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Un pavo real gigante invita a visitar y comprar en El Sauzal

El artista Luigi Stinga vuelve a sorprender con su arte efímero y construye un ave de grandes dimensiones en la renovada escalera del Ayuntamiento que estará lista el viernes
Luigi Stinga comenzó el lunes a construir su pavo real gigante que prevé terminar mañana a última hora. Fran Pallero
Luigi Stinga comenzó el lunes a construir su pavo real gigante que prevé terminar mañana a última hora. Fran Pallero

Los pavos reales simbolizan la inmortalidad, se vinculan al mundo antiguo y al mítico ave fénix que renace de sus cenizas. Y eso es lo que ha querido transmitir el artista Luigi Stinga con su última escultura de arte efímero en El Sauzal, un enorme pavo real de diez metros de largo y casi tres de alto que lucirá su espectacular plumaje de colores en la renovada escalera de piedra natural que accede al Ayuntamiento y al auditorio municipal.

La obra fue un encargo del Consistorio para promocionar las visitas y las compras en el municipio con el comienzo de la fase 2 de desescalada y sin duda, la escultura de Stinga es un atractivo más para hacerlo.

Coincidirá también con la reciente terminación de la plaza El Príncipe, cuya obra se entrega el lunes, que luce un aspecto totalmente renovado con el cambio de losetas, bancos de piedra natural y ampliación de la zona ajardinada. La actuación se completa con el saneamiento de la calle San Nicolás .“Queríamos algo sensible y atractivo y creo que lo logró”, asegura el alcalde, Mariano Pérez. “Queremos que esta figura sea un reclamo más para que los visitantes disfruten del paisaje, la excelente gastronomía, el comercio y la cultura de nuestro pueblo”, añade el mandatario.

La idea del alcalde es que permanezca expuesta hasta Navidad y desaparezca en diciembre, cuando cuando se encienda el alumbrado.

Stinga, por su parte, explica que lo que ha querido transmitir con este “esplendoroso renacer” es un concepto de cambio: “El pavo real es un animal que cuando llega el invierno pierde las plumas y al comienzo de la primavera las renueva. Una estación en la que renacen muchas cosas, como la plaza de El Príncipe y el ser humano, obligado por la pandemia de Covid-19 en este invierno oscuro”.

El artista napolitano prevé terminar su original ave el jueves a última hora ya que la estructura está perfectamente montada. No será estática sino que le dará “movimiento y ligereza”, subiendo por la escalera de uno de los jardines más bonitos del Norte de la Isla. Y como cualquier escultura de Stinga, no dejará a nadie indiferente.

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