entrevista a un vencedor del virus

“Tengo que decir que estuve más ‘pallá’ que ‘pacá”

Lorenzo Dorta cumplió los 81 años en el Hospital Universitario de La Candelaria
FOTO: Sergio Méndez

Lorenzo Dorta cumplió los 81 años en el Hospital Universitario de La Candelaria. El coronavirus fue implacable con el exalcalde de Garachico y exconsejero del Cabildo: dos neumonías, una insuficiencia respiratoria, muchos días en la UCI y 40 días más aislado en una habitación hospitalaria, sin visitas familiares. Completamente solo. Ya está en su casa. Y no pierde el humor: “Te diré que estuve más pallá que pacá, pero el gran equipo médico que me trató me salvó la vida”.

-¿Permaneciste consciente en todo momento?
“No, pasé cuatro días en coma, entre la vida y la muerte; después resucité”.

-Primero se mantuvo en secreto el diagnóstico de coronavirus, luego la gente se enteró.
“Vaya que si se enteró. Tengo contabilizados más de 3.000 llamadas y mensajes de whatsapp. Agradezco a tanta gente que se haya preocupado por mí”.

-¿Alguna llamada especial?
“Te diré una lejana, de Corea del Sur. Tras filtrarse la noticia de mi vuelta a casa llamó desde Corea del Sur un amigo de mi hijo Loren para felicitarme por haber superado la enfermedad. Ellos la están padeciendo también”.

-Creo que has sido también noticia en los medios nacionales.
“Bueno, varias emisoras de radio me han telefoneado y he respondido a las que he podido. Radio Nacional de España, en un programa de difusión nacional, me entrevistó para felicitarme”.

-¿Qué contaste a los compañeros de la radio?
“Sobre todo el redescubrimiento de mi mujer, Bienve. Es curioso, tantos años dedicado a la política, a servir a los demás, y es ahora cuando valoro más toda su dedicación a la familia, a mí, a los chicos. Llegabas a casa tarde, cansado, y a lo mejor hasta pasabas un poco de lo que más querías. Ahora se da cuenta uno de lo que tiene. Aunque no todo fue abandono, ¡tenemos cuatro hijos!”.

-¿Te queda alguna secuela?
“Como sabes, yo tenía algunas patologías previas importantes. Era un candidato ideal a que la enfermedad me llevara por delante. Tengo todavía alguna dificultad para caminar, necesito la ayuda de un andador. Pero en mes y medio estaré como una puncha”.

-Bueno, pues bienvenido a la vida, amigo.
“Ahora lo que quiero saber es si estoy inmunizado o qué. Porque cada persona que me llama me dice algo distinto”.

-Mira, Lorenzo, haz como yo: los telediarios no existen. Por cierto, si te repite, compra lotería cuando abran los puntos de venta; seguro que te toca.
“Yo creo que lo mejor es eso, no preocuparse demasiado. Tengo grandes amigos, como Carlos Acosta, que es nuestro cronista oficial de Garachico, que estaban más preocupados que yo, que no me enteraba de nada. Bueno, sí, de lo mal que estaba”.

-Lo sé, yo lo llamaba para interesarme por tu estado.
“Era el portavoz”.

-Ahora, a descansar.
“Más que nada, a reponerme, porque descansado estoy, después de dos meses y pico en el hospital. Pero, sí, tengo que tener cuidado”.
Lorenzo Dorta tiene varios amigos médicos, muy cercanos, que supongo habrán estado encima de su salud, preocupados por su estado. Esos amigos volverán a reunirse en el kiosco de la plaza de la Villa y Puerto de Garachico, como cada fin de semana. Ha vuelto a la vida. Y es todo un ejemplo: a su edad, ha superado la pandemia como un campeón. Muy buena madera. Volverá a oler el mar de Garachico y a comer burgados, con un servidor, regados con un buen vaso de vino del país.

TE PUEDE INTERESAR