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Román Rodríguez defiende que el endeudamiento es la forma de afrontar la crisis

La economía canaria caerá solo este año el doble de lo que perdió durante la crisis que comenzó tras la Gran Recesión de 2008
Román Rodríguez, durante el Tercer Grado de DIARIO DE AVISOS
Román Rodríguez, durante el Tercer Grado de DIARIO DE AVISOS
Román Rodríguez, durante el Tercer Grado de DIARIO DE AVISOS. Sergio Méndez
La economía canaria perderá solo este año el doble de lo que perdió durante los años de crisis provocados por la Gran Recesión de 2008. Y el único camino que hay para afrontar esta situación y sus consecuencias sociales es “el endeudamiento, la deuda pública”, afirmó ayer el vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, que compareció de manera telemática ante la Diputación Permanente del Parlamento de Canarias, que ha adoptado esta forma de reunión tras el estado de alarma producido por la crisis del coronavirus.
Por videoconferencia, los debates pierden algo de intensidad y a uno se le van los ojos a los cuadros o los platos que tienen sus señorías colgados en las paredes, una leve intromisión en la intimidad parlamentaria que le da a toda esta crisis un toque entrañable. Pero el reto es inmenso: mantener todo lo que se pueda el sistema productivo canario mientras dura esta crisis, reforzar los servicios públicos, especialmente la sanidad, y proteger “a los más vulnerables”, como dijo ayer Rodríguez. Y la caída dramática de ingresos – solo el mes de marzo, un 60% del IGIC- no deja otra vía a la comunidad autónoma que endeudarse, que es lo que el Ejecutivo regional pide al Gobierno que le autorice a hacer.
“Ahora no hay sector privado”, afirmó Rodríguez, que reconoció que no confía demasiado en que la UE termine aceptado unos eurobonos respaldados por el conjunto de la Unión para mutualizar la deuda. “En ese caso, lo que tendremos que hacer es emitir deuda soberana compartida entre corporaciones locales, regionales  y de la Administración General del Estado.
“Su único plan es el endeudamiento”, le dijo a Rodríguez la portavoz de Cs, Vidina Espino,  que recordó que las previsiones de contracción económica en toda España son del 8% del PIB y que algunas estimaciones calculan que el paro podría rondar el 40% de la población activa an Canarias. Espino pidió a Rodríguez que presione al Gobierno central para que libere el superávit de la Administración regional y las corporaciones locales. También le pidió al Gobierno regional que den ejemplo y se reduzcan el sueldo, además de apoyar al tejido productivo. “Si se hunde el sector privado, acabará hundiéndose el sector público”, afirmó Espino.
En una línea similar, la portavoz de CC, cuyo partido presentó esta semana un plan de choque contra la crisis, pidió eliminar la cuota de autónomos hasta final de año y exenciones de impuestos a las empresas que se encuentran en una situación más delicada, al mismo tiempo tiempo que solicitó también el dinero del superávit de las administraciones canarias y pidió al Gobierno central que no ponga cortapisas al endeudamiento que la propia UE ya está tolerando.  Dávila afirmó que esta crisis, “si se toman las medidas adecuadas, debería ser de corta duración”.
“Usted amenazó con rebelarse. ¿Pero cuándo ha atendido Pedro Sánchez a Canarias”, se preguntaba el diputado del Partido Popular, Fernando Enseñat, en esa simpática transmutación regionalista canaria que tienen siempre los partidos estatales cuando están en la oposición a nivel de España. “Tenía que haber traído hoy usted unos presupuestos reformados”, afirmó. “¿Cómo van a salvar ustedes a la economía productiva? ¿Van a aprovechar la situación para reinventarnos, para impulsar la economía verde, la economía circular, la economía azul?”.
Pero ayer, lo que se notaba era más bien la economía de guerra. Y hasta el portavoz de la Agrupación Socialista Gomera andaba un poco irritado con el Gobierno central, al que criticó -sin querer dedicarse a criticar, decía- por haber concentrado  la compra, almacenamiento y distribución del material sanitario en los primeros compases del estado de alarma, lo que la diputada de Nueva Canarias, Esther González, denominó “un ataque de mesetarismo”.  Curbelo también pidió al Gobierno de España un pacto con todas las comunidades autónomas y, en el caso de Canarias, solicitó un plan de reconstrucción económica y social, especialmente dirigido al sector turístico y al ámbito social.
Desde Sí Podemos Canarias, su portavoz, Manuel Marrero, pidió que el Gobierno canario mire a Europa para reivindicar su condición de región ultraperiférica. “O superamos esto unidos o el proyecto europeo quedará herido de muerte y en manos de la derecha antieuropea y xenófoba”, afirmó.  Marrero también defendió “una urgente distribución de la riqueza” a través de una cambio en la fiscalidad.  Por un lado, luchando contra el fraude fiscal. Y luego, cobrando más impuestos a quienes se han visto beneficiados por la Reserva de Inversiones Canarias.
“Con el Gobierno de España voy a ser justo y exigente”, afirmó Román Rodríguez, que recordó los 340 millones de euros al mes que se gasta el Ejecutivo central en los ERTES de 200.000 canarios o de la amplitud con la que se está dando la prestación a los autónomos, obviándose las exigencias habituales. Y volvió a pedir que les dejen endeudarse. Pero todo fue amable. No está el horno para bollos.

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