
DANIEL TOVAR / AGENCIAS
La jornada de ayer en Estados Unidos quedó marcada, sin duda alguna, por dos hechos del todo dispares. Por un lado, ya se había puesto de manifiesto que la mayoría de las personas que participan en las protestas por la muerte del hombre afroamericano que murió a manos de la Policía de Minneápolis, George Floyd, lo hacían pacíficamente, sin atentar contra el mobiliario urbano ni instalaciones públicas. Pero cualquier excusa es válida para quienes, de por sí, pretenden cometer ilegalidades de esta naturaleza, y en la madrugada del pasado martes un policía retirado de 77 años, David Dorn, murió tiroteado al intentar evitar que un grupo de vándalos saquearan un comercio con el pretexto de las movilizaciones.
Se trata de un fallecimiento que no ha pasado inadvertido para nadie en la nación norteamericana. A las millones de fotografías completamente negras subidas a las redes sociales con el hashtag “BlackOut Tuesday” en memoria del ciudadano que fue objeto de violencia policial, se unen los llamamientos de varias celebridades a no desvirtuar el objetivo central de las manifestaciones. El presidente del país, Donald Trump, que desde el primer momento quiso aplacar las concentraciones y exigió “mano dura” a los gobernadores de los estados para contener a los protestantes, no tardó en lamentar la muerte del agente: “Nuestro mayor respeto a la familia de David Dorn, un gran capitán de Policía de San Luis que fue brutalmente asesinado a tiros por saqueadores despreciables”.
En segundo lugar, tal y como recogen medios estadounidenses como The Wasington Post o el New York Times, la Fiscalía del estado de Minesota ha decidido agravar los cargos contra Derek Chauvin, el policía que le aplastó el cuello con la rodilla a George Floyd durante ocho minutos y 46 segundos, a pesar de que el detenido había quedado inconsciente tras dos minutos y medio de presión. Además, ha imputado a los otros tres compañeros del agente que presenciaron el arresto y participaron en el mismo. Según ha quedado expuesto en los documentos judiciales, Chauvin ha sido imputado por asesinato en segundo grado, mientras que también se habrían presentado cargos contra los agentes Thoomas Lane, J.A. Keung y Tou Thao por ser cómplices de los delitos de asesinato y homicidio en segundo grado.
Benjamin Crump, abogado de la familia de Floyd, aseveró al respecto que se trata de un momento “agridulce”. “Estamos alegres de que el fiscal general haya tomado esta decisión, arrestarlos e imputarlos a todos y agravar los cargos presentados contra Chauvin”, manifestó, al tiempo que llegó a afirmar que la víctima “fue torturada hasta la muerte” por la Policía”. Por otro lado, el hijo del fallecido, Manson Floyd, insistió en que lo que quieren los allegados es “justicia”. “Mi padre no debería haber muerto así”, lamentó en declaraciones a la cadena CNN.
TRUMP Y LINCOLN
Y ante el ambiente que se respira en las calles, que incluso provocó que Trump tuviera que refugiarse en el búnker presidencial, visto que los manifestantes cercaron la Casa Blanca, el dirigente norteamericano quiso calmar los ánimos – a su manera- y, de paso, proyectar una imagen a favor de la comunidad negra asegurando que su Administración ha sido la que más progresos ha logrado para la población afroamericana en toda la historia del país, con la “posible excepción” de Abraham Lincoln, bajo cuyo mandato se abolió la esclavitud.
Es más, insistió en que, en los tres años y medio que lleva al frente de la nación ha hecho “mucho más” por la población negra que su potencial rival en las próximas elecciones, el demócrata Joe Biden.
“De hecho, [Biden] les hizo retroceder muchos años con su Ley contra el Crimen, de la que él ni siquiera se acuerda”, afirmó, en alusión a una regulación de 1994 que derivó en la entrada en prisión de criminales condenados por delitos menores sin violencia. “He hecho más por los afroamericanos que ningún otro presidente en la historia de Estados Unidos, con la posible excepción de otro presidente republicano, el difunto y gran Abraham Lincoln, y ni siquiera se acerca”, añadió en una publicación de Twitter.
GEORGE W. BUSH
Quien se pronunció ayer desde la bancada republicana fue el expresidente George W. Bush, que a diferencia de Trump, abogó por escuchar las reivindicaciones de los colectivos y grupos de personas que se manifestan, con el único fin de “examinar nuestros trágicos fracasos”, que reconoció, se han producido para que tuviera lugar un hecho como este.
En un comunicado, el antiguo mandatario expresó su malestar por la “brutal asfixia” de Floyd, y sostuvo que “esta tragedia, en una larga serie de tragedias similares, plantea la cuestión largo tiempo debatida: ¿Cómo ponemos fin al racismo sistemático en la sociedad?”.
Bush también explicó que no había querido hablar hasta ahora “porque no es momento de dar lecciones” sino que “es momento de escuchar”, “es momento de que Estados Unidos examine nuestros trágicos fracasos”, entre los que citó el hecho de que “muchos afroamericanos, en especial los jóvenes, sean acosados y amenazados en su propio país”, algo que ocurre cada día.