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Dos canarios que sobrevivieron al coronavirus

La soprano Almudena López, primera isleña contagiada, confiesa que en el hospital de Barcelona añoraba el sol y ahora, poder cantar; Javier García no olvida el momento en el que superó el Covid-19: “Tocaron en la puerta y entró la doctora gritando: ¡Eres negativo!”
Javier García y Almudena López. DA
Javier García y Almudena López. DA

Hace casi un mes la soprano tinerfeña Almudena López Jal-Ladi recibió el alta tras pasar el coronavirus. La cantante lírica de 29 años había estado de gira por el norte de Italia y al llegar a Barcelona empezó a tener los síntomas. Tras ingresar en el Hospital Clínic y permanecer allí 13 días, pasó los dos últimos en el Hospital del Mar, donde recibió el alta. Admite que hubo momentos en que lo pasó mal, pero, una vez libre, regresó a Tenerife, donde habló con DIARIO DE AVISOS, que ya la había entrevistado durante su hospilización en la capital catalana. Volvemos a hablar con Almudena Jal-Ladi (su nombre artítico) ya que junto a su hermana Desirée ofrecerá hoy un concierto a las 19.00 horas que podrá seguirse en sus cuentas de Instagram @lopezjalladi y @desireelopezjalladi y en el canal de Youtube Ópera para todos Ópera para todos

-Fue la primera canaria que se contagió y lo superó. ¿Qué recuerda de aquellos días y cuál fue el momento más duro?
“Los primeros días en el Clínic me agobié un par de veces porque no podía levantarme, no tenía espacio en la habitación, estaba todo el día en la cama, mientras que ahora salgo de la habitación, paseo por mi casa, puedo salir un rato a la calle a pasear el perro y coger sol, y me hago la comida, que también es importante, porque es frustrante que te apetezca comer algo y tengas que adaptarte a lo que te traigan en el hospital. Al final, estar en cuarentena y supeditado a lo poco o nada que puedes hacer en un hospital es duro, y pasarlo en tu casa, donde te autogestionas el día, es mejor. Recuerdo también en el Clínic que me puse muy triste porque llevaba días añorando ver el sol, con lo que me gusta la naturaleza, y casi apenas podía hablar con nadie. Después, en mi estancia en el Hospital del Mar, los sanitarios apenas me visitaban y hablaba muy poco con ellos, lo que se sumaba al confinamiento. No tener el contacto humano también te vuelve un poco loco. Por suerte, tras recibir el alta, el 13 de marzo volví a Tenerife”.

Almudena y Desirée López Jal-Ladi durante una actuación juntas en un festival lírico en Madrid. | DA

-¿Qué es lo que peor lleva de todos estos días confinamiento?
“En algún momento he pensado qué locura, llevo casi dos meses sin poder salir y hacer vida al aire libre, porque me gusta ir a la naturaleza o la playa, pero me resigno. Sin duda lo peor que llevo es no poder cantar, me agobia mucho porque creo que estoy perdiendo oportunidades de trabajar. Después reflexiono y pienso que el mundo está luchando para erradicar el virus. Me siguen llamando y no he cambiado mucho lo que habitualmente hago en el escenario, pero en vez de demostrar mi arte, muestro mis ideas y pensamientos, mi manera de ver el mundo a través de mis palabras”.

-¿Cómo ha cambiado su vida y sus prioridades?
“Ahora veo la vida completamente distinta, una siempre está muy pendiente de lo que digan o piensen los demás, y buscaba fuera el apoyo de otras personas. He aprendido a que también la gente y las oportunidades vienen a ti, es como el dicho Si la montaña no va a Mahoma… Ahora considero prioritario cuidarme a mí misma, y no doy tanta importancia a lo que piensan los demás, sino lo que siento y pienso yo. No sé si la gente es capaz de desconectar algunos minutos todos los aparatos y conectarse consigo misma. Quizás sí, porque ahora tenemos más tiempo para aburrirnos de las cosas que antes ocupaban nuestro tiempo como el móvil o la tele. Me gustaría que mi testimonio sirviera para llegar a la parte más sensible y humana de todos y recuperar su creatividad”.

-¿Qué proyectos tiene previsto realizar en breve?
“Quiero continuar mi profesión de alguna manera y la mejor herramienta es de forma virtual. Estamos reinventándonos en nuestro trabajo, así que internet es una herramienta importante para trabajar y divertirse. He creado la cuenta de Youtube Ópera para todos, donde cantaré y haré sketchs. Les invito a que hoy (19.00 horas) puedan verme cantar junto a mi hermana Desirée. Espero volver a tener conciertos para trabajar o me buscaré la vida. Tras tanto tiempo confinada tengo ganas de hacer cosas. Creo que los Estados todavía no están ayudando a las personas que más lo necesitan”.

Javier García

Javier García, presidente de Las Celias, superó recientemente el coronavirus | DA
Javier García, presidente de Las Celias, superó recientemente el coronavirus | DA

Cada día son más los canarios que superan el coronavirus. Uno de los últimos afortunados en vencer a la enfermedad ha sido Javier García, de 54 años, que fue ingresado en el Hospital Universitario de Canarias (HUC). Ahora en su domicilio continúa mejorando su salud con calma y atiende a DIARIO DE AVISOS. Cuando estaba hospitalizado grabó un vídeo que se hizo viral explicando su situación. “Quédense en casa, es la única manera de que este virus se frene”, explicó. El presidente Las Celias espera recuperar la normalidad mientras planea el 25 aniversario del grupo carnavalero.

