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Francisco Moreno (RTVC): “Estamos gestionando esta realidad como si cada semana fuera una temporada de televisión”

Tres semanas de estado de alarma ya son más que suficientes para hacer balance de lo que ha conseguido la Televisión Canaria durante estos 21 días de confinamiento
Francisco Moreno, administrador único de la RTVC. / DA

Tres semanas de estado de alarma ya son más que suficientes para hacer balance de lo que ha conseguido la Televisión Canaria durante estos 21 días de confinamiento. El medio de todos los canarios se ha convertido en referente y también en portavoz del pueblo y nadie mejor que su administrador único, Francisco Moreno, para hacer una autoevaluación del papel ejercido por el ente público regional.

– ¿Es buen momento para destacar la labor que ha ejercido la Televisión Canaria en estos días donde se ha pasado tanto miedo y ha habido tanta incertidumbre?

“No ha sido fácil, no sólo para nosotros, sino para nadie, de un día para otro, retirarnos a los cuarteles de invierno de este confinamiento y, al mismo tiempo, mantener un servicio público que creo que ahora mismo es esencial. Es lo único que conecta a todos los canarios y todos los canarios hoy están encerrados en sus casas. Este es el único vehículo de conexión que nos une a todos y debe ser una televisión de proximidad que también recoja esa realidad que ahora estamos viviendo todos. Debo decir que toda la plantilla, todos los que hacen televisión, no sólo desde dentro de la casa sino desde toda la industria audiovisual que compone la parrilla de programación, todo el mundo ha sabido adaptarse rápidamente a estas circunstancias permitiendo que, la televisión sea un instrumento que demuestra su necesidad en una circunstancia como esta”.

– Sin tiempo de realizar una planificación adecuada tanto en lo técnico como en lo personal el resultado, hasta ahora, es más que satisfactorio.

“La verdad es que si hago memoria, unos cuantos días antes de que llegara el estado de alarma todos íbamos siendo conscientes de la virulencia que tenía este Covid-19 y empezaron a diseñarse protocolos de actuación que ya supusieron evitar, en la medida de lo posible, que el virus pudiera entrar dentro de la televisión, dado que si el contagio se producía se podía ver gravemente afectada la propia continuidad. La televisión es una colección de contenidos, de programas, etc. y que hay una sala central de continuidad que es como si fuese una torre de control de aviación que es la que regula todo ese tráfico de contenido que se produce en una televisión”.

– Y sin ese corazón de la televisión es imposible funcionar…

“Exacto, si se viese atacado por el virus se podría poner en peligro todo y acabar yéndose a negro la televisión. Eso sí que sería un desastre en estas circunstancias. Así que desde esos días empezamos a diseñar protocolos para aislar esa zona del resto de la televisión, se crearon las primeras pautas de control compartimentando turnos, todo de forma paulatina y en pocos días hasta que se decretó el estado de alarma y buena parte de la plantilla y todo lo que tenía que ver con administración, todos los grupos de riesgos que comunicaron que podían tener alguna patología previa, se les envió a casa para hacer teletrabajo. Esta es una de las televisiones de Forta que más porcentaje de personal tiene en teletrabajo. No ha sido nada fácil para una televisión que tenía unos problemas estructurales antes de que llegara este virus. En esas circunstancias nos hemos tenido que ir a la guerra”.

– En cierto modo eso aumenta el mérito colectivo de lo que se ha logrado en estos días…

“Sin duda. Hemos estado actualizando permanentemente protocolos de actuación en función de cómo han ido evolucionando las cosas, pero debo decir que, a pesar de todas esas dificultades, nos hemos ido adaptando y en muy pocos días estábamos plenamente acoplados a esa nueva circunstancia de manera, a mi juicio, muy favorable. Es algo que tengo que agradecer a toda la plantilla de profesionales que son también ellos, por encima de todos, muy conscientes de la responsabilidad que tienen en este momento tan delicado”.

– ¿Fue muy complicado poder hacer esa planificación, más humana que técnica, para abordar las dificultades que vendrían por delante?

“No existe en ninguna universidad un máster para gestionar una situación como esta. Es absolutamente inédita. Pero en otras situaciones de crisis vividas anteriormente, y esta televisión está muy fajada precisamente en situaciones de crisis, ha estado a punto de irse a negro sin que hubiera un virus por delante, ha atendido mil circunstancias en las que muchas veces la televisión ha sido protagonista en esas desgracias, en inundaciones, riadas, incendios… y una lección que sí he aprendido es que para abordar una crisis es necesario tener una cierta capacidad de anticipación y aquí debatimos durante muchas horas qué es lo que podía ocurrir a la semana siguiente, qué escenario podíamos encontrar también en caso de que hubiera un contagio dentro o de que no lo hubiera. También planificamos en caso de que se endureciera o prolongara el confinamiento, los estados de ánimo que se iban a ir produciendo paulatinamente y diría que junto a la capacidad de anticipación de la crisis e ha sido muy transparentes en la gestión de esa crisis. No hubiese habido la unidad de acción que ha habido en la televisión si no se hubiese ido contando los problemas que nos íbamos encontrando y buscando soluciones colectivas. Y en ese sentido estamos ante una situación que genera mucho miedo personal. Salir a trabajar hoy en día es exponerse sabiendo que ahí fuera te está esperando un virus que te puede atacar en cualquier lugar. No es fácil gestionar ese miedo personal que es lógico y que tenemos todo. Esto no hubiese sido posible si no hubiésemos aceptado esa responsabilidad de manera colectiva sobre la base de no ocultarnos ninguna información respecto a que alguien se contagiara y qué medidas influirían en el resto de los compañeros. Hemos tenido situaciones en las que hemos tenido que esperar a ver si teníamos algún positivo en casa. Afortunadamente no se produjo ninguno. Estamos gestionando esta realidad como si cada semana fuera una temporada de televisión, sabiendo que la próxima semana el estado de ánimo puede ser otro, las circunstancias serán otra y debemos tener la cintura necesaria para ir adaptándonos a esas circunstancias”.

