El hombre que recorre cada rincón de Santa Cruz acompañado por su balón de fútbol también ha sufrido las consecuencias del estado de alarma, decretado para frenar la pandemia del coronavirus en nuestro país. Miguel se pasea por la céntrica calle Castillo, La Rambla o la avenida Francisco La Roche bien lanzando con fuerza la pelota para volver a cogerla con las manos por la espalda bien dándole toques al balón durante bastante tiempo e, incluso, horas.
Ahora, retenido en su casa por el temido COVID19, ha querido grabarse explicando algunas de las técnicas de su éxito. “Este ha sido el resumen de lo que quiero que hagan”, concluye Miguel después pasarse casi tres minutos entrenando con su inseparable.
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