La mayoría son autónomos, no cuentan con ayudas públicas de ningún tipo, se les han suspendido todos los canales de venta tradicionales y desde hace casi dos meses tampoco pueden comercializar sus productos en los mercadillos del agricultor al no ser considerados de primera necesidad. Los artesanos son los grandes olvidados de la administración en esta crisis.
Algunos han intentado salir a la palestra visibilizando su producción en redes sociales y página web pero están teniendo muchos problemas a la hora de poder vender sus productos.
Son miles los afectados por la actual situación y lo peor, es que no hay soluciones a la vista. Hasta el momento, el Cabildo de La Gomera ha sido el único que ha tomado cartas en el asunto aunque sin ninguna acción concreta.
Su presidente, Casimiro Curbelo, anunció que trabaja en un plan de actuaciones para reforzar la artesanía insular ante la actual coyuntura abierta por el Covid-19. Entre los objetivos está la adaptación del sector a la actual situación, posibilitando la comercialización y la proyección de los artesanos de la Isla con una inversión de 180.000 euros.
Son miles los artesanos afectados en Canarias y muchos de ellos han trasladado su preocupación a la Asociación Cultural Pinolere, encargada de promover actividades encaminadas a desarrollar, conservar y divulgar la artesanía y los oficios tradicionales como expresión viva de la tradición, la cultura, la identidad y el patrimonio de Canarias.
Una de sus iniciativas, la feria de artesanía que se organiza en septiembre en el parque etnográfico que lleva el nombre del barrio, en La Orotava, se ha convertido en un referente internacional de la difusión de la artesanía de las islas. Más de 200 artesanos participan cada año en la muestra, cuya celebración se encuentra en suspenso. Otro problema añadido para el sector que tiene en este evento, previsto en septiembre, un importante canal de promoción y ventas.
“Estamos buscando soluciones y dándole vueltas a la cabeza, a los proyectos, a las iniciativas que puedan surgir ya que además, teníamos diseñada la programación de los 35 años de feria, dedicada al mundo del papel y cartón, un aniversario que no debemos dejar pasar y queremos que los artesanos sean partícipes, como siempre lo han sido”, declara el gerente de la citada asociación, Jesús García Rodríguez.
“No podemos quedarnos parados, es momento de seguir caminando, porque si no lo haces, está claro que tendrás más dificultades para seguir adelante. Todavía no tenemos nada decidido porque hay que estudiarlo con tranquilidad y además, quedan cinco meses”, sentencia.
El gerente sostiene que hay mucha gente que vive de la artesanía en el Archipiélago y por eso la citada asociación siempre ha apostado y defendido esta actividad, que puede generar empleo y riqueza. “Contrariamente a lo que muchas personas creen, la artesanía no representa el pasado sino el presente y además, tiene futuro. Prueba de ello es que muchos artesanos se han adaptado a sectores como el textil o al gastronómico, es decir, a la sociedad actual”.
Sin embargo, queda una gran tarea de sensibilización por delante para que la sociedad actual, muy influenciada por el comercio tradicional, valore que los productos artesanos tienen cabida en nuestra vida diaria y son de gran utilidad.
Un objetivo difícil de alcanzar si las administraciones públicas no dan el primer paso.