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El turismo asoma tímidamente en los aeropuertos tinerfeños

El Reina Sofía recibió ayer los primeros vuelos internacionales, procedentes de Alemania, Polonia y Gran Bretaña, mientras el Tenerife-Norte capitalizó el tráfico aéreo entre islas
En Tenerife-Norte la actividad se desenvolvió a medio gas. Fran Pallero

N. Chijeb / N. Torres

Canarias, como el resto del país, se adentró de lleno en eso que se ha dado en llamar nueva normalidad. Para un Archipiélago las conexiones aéreas son de vital importancia, y por eso desde hace semanas ya se podía volar entre Islas sin ningún tipo de restricción. Pero si a eso se une que estamos en unas Islas en las que el turismo es su principal motor económico, la apertura de fronteras y la llegada de de vuelos internacionales con los primeros turistas a bordo, supone dar pasos hacia una recuperación económica que, en buena parte, depende de ese turismo.

Ayer, en el Aeropuerto Tenerife Sur Reina Sofía regresó el turismo alemán a la Isla, y lo hizo después de tres meses de estado de alarma. El primer vuelo llegó pasadas las nueve de la mañana, procedente de Düsseldorf con apenas unos 30 turistas, en un avión de la compañía Condor, con capacidad para 180 pasajeros. Muchos de los que estrenaron ayer la nueva normalidad en la terminal sureña, tienen su segunda residencia en la Isla.

A la llegada, los visitantes alemanes tuvieron que pasar la terminal de llegadas por el control que ha marcado Sanidad Exterior a AENA, en este caso rellenar un documento (PCL), control de temperatura y control visual, sean o no ciudadanos del espacio Schengen.

Pasadas las siete de la tarde llegaron otros dos vuelos internacionales, uno de Katowice (Polonia) y otro de la compañía RyanAir que llegó a la Isla procedente de Manchester, una vez que España ha levantado la cuarentena a los ciudadanos procedentes del Reino Unido.

Según los datos de AENA, ayer en toda España, se operaron unos 650 vuelos, concretamente un centenar procedían de la Unión Europea y del espacio Schengen. Fuentes de AENA explicaron a Efe que de estas 650 operaciones, unas 325 fueron llegadas. Así, además de esos 100 vuelos, otros 225 fueron domésticos (en el día de ayer también se puso fin a las restricciones de movilidad en España).

A pesar de que la operatividad en los aeropuertos tinerfeños aumentó, lo ciertos es que las terminales tanto del Reina Sofía como del Tenerife Norte, seguían ayer a medio gas. En el caso de Los Rodeos, la mayoría de la movilidad se siguió dando entre Islas. Así, en la terminal de llegadas podía verse a un grupo de jóvenes cazadores que se habían desplazados desde La Palma, para cazar en el Parque Nacional del Teide con el permiso concedido por el Cabildo tinerfeño para participar en la veda de muflones. Romen Padrón, es uno de los jóvenes que voló con Binter, y como el resto del grupo era la primera vez que volaban fuera de La Palma desde que se decretara el estado de alarma. “Todo bien en el vuelo, aunque yo soy de los que cree que debería haber más separación, un asiento por lo menos”.

En el mismo vuelo viajaba la joven Carlota Kelfkens, una estudiante que tuvo que volver a La Palma apresudaradamente cuando se decretó el estado de alarma, y, ahora, “vuelvo unos días a Tenerife, donde estaba estudiando, para recoger algunas cosas que necesito”.

En la terminal de salidas apenas había pasajeros. Los que estaban acudieron al aeropuerto con mucho tiempo de antelación, tal y como recomienda Aena, que aconseja que se vaya con hasta cuatro horas de antelación, dados los nuevos trámites de seguridad que han de pasar los pasajeros.

Patricia Ávila era una de esas viajeras que esperaba pacientemente para iniciar unos días de vacaciones en Málaga, aunque para ello venía desde Gran Canaria, y aún tendría que hacer escala en Barcelona, “sí los enlaces son terribles” confesó entre risas. Esperaba a un amigo que tenía que unirse en Tenerife para viajar juntos a la ciudad andaluza. “En cuánto supimos que hoy se podía volar planificamos el viaje”, admitía. Esta joven llegó desde Australia justo un día antes de que se declarara el estado de alarma. “Estaba trabajando y estudiando allí y justo un día antes de que se cerrara todo pude volar a casa”, confesaba esta joven azafata. De momento, no piensa en volver por cómo están las cosas, aunque, “tampoco podría, porque allí seguirán cerradas las fronteras otros seis meses”.

Juan García es otro de los pasajeros que se encontraba en la terminal de salidas. En su caso, viajaba hasta La Palma, aunque había llegado en el vuelo de Madrid unas horas antes. “Me voy cuatro meses a La Palma a trabajar”. Y es que este madrileño, opositor a bombero, e ingeniero forestal de profesión, se incorpora a los refuerzos contra incendio de este verano en La Palma.

“El avión venía lleno, pero llama la atención lo vacíos que están los aeropuertos, tanto aquí como en Madrid, que estaba todo cerrado y casi sin gente”, confesaba.

En los próximos días, la mayoría de aerolíneas irán retomando los vuelos con las Islas. Binter ya anunció que desde hoy recupera el 100% de su operativa entre islas. Canaryfly retomará sus vuelos entre islas a partir del próximo 1 de julio. El resto de compañías también han anunciado la vuelta de sus vuelos regulares de forma paulatina a lo largo del mes de julio.

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