
En medio de la contingencia sanitaria global provocada por la pandemia de Covid-19, que ha copado medios de comunicación y redes sociales a lo largo de los últimos meses, la noticia del histórico lanzamiento de la nave Crew Dragon había captado la atención de millares de personas alrededor de todo el mundo.
El de ayer se había convertido en un lanzamiento especial, un acontecimiento que avivó la ilusión de los entusiastas y despertó el interés de muchas otras personas ajenas a los últimos avances en materia de viajes espaciales tripulados y a la relevancia de esta misión.
El lanzamiento, programado para las 20.33 horas UTC de ayer (21.33 en Canarias), debía producirse desde la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy, en Florida. El objetivo de la misión, bajo la denominación DM-2, era certificar la nave Crew Dragon como apta para vuelos tripulados. Su operatividad devolverá a EE.UU. la independencia perdida para llevar astronautas al espacio, ya que desde 2011, tras la retirada de servicio de los transbordadores espaciales, la NASA ha necesitado del programa espacial ruso para transportar a su personal a bordo de las naves Soyuz. Esta misión supondrá, asimismo, la primera vez que una empresa privada, SpaceX, bajo contrato con la NASA, llevará a personas al espacio, iniciando una nueva era en la exploración espacial y dando el pistoletazo de salida a los vuelos espaciales comerciales.
EL MAL TIEMPO
Desde primeras horas del día de ayer, la atención de la NASA y de SpaceX se centraba en buena parte en las previsiones meteorológicas en los alrededores del Centro Espacial Kennedy. A media tarde, los pronósticos no eran todo lo favorables que hubiera sido deseable, arrojando un 40% de posibilidades de que el lanzamiento debiera ser cancelado debido a las inclemencias del tiempo, como finalmente ocurrió.
Pese a una fugaz mejora que despejó los cielos algunas horas antes del lanzamiento, las condiciones aconsejaron su cancelamiento a falta de tan solo unos minutos para el final de la cuenta atrás.
La ventana de lanzamiento, el momento preciso en que el cohete debe despegar para entrar en una órbita de intercepción con la Estación Espacial Internacional, su destino, era extremadamente corta. Debido a ello no era posible aplazar el lanzamiento a la espera de una posible mejora en las condiciones meteorológicas.
En su lugar, la misión ha sido aplazada hasta la siguiente ventana de lanzamiento favorable, que será el próximo sábado, día 30, a las 19.22 horas UTC (20.22 en Canarias).
aNTECEDENTES
Se da la circunstancia de que el 14 de noviembre de 1969 la misión Apolo 12 fue lanzada desde la misma rampa 39A del Centro Espacial Kennedy que hoy ocupaba el Falcon 9 de SpaceX. También en aquella ocasión una tormenta azotaba la zona. Sin embargo, pese a lo adverso de la situación meteorológica y los riesgos que conllevaba, se decidió en no detener la cuenta atrás y el lanzamiento tuvo lugar a la hora prevista.
A los 36 segundos del lanzamiento un rayo impactó de lleno en el cohete Saturno V, y poco después fue alcanzado por otro, ocasionando una sobrecarga eléctrica y la desconexión de algunos sistemas. Felizmente, la situación se pudo solucionar en vuelo.
Sin embargo, eran otros tiempos, y hoy en día sería absolutamente impensable asumir tantos riesgos en el lanzamiento de una misión espacial.