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El Pacto de Progreso de Canarias cumple un intenso primer año de vida

La alianza conformada por el PSOE, Nueva Canarias, Podemos Canarias y ASG ha mostrado una solidez impropia de un cuatripartito e, incluso, ha solventado con acierto crisis como la pandemia actual
Curbelo, Rodríguez, Torres y Santana simbolizan su acuerdo en el Parlamento de Canarias hace un año. Fran Pallero

Tras 26 años ininterrumpidos desde que Coalición Canaria alcanzara el poder en el Gobierno autonómico gracias a la moción de censura de la que nació, ahora hace un año que la alianza conformada por cuatro partidos enviaron a los coalicioneros a la oposición por primera vez en su historia.

Dicho Pacto de Progreso de Canarias, conformado por el PSOE, Nueva Canarias, Podemos Canarias y la Agrupación Socialista Gomera, no solo pervive tras dicho año, sino que además ha mostrado una solidez impropia para tratarse de un cuatripartito, y que ha solventado con acierto (al menos por ahora) un envite con la consideración de la pandemia actual.

Por el contrario, CC aparenta seguir bajo la conmoción de aquel desplome institucional que se extendió al Cabildo de Tenerife y los ayuntamientos de la capital tinerfeña y de La Laguna, manteniendo a los dirigentes del mismo frente a un partido que sigue sin celebrar un congreso donde ventilar las responsabilidades políticas por el mayor fracaso de su historia.

Volviendo la vista a hace un año, fueron semanas de intrigas políticas y negociaciones de todo tipo que, finalmente, se inclinaron a favor de este Pacto de Progreso entre fuerzas de izquierdas ante la imposibilidad de la derecha de llegar a un acuerdo, lastrada por la presencia de Fernando Clavijo, cuya condición de imputado por el caso Grúas impidió a Ciudadanos sumarse al mismo. La constatación última de que varios diputados regionales meditaban seriamente romper la disciplina de voto dadas las imposiciones llegadas de Madrid (que provocaron el rechazo del entonces líder del PP isleño, Asier Antona) terminó por convencer a Casimiro Curbelo, líder de la ASG y clave para inclinar la balanza de un lado a otro, de que el buen acuerdo era el que se cerró aquella mañana del 22 de junio de 2019 en la quinta planta del Parlamento de Canarias, y no el que reunía simultáneamente a los partidos conservadores en la capital grancanaria. Todo ello hizo de un aruquense, el socialista Ángel Víctor Torres, nuevo presidente regional de un gabinete donde Román Rodríguez (NC) se convirtió en el número dos y hombre fuerte desde la perspectiva económica, mientras que Noemí Santana quedó al frente del área social y Curbelo tuteló la turística.

Lo cierto es que a este equipo no le ha faltado tiempo para foguearse en asuntos muy delicados, como el terrible incendio forestal de Gran Canaria, la quiebra de Thomas Cook y el cero energético en Tenerife. Pero sobre todo, ante la Covid-19, donde se afrontó el primer positivo en España o el caso del hotel de Adeje.

Ahora este pacto cumple un año. ¡Pero qué año!

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