– Y todo esto, además, generando contenidos para llegar a los hogares canarios…

“Me pareció fundamental que si esta televisión siempre presume de ese carácter de proximidad y de no estar hecha para que la veas, sino para que nos veamos en ella, no podía haber mejor ocasión que cuando todos estamos confinados y el mundo se recluye al interior de una casa, que fuesen los propios canarios los que hiciesen parte de esa programación, enviando sus vídeos y reflexiones, sus maneras de transitar por esta nueva situación. Esto ha sido como una guerra, ha habido que reorganizarlo todo teniendo que adaptarlo a esta nueva realidad y que toda la programación tenía que girar también hacia este escenario. Y me parece muy importante también que en todo este contexto no pensemos sólo en la plantilla de la televisión sino que pensemos en todo ese mundo audiovisual que está ahí fuera y está sufriendo como el resto de sectores económicos lo que es esta parálisis. Hay que decirles a todos que no se van a quedar en el camino, que esta televisión sabe que el sector del entretenimiento es, junto al turismo, de los más afectados por esta pandemia y que lo están pasando mal pero, en la medida que se pueda, esta televisión no se va a olvidar de ellos”.

– Además de la labor social que está cumpliendo la televisión ha habido un mensaje claro que se ha transmitido desde el primer día y que el ente público lo ha sabido trasladar con claridad hacia todos los canarios, ese quédate en casa, llevándolo a los hogares y apoyándolo con unos contenidos que de verdad animaran al pueblo a lo que no quedaba otro remedio que hacer que es quedarse en sus casas…

“Totalmente. No se puede hablar de satisfacciones en una situación como esta, pero sí es reconfortante que eso se haya convertido en algo bidireccional, vemos y nos ven. La televisión se ha convertido en el referente de esta nueva vida para todos los canarios en esta situación. Habría que imaginarse cómo habría sido esto en Canarias de no haber tenido una televisión pública que intentara abordar adecuadamente esta nueva realidad. ¿Cómo se hubiese trasladado la comunicación del Gobierno de Canarias a todos los hogares canarios? ¿Cómo todos esos mensajes motivadores y empáticos de gente con valor referencial se hubieran hecho llegar con esa petición de quedarnos en casa? Espero que en todo eso se haya ayudado porque esa es la función que debe tener esta televisión, que en una tesitura excepcional se convierta en instrumento de comunicación al servicio de todos los canarios. Este es un momento muy difícil porque, dependiendo de lo que hagamos ahora se nos valorará en el futuro, si somos un instrumento necesario o somos superfluos. Y creo que todo el mundo se está dejando la piel en esta televisión para cumplir con esa función y hacernos necesarios”.

– Entre todos estos momentos que desgraciadamente han llegado a través de esta crisis y que han quedado reflejados desde el prisma de la Televisión Canaria ¿hay alguno con el que se quede de forma especial?

“Me ha marcado la resignación positiva que se observa en este pueblo cada vez que tenemos ese momento social de las siete de la tarde, ver cómo nos ha socializado ese aplauso y cómo, más allá del individualismo de estar recluidos y separados unos de otros hemos encontrado ese momento para que, sea el cumpleaños de quién sea en una calle, toda esa calle se termine enterando de que cumple años un niño cuando hace tres semanas no lo sabía ni el vecino que tenían debajo. Es la sensación de cohesión y de ese carácter y ese talante que se ve en muchos de los videos, de cómo somos de extrovertidos los canarios para abordar una situación de estas, que estando recluidos estemos unidos. Es lo más significativo para mí sabiendo que puede haber un estado de ánimo cambiante y que los aplausos se pueden ir haciendo más amargos conociendo la complicada situación económica que nos va a dejar todo esto”.

– ¿Ha tenido tiempo en estos días para ver contenidos de otras cadenas?

“Lo procuro. No puedo decir que estoy viendo todo lo demás, pero hago repasos. Son días muy largos, dormimos tres o cuatro horas y el resto del día lo utilizamos para ir adaptándonos a cada momento. En términos generales creo que no hay en otras cadenas algo que nos falte a nosotros ni tenemos nada que nos sobre respecto a los demás. Hemos tenido que girar hacia una nueva realidad y ahora son los canarios que los que tienen que juzgarnos y atendiendo a las audiencias creo que que se está premiando este esfuerzo que estamos realizando todos en la televisión”.

– ¿Ha recibido muchas felicitaciones por el documental El Bloqueo: Un mes en Wuhan?

“Desde luego que sí. Todo el mundo ha valorado la utilidad de este documento. Cuando tuvimos la oportunidad hubo gente que pensó que podía ser muy alarmista, pero ahora no hay ninguna duda, fue un acierto”.

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