-¿Cómo se encuentra?
“Lo llevo bien en casa, cumpliendo el tratamiento que me ha marcado la neumóloga del hospital este domingo. Los médicos me dicen que me lo tome con calma, que no ha sido un proceso fácil. Estoy algo flojo porque he perdido seis kilos y he pasado por un proceso que no es bueno. Sin embargo, ya recibí el alta y estoy en casa que es lo importante, cogiendo fuerzas e intentando olvidar lo que he pasado, que es difícil, porque tengo todo muy presente, pero soy positivo. Cada vez superamos más la enfermedad”.

-¿Cómo fueron esos primeros días con coronavirus y cuál fue el momento más duro?
“Antes de ingresar en el HUC llevaba tres días malo, con dolor de cabeza y garganta, fiebre y malestar general. Acudí dos veces a un centro hospitalario en el Puerto de la Cruz y las radiografías y la analítica salían normales, y sólo me trataban el dolor de cabeza. Pero el pasado jueves 19 de marzo fue el día más duro, mi cuerpo ya no podía más. Tengo que agradecer al médico de mi ambulatorio que me ayudó y activó inmediatamente a emergencias, porque mi experiencia con el teléfono de atención 900 112 061 fue fatal, estuve mucho tiempo en espera, más de una hora para que no me atendieran. Mi médico me envió urgentemente al HUC, donde entré directamente en la zona de Covid. Allí me desplomé, estaba bastante mal, no aguantaba el dolor de cabeza, no podía abrir los ojos, tenía falta de respiración, la fiebre no me dejaba tranquilo. Me activaron el protocolo del coronavirus y en 48 horas me dieron los resultados. Aunque lo esperaba, porque pensaba que no tenía una gripe normal, me entró una pequeña depresión, se me pasaron muchas cosas por la cabeza: cómo pude cogerlo, a quién pude contagiar o si me ocurriría algo. La semana que comenzó el confinamiento evité salir, así que no contagié a nadie”.

-¿Cómo fue la estancia hospitalaria?
“Estuve ingresado en el hospital 12 días, me trataron muy bien desde el primer momento. Todo el personal, tanto en la sala de coronavirus como en planta, desprenden una gran humanidad. Por eso decidí grabar un vídeo explicando la situación, haciendo hincapié en la importancia de que la población evite el virus quedándose en casa para poder dar un respiro al sistema, que como pude comprobar estaba colapsado. Los profesionales sanitarios se merecen un gran homenaje por trabajar día a día para atender a los pacientes con coronavirus, luchando muchas veces sin recursos de protección de su salud”.

-¿Cómo fue el alta hospitalaria y su llegada a casa?
“El alta fue muy emotiva. Lo guardaré siempre como uno de los mejores momentos de mi vida. La enfermera me había insinuado que podía tener una alegría ese día. Había salido al balcón cogiendo aire y tomando el sol cuando tocaron en la puerta, y entró la doctora gritando: ¡Javier, eres negativo! Fue una gran alegría, los dos teníamos ganas de abrazarnos pero no podíamos. Me preparé y cuando llegó el auxiliar con la silla de ruedas y salí de la habitación el pasillo estaba lleno de sanitarios aplaudiendo. Sin duda, fue un momento muy emotivo para todos. Me dijeron que fui el primer paciente con Covid que ingresó en la planta sexta impar, y el día del alta lo festejaron con alegría. Cuando llegué a mi edificio en ambulancia algunos vecinos estaban en los balcones esperando, alguno grabó mi llegada, y uno comenzó a cantar para darme la bienvenida. Más bonito fue imposible”.

-Tras varios días en su domicilio, ¿cómo ve ahora la vida tras superar esta experiencia?
“Pienso que esto ha sido un bache que me ha tocado vivir. Ahora mismo quiero pensar en positivo, que todos vamos a salir de esta situación y que esto es un susto que nos ha dado la Tierra a los humanos, porque la hemos maltratado y se ha puesto a la defensiva. Espero que de toda esta situación el ser humano y la sociedad aprendan algo bueno. En mi caso le estoy dando gracias a la vida, intento recuperarme al cien por cien, aunque todavía me queda un poco. Me lo tomaré con calma, no me ha venido mal bajar esos kilos, y ahora lo que quiero es recuperar las fuerzas. No tengo prisa por salir a la calle, tengo que continuar recuperándome de la neumonía. Como muchas, mi empresa inició un ERTE y no sé cuando podré volver a trabajar. Soy una persona optimista, así que este espíritu positivo me viene bien y pienso que de esta situación vamos a salir todos”.

¿Qué mensaje desea enviar a la sociedad a través de DIARIO DE AVISOS?
“Hay que mantener la calma, quedarnos en casa y respetar las medidas de confinamiento porque es la única manera de poder frenar el virus. Tenemos que seguir haciendo el esfuerzo”.

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