duermo pocas horas y mal, no solo yo”. Casi al final de la entrevista, al ser preguntado por su hijo, de apenas cinco años de edad, bastaba con la sonrisa que iluminó la cara de este aruquense, de 53 años, para entender que ahora respondía el padre y no el presidente: “Él sabe lo que es el coronavirus, y que no puede salir ni estar con sus amigos. Se enfada conmigo porque me voy, que tengo que venir a Presidencia del Gobierno. Cuando vuelvo a casa extremo el contacto con él, porque hay que ser precavido y yo el primero. Sé que le estoy secuestrando momentos de ternura”, apostilló.